CAPITULO QUINCE.

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Habían pasado dos días y no sabían nada de Jungkook la policía fue a dónde se suponía que vivía la madre del azabache pero encontraron la casa vacía, vaya casualidad, solo tenían presa a Jennie y está no había soltado palabra alguna. Taehyung estaba desesperado y su único confort era su madre. Jimin, Jin y Hoseok duraron un dia en el hospital los golpes fueron graves pero afortunadamente no dañaron partes vitales de sus cuerpos.

Jungkook no sabía en dónde estaba, lo habían tenido todo el tiempo amarrado y con los ojos vendados, su familia, en lo que cabe la palabra familia, se había encargado de herirlo aún más de lo que ya estaba, no solo lo golpeaban, llegó un punto en dónde los golpes dejaron de doler, las palabras fueron  las que se clavaban en su corazón como dagas ardientes.

"Eres un estorbo"

"Debí abortarte cuando tuve oportunidad"

"Jamás te vamos a querer como parte de nosotros"

"Deberías morir"

"No te queremos, nadie te quiere y nadie nunca te querrá"

"Pobre alfa solo es tu novio por lástima"

"El no te ama, nadie te amara nunca"

No quería creer que Taehyung no lo quería, había pasado momentos muy lindos con el alfa como para que todo fuera una mentira, que todo fuera un simple acto de simple lástima y pesar, se negaba a creerlo pero su inseguridad no era de ayuda.

-  Mira estúpido, hoy saldrás de aquí porque la policía está haciendo un escándalo por tu desaparición, te llevaríamos al mercado negro ya que a nuestra clienta la cogieron presa por tu culpa, pero no tenemos tiempo ni tampoco vamos a arriesgarnos, quería prostituirte pero tendría que quemarte las cuerdas vocales para que no hables y eso vale mucho dinero así que te vamos a tirar por ahí como la basura que eres.

Aún no podía creer que fuera su madre, el ser que le dió la vida, fuera tan cruel con el, de fondo podía escuchar como su padrastro y su hermana se reían, en momentos como este extrañaba a su abuelo, quería estar en el regazo de su abuelo cómo cuando era un cachorro. Sintió como lo desataban y sintió un golpe en su cabeza que lo hizo caer en la inconciencia.

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Yugyeom venía de Namyangju, había visitado la tumba de sus padres acompañado de su cachorro.

-  Gyu quieres comer helado cuando lleguemos a Seúl.

-  Si papi, de fresa es mi favorito- el alfa le sonrió a su cachorro, definitivamente Beomgyu había sido una bendición en su vida.

Siguió concentrado en su camino no faltaba mucho para llegar a Seúl, aún estaba preocupado Jin lo había llamado para contarle lo que había ocurrido con Jungkook, tenían la misma edad pero el azabache tenía que manejar situaciones que lo dejaban sin palabras.

Estaba concentrado en la carrera y a lo lejos pudo ver cómo unos hombres tiraban algo a mitad del camino decidio bajar la velocidad y vio como los tipos de antes se alejaban a gran velocidad. Manejo con cuidado sin saber que había dejado tirado y decidió rodear el objeto, observo por su ventana y se sorprendió de ver el cuerpo de Jungkook, freno en seco y se bajó del auto.

-  Jungkook, ey Jungkook hablame- no hubo respuesta alguna y le quitó la venda de los ojos se asustó cuando vio sangre caer de los ojos de su jefe.

Cargo el cuerpo del omega y lo subió en la parte trasera de su auto, su hijo se asustó de ver el estado en el que se encontraba el azabache.

-  Papi, porque tiene tantos golpes- Yugyeom tomó de nuevo su asiento en el lado del conductor y encendió el auto revisando a su jefe por el retrovisor.

Sentimiento oprimido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora