CAPITULO TREINTA Y OCHO.

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El corazón, para muchos un simple músculo encargado de bombear sangre al cuerpo, pero para Jungkook no era solo un simple músculo, era la conexión que tenía con su alfa. La marca genera un lazo no solo espiritual, también crea uno físico, un alfa marca al omega y el corazón de este queda atado al del alfa, por esa razón los omegas mueren si el alfa lo hace o si este rechaza el lazo.

Pero es diferente, ellos siempre han sido diferentes, sus condiciones de alfa y omega puros siempre los hace diferente a los demás, el lazo que solo es capaz de hacerlo un alfa también lo hace el omega, el corazón del alfa queda atado al de omega y el del omega al del alfa. Un lazo que une ambos corazones, un lazo igualitario que puede matar a cualquiera de los dos si deciden romper con la cadena que el destino, el tiempo y la luna crearon.

Si se hiere ambos serán castigados, ninguno puede o podrá vivir sin el otro, sus vidas, sus almas, sus corazones, todo su ser está atado con su destinado, con el ser que aman.

Pero muchas veces hay situaciones que se escapan de nuestras manos, situaciones que nos llevan a olvidar quienes somos y lo que hemos echo, muchas veces nos olvidamos de nosotros mismos y dejamos que una persona ajena a nueatro corazón nos controle como si fuéramos un títere, un ser inerte, sin vida, una simple lata vacía.

Ese fue el caso de Taehyung, olvidó quién era, lo que había vivido y se dejó llevar por una hermosa vida pintada de mentiras tras una linda sonrisa.

- ¡Kim Taehyung me estás escuchando! ¡No me ignores soy tu pareja!

Todo era una rutina, salió del hospital y llegó a su hogar con su pareja pero por una extraña razón no se sentía feliz, no se sentía completo, sentía el cuerpo frío y sentía como su corazón se retorcía en dolor, el rostro de aquel omega castaño desconocido siempre repitiéndose en su mente.

- Jennie, no grites me duele la cabeza.

- ¡Me importa una mierda si te duele o no la cabeza escúchame! ¡Soy tu novia deberías escucharme!

Siempre era lo mismo Jennie histérica gritando todo el tiempo y Taehyung hoy como todas las veces tomaba su chaqueta, sus llaves y salía del departamento con gritos detrás suyo, pero librándose de aquella beta que solo le traía dolores de cabeza, no sabía cómo la había escogido como su pareja.

Bajo las escaleras del edificio y dejo salir toda su frustración en un suspiró, cuando su cuerpo estuvo fuera de aquel lugar al cual estaba intentando llamar hogar. Por lo que le contó Jennie, su novia, fue que hace dos semanas tuvo un accidente en su auto y perdió la memoria, según sabe no tiene familia, es huérfano, estudio fotografía y tiene su propio estudio, además que lleva unos cinco años de relación con la beta, no se la aguanta una hora no sabe cómo se la aguantó tanto tiempo.

Camino sin destino aparente, solo quería estar lejos de su pareja, todo sería más fácil si pudiera gritarla y lanzarla por una ventana. Pero Jennie le dijo que sus tres primeros años de relación el la había maltratado psicológica y físicamente, se le hizo extraño perdió la memoria pero no su escencia, era amenazante pero no llegaría a golpear a una persona que es importante para él.

Así que era un lucha constante entre su lobo y él, su parte animal le decía que le clavará los colmillos a la jóven, pero Taehyung se controlaba. Además todas las noches su lobo lloraba en un rincón de su alma extrañando a algo o a alguien no estaba seguro, solo sabía que aquel chico que vio en el hospital hizo estragos dentro de él y cada que parecía que iba a perder el control la imagen del chico lo hacía volver a sus cables, todavía recordaba aquel encuentro siendo grabado en su piel y alma quedando una sensación extraña, algo tan fuerte que no podía expresar con palabras.
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Sentimiento oprimido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora