Sentimiento oprimido.

CAPITULO CUARENTA.

"Tae"

Una cabellera azabache era lo único que podía ver, una cabellera y una hermosa sonrisa.

"Tae, eres lo mejor que pudo llegar a mi vida"

Una extraña sensación de calor y cariño llegó a su pecho, una sensación tan fuerte que se sintió tranquilo, protegido, acompañado, amado. Una sensación tan cercana a él pero tan ajena a la vez.

"Tae, amor"

"Jung..."

Lo despertó un golpe en su rostro, había tenido el mismo sueño tantas veces y siempre era despertado cuando iba a decir el nombre de aquel azabache con hermosa sonrisa. Sintió más golpes en su rostro pero no quería abrir los ojos, no quería toparse con la misma pesadilla de sus últimas semanas, estaba harto, y si había intentado terminar el intento de relación que tenía con Jennie, pero está amenazó con quitarse la vida agarrando un cuchillo de la cocina y llevándose lo al cuello.

Se asustó, no quería ser el responsable de una muerte, no podría cargar con la imagen de alguien quitándose la vida frente a sus ojos.

- ¡Taehyung que te levantes!

- ¡Joder no puedes hablar como alguien normal! ¡Siempre tienes que gritar! ¡Deberías ir a un psiquiatra loca!- otro golpe en su mejilla fue suficiente para que levantará de la cama y corriera al baño cerrando la puerta con llave, una beta histérica tocando demasiado fuerte para su sensible cabeza que le dolía como el infierno.

Se quitó la ropa de dormir y se metió a la ducha dejando que el agua recorriera su cuerpo en un intento de darse consuelo, aquel chico de sus sueños no abandonando su mente en ningún momento.

"Tae, amor"

Se sentía tan bien al recordar su nombre acompañada de esa palabra tan efímera, porque eso era lo que el pensaba del amor, era algo efímero, algo pasajero. O eso estaba sintiendo con su pareja, no sabía si se debía a su accidente o si el estaba haciendo las cosas mal, pero el no sentía amor por Jennie, de por sí el no recordaba lo que era amar.

Pero siempre que tenía el mismo sueño algo muy dentro de él le decía que amaba a ese chico, lo sentía, su lobo, su subconsciente y el mismo sentían tanto amor por la silueta borrosa que creaba su mente cuando dormía. Y pensó que se estaba volviendo loco incluso pidiendo una cita con el doctor que lo atendió en el hospital, creyó que estaba perdiendo la cabeza, se le hacía ilógico sentir algo inexplicable dentro suyo cada que esa sonrisa llegaba a su mente, para el no tenía sentido.

Cerró la llave cuando terminó de ducharse, sintiendo como el silenció lo abrazaba dulcemente, cepillo sus dientes y salió del baño que daba directo a su habitación, su compañía siendo la soledad y la verdad no le incómodaba. Se vistió y arreglo, también se dió valor acompañado de cordura para poder enfrentar a la beta, salió de su habitación encontrado a Jennie sentada en la mesa del comedor.

Cuando está sintió su presencia alzo la mirada con el ceño fruncido y le lanzó las llaves del auto a Taehyung, este recibiendo las en el aire.

- Nos vamos cariño- Y no, no quería salir pero sabía que no tenía elección, tomo una manzana del frutero y salió del departamento con la beta colgada de su brazo.

Ambos llegaron al estacionamiento y subieron al auto, al parecer su hermosa loca, ay que pena que descuidado, su novia, quería ir de compras el centro comercial, que día tan divertido.
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Llevábamos al rededor de unas cuatro horas en el centro comercial, llendo de un almacén a otro, para que la muy insoportable no allá comprado nada todavía. Pero bueno ella me decía que como se veía yo solo era honesto, se veía horrible con todo, tiene más trasero una pared que ella. O tal vez estoy siendo muy cruel, no lo sé y tampoco es como si me importará, ella entro sola a la última tienda, probablemente allá dañado su ego, que triste, me quedé sentado en una banca fuera de la tienda de ropa, pero lo sentí, sentí aquella presencia del chico que siempre observaba en el parque.