CAPITULO DIECINUEVE.

232 24 1
                                    

A Jungkook ya le faltaba un mes pará graduarse y estaba muy ocupado y estresado con su tesis, el echo de no poder ver lo que estaba haciendo lo frustaba. Además había estado discutiendo mucho con Taehyung en las últimas semanas, el alfa le peleaba mucho por el echo de que Yugyeom estuviera casi todos los días en la casa de ambos, incluso había dejado de llevarlo a la universidad la discusión de esa vez termino en "Dile a tu querido Yugyeom que te lleve a la universidad, porque yo no te voy a llevar"

Todo eran celos, Jungkook jamás engañaría a Taehyung pero este no soporta que Yugyeom esté cerca de él, le disgusta que su novio huela a otro alfa que no sea el y Jungkook entiende eso, los alfas son muy territoriales, pero el castaño estaba exagerando las cosas. Estaba yendo solo a su universidad, había contratado a un chófer beta que lo llevará y lo recogiera, quería hablar con Taehyung pero este simplemente no escuchaba, seguían durmiendo en la misma habitación pero se sentía tan distantes y esa distancia mataba a ambos así no lo de mostrarán.

Jungkook estaba esperando en su salón de clases a qué el beta de nombre Félix llegará por el, escucho que su celular sonaba y lo saco de su bolsillo, contestar era algo mecánico podía hacerlo sin dificultad alguna.

- ¿Hola?

- Señor Jungkook, estoy en un tráfico horrible, tardaré un poco en llegar, por favor discúlpeme y no se mueva de su salón.

- Está bien Félix no te preocupes- Jungkook colgó la llamada y no se movió de su lugar, la universidad era mucho más solitaria sin la presencia de Jimin, ya solo le faltaba un mes, tan solo tenía que resistir un mes más.

Siempre se ubicaba al lado de la ventana, le gustaba poder distinguir la poca luz que sus ojos reconocían, de vez en cuanto se ponía a recordar los diferentes paisajes que había visto. Nunca pudo ir al mar, su abuelo intento llevarlo muchas veces pero su madre lo encerraba en su habitación o simplemente los golpes no le permitían moverse, pensar en su situación con su familia lo ponía triste y no por que el viviera el maltrato, le ponía triste toda esa situación de violencia, le ponía triste saber que habían muchos más niños y adolescentes que sufren lo que el sufrió, le gustaría poder ayudar a cada uno de ellos pero no podía, a veces el mundo le parecía tan injusto, como si nadie pudiera ser feliz por completo, nadie tiene una familia, o una relación y amistad perfectas, hay demasiadas personas con las cuales estar pero nunca con quién ser.

Algo dentro de su corazón se sintió pesado al tener esos pensamientos, dejo que sus ojos descargaran toda la tristeza que sentía su alma pero se asusto cuándo sintió una mano en su rostro limpiando las lágrimas, se alejo por instinto.

- Perdón, no quería asustarte- era una mujer, nunca había escuchado esa voz, no estába familiarizado- Tal vez no me reconozcas, mi nombre es Rose, también estoy en la facultad de economía pero estoy un semestre más abajo que tú.

- De razón no podía reconocer tu voz, mi nombre es Jungkook- sintió la presencia de la chica más cerca, era una alfa.

- ¿Puedo sentarme junto a ti?- Jungkook asintió y pudo sentir el aroma de la chica, olía a almendras y hierba buena, un olor poco común en alfas.

- Hueles, no hueles como los alfas pero eres una verdad- escucho a la chica reír.

- Mis madres son omegas, aún así yo me presenté como alfa, pero mi olor es más suave por venir de madre omegas- Jungkook asintió, se sentía cómodo con la presencia de la chica.

- Dime Jungkook porque llorabas- el azabache soltó un gran suspiro, no le agradaba hablar de sus sentimientos pero sentía que podía explotar en cualquier momento, Jimin había estado ocupado con su nueva boutique y Jungkook no quería ser una distracción.

Sentimiento oprimido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora