CAPITULO TREINTA Y SEIS.

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Había un pequeño cachorro corriendo de un lado a otro asustado porque su papi Kookie habia estado vomitando mucho últimamente, estaban solos en la casa, su papi TaeTae estaba trabajando y llegaría en una hora según el reloj de la sala. Un omega castaño salió del baño con una mano en su boca y su frente perlada en sudor.

- Papi- el pequeño corrió hacia Jungkook y tomo su mano para guiarlo hasta el sillón- No te muevas, iré por un vaso de agua.

Jungkook simplemente asintió no tenía energía para decir algo, escucho los pequeños pasos apresurados de su pequeño alejarse, y estuvo atento ante cualquier ruido que le indicara que el cachorro estaba en peligro. Segundos después volvió a sentir pasos pero más lentos y pronto en sus manos tenía un vaso con agua que bebió rogando por qué su estómago no se lo hiciera devolver como todo lo que estaba ingiriendo.

- Gracias bebé- Jungkook dejo el vaso en la mesa que estaba al frente y abrió sus brazos hacia Gyu, el cachorro no tardó en recostarse en los brazos del omega, de su papi Kookie.

- Papi deberías ir al médico- Jungkook hizo oídos sordos y sumergió su nariz en el cabello del cachorro, pronto los dos quedaron recostados en el sillón, el cachorro era abrazado y escondido por el cuerpo del omega.

- Te amo mucho Gyu- cayó dormido, Beomgyu vio el rostro de su padre y se asustó de ver su rostro más blanquito de lo normal, le asustaba quedarse solo, abrazó más fuerte el cuerpo de Jungkook y espero ansiosamente a qué su papi TaeTae llegará.
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Un alfa iba conduciendo de regreso a su hogar, estaba ansioso su ahora castañito llevaba unas dos semanas sintiéndose mal, le dolía dejarlo en ese estado, pero Jungkook le insistía en que ambos tenían que ir a trabajar. En la mañana Jungkook iba a la oficina y Taehyung se encargaba de Beomgyu, por la tarde Tae iba a la oficina de fotografía y Jungkook cuidaba del cachorro.

La pantalla de su auto le indico que tenía una llamada y sonrió al ver el nombre de su madre en esta, contesto con una enorme sonrisa en su rostro, el mismo sintiéndose tranquilo con la llamada de su madre.

- Hola.

- Cachorro cómo estás, ya saliste del trabajo.

- Si ma, voy de regreso a casa, Jungkook últimamente se ha sentido mal, quiero llegar rápido.

- Ve con cuidado no quiero que tengas un accidente cariño.

- Lo haré ma, no te preocupes.

- Tae, mañana me gustaría hacerme una sesión de fotos en tu estudio, se que hace poco nos hicimos una todos, ese retrato familiar quedó muy hermoso. Pero quiero una sesión mía, nunca he tenido una, de joven no me sentía segura para tomarme fotos, espero que no sea tarde.

Taehyung sonrió con algo de nostalgia, sabía que su madre era insegura por culpa de su padre, le encantaba la idea de que se hiciera una sesión fotográfica, la admiraba mucho, la amaba con todo su corazón.

- Podrás tener cien años y te seguirás viendo igual de hermosa, eres la única flor que no se marchita, eres una hermosa flor, mañana te haré la mejor sesión de fotos, si tú eres la modelo todo saldrá perfecto.

- Ya sé cómo convenciste a Jungkook de que estuviera a tu lado, alfa coqueto y seductor, oh Dios que hijo el que me ha tocado.

Dos risas se escucharon en la llamada y Taehyung casi podía imaginarse la cara que tenía su madre en ese momento, era buena actriz para el drama.

- Te toco el mejor hijo del mundo.

- Lo sé, siempre has sido el mejor, mi cachorro.

Taehyung sonrió y la llamada de su madre le hizo compañía hasta que llegó a su hogar, se despidió de su madre y le prometió que en la mañana iría a buscarla, era fin de semana, hablaría con su omega para que en la mañana pudiera estar con su madre.

Sentimiento oprimido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora