CAPITULO TREINTA Y UNO.

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La pareja llego a Corea y se encontraban saliendo del aeropuerto cuando Jungkook pudo sentir unos bracitos envolver sus piernas, una sonrisa traviesa escapando de sus labios al saber de quién se trataba, se agachó a la altura del cachorro que lo abrazaba, acariciando su rostro y dejando muchos besos en el.

- Kookie, te extrañe.

- Yo también te extrañe mucho pequeño.

Yugyeom llegó corriendo a dónde ellos se encontraban, su pecho subiendo y bajando por el esfuerzo que hizo al correr detrás de su hijo.

- ¡Kim Beomgyu! Que te he dicho de correr y de soltar mi mano- el niño hizo pucheros con sus labios, estrujando el corazón del alfa castaño, el cual lo tomo en sus brazos y lo elevó por el aire sacándole dulces risas al cachorro.

- Ya no te enfades Yugyeom, Gyu no lo volverá a hacer verdad cachorro.

- Shi, promesa a TaeTae- Yugyeom se sintió ofendido de que su hijo le hiciera más caso a ese par que a él.

- Con ustedes no se puede definitivamente, miman mucho a los niños- y supo que lo estaban ignorando al ver cómo alfa y omega besaban el rostro de su cachorro, algo doliendo en el pues está mañana se había levantado con un mal presentimiento, su lobo estando al pendiente de su hijo.

- Bueno es hora de irnos, te veo para la cena Tae, iré con Gyu y Yugyeom.

- Tendré todo preparado- Jungkook le dió un beso casto a su alfa y partió hacia el hospital para la vacuna del pequeño Gyu.
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Llegaron al hospital y habían tomado su respectivo turno faltando tres para llegar al turno de ellos, se sentaron en la sala de espera, el cachorro no separandose de Jungkook en ningún momento Yugyeom mirando la escena con notable nostalgia en su rostro, cosa que no pasó por alto Jungkook si bien no podía ver su rostro pero su olor más amargo lo delataba.

- ¿En qué piensas?- Yugyeom sacudió su cabeza e intento hacer que su voz no flaqueara en el intento de contestar la pregunta del azabache.

- En nada, en qué estás mucho más bronceado, te hacía falta salir al sol- Supo que no se salvaría cuando Jungkook le alzo una ceja, suspiró mirando como su cachorro caía dormido en los brazos del azabache- Pensaba en Gyu, es decir es muy unido a ti, en parte me duele porque el nunca tendrá ese cariño de omega.

- Que pasó con tu pareja- Una nube negra se poso en la mente del alfa recordando lo cruel que la madre de su niño había sido.

- Al inicio ella no quería tener al cachorro, iba a abortarlo, no la deje, le rogué Miles de veces para que no lo hiciera, deje de estudiar en la universidad porque el trato era que tenía que cubrir absolutamente todos los gastos que conllevaba el embarazo, así que empecé a trabajar para cumplir sus caprichos porque eso eran caprichos, entiendo lo de los antojos pero dudo que los bolsos caros y ropa costosa sea parte de ellos. El embarazo fue difícil, salía de fiesta, fumaba y tomaba demasiado, me preocupaba siempre la salud de mi cachorro, no te imaginas cuántas veces quería cambiar de papeles con ella, que fuera yo quien llevará a esta criatura dentro mío y no ella, cuando el cachorro nació ella me dió la custodia y desapareció de nuestras vidas para nunca más volver, no sé dónde está ni tampoco me interesa- Jungkook acarició el cabello del cachorro dormido en sus brazos.

- Bueno estás tú, con tu cariño yo sé que él se siente seguro y muy amado- El alfa intento borrar las lágrimas que se juntaban en sus ojos.

- Para serte sincero es la primera vacuna a la cual lo acompaño, la mayoría de veces me la pasé trabajando para poder ayudar a mi hermana con sus estudios y poder comprarle lo necesario a Gyu, estoy conciente que no pasaba mucho tiempo con él por el trabajo, hasta este año cuando me contrataste, se que no podré recuperar el tiempo perdido con mi pequeño, pero espero estar para él lo más que pueda.

Sentimiento oprimido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora