CAPITULO TREINTA Y CUARTO.

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Dos lobos, uno con ganas de acabar con cualquier cosa a su paso solo para poder salvar a su cría, a su cachorro. Chanyeol desde el auto había alcanzado a escuchar los planes del hombre, su plan inicial se había visto interrumpido, si Jungkook luchaba contra Yoongi no había manera de que su lobo sometiera al de Min.

Chanyeol salió del auto y se quedó cerca de la bodega ocultando su presencia, Min tenía que soltar al bebé si el quería atacar. Busco a Jungkook y a Yoongi, los encontró más no le gusto el color escarlata en el suelo, y las heridas en el cuerpo de Jungkook manchando su pelaje blanco.

Yoongi atacaba con la idea de matar en su mente, su razón lo había abandonado y ahora solo actuaba por instinto, mordía y gruñia, mientras Jungkook intentaba esquivar cada ataque con ayuda de sus otros sentidos, logrando lo, pero también obteniendo muchas heridas. El lobo de Yoongi era muy rápido y no le daba tiempo de atacarlo de frente, siempre tenía que hacerlo de lado logrando herir los costados del lobo.

Más Yoongi siempre atacaba su espalda abriéndole heridas, el lobo azabache se lanzó hacia el lobo albino, Jungkook tardo en reaccionar y Yoongi logró tirarlo al piso mordiendo su cuello ejerciendo fuerza. El cuerpo del lobo albino se retorcía intentando safar la mordida, su intento siendo en vano, más uso si ingenió y mordió una pata hasta el punto de romperla haciendo que Yoongi aullara de dolor, soltando su cuello, momento en el que Jungkook logro ponerse de pie de nuevo.

Se levantó y tomo posición de ataque sintiéndose mareado por la perdida de sangre pero obligándose a si mismo a mantenerse de pie, el lobo azabache con la pata rota solo se había enfadado más atacando al albino sin piedad alguna, Jungkook esquivando con ayuda de sus oídos llevándose rasguños en su cuerpo, no tenía energía para acabar con el lobo de Yoongi.

Jungkook logro sentir la presencia de Chanyeol, tenía que dominar al lobo de Yoongi y encargarse de qué Min soltará al cachorro para que Chanyeol pudiera atacarlo. Sabía que el lobo azabache estaba delante de él, le gruño fuerte, ambos lobos deteniéndose en su lucha y caminando en círculos.

Marcando territorio, imponiéndose en el lobo del contrarió, más el lobo de Yoongi no tenía efecto en Jungkook y eso solo hacia que sus ojos brillarán en rojo vivo, en la sed de sangre. Un gruñido se hizo escuchar en la bodega, uno muy potente haciendo que los alfas presentes se congelarán ante la presencia del lobo albino, Yoongi agachó su cabeza queriendo atacar a Jungkook pero su cuerpo no respondiendole, tensó por la presencia de Jungkook.

Min se enfureció, a pesar de que se había roto los oídos para que el lobo de Jungkook no tuviera presencia en el propio de él, no lo había logrado y eso lo enfureció, luchando con su parte animal saco un arma y apunto hacia Jungkook, disparó pero su sordera provocada le había hecho perder su equilibrio fallando en el tiro. La bala no le dió a Jungkook pero si le dió a Yoongi haciéndolo caer al piso chillando de dolor, mutando a su forma humana llevando sus manos a la herida de su abdomen miéntras una mueca de dolor se asomaba en su rostro.

Jungkook se acercó aún en su forma animal a Yoongi y se puso alerta cuando sintió la presencia de Min aún más cerca de ellos, con su cuerpo cubrió el de Yoongi, pero estaba asustado, no podía ver a Min, no podía ver si les estaba apuntando con el arma, tenía miedo.

- ¡Eres un idiota Jeon! ¡La bala era para ti, no para mi hijo!- Jungkook por dentro temblaba pero no perdió su postura ruda logrando intimidar a Min con sus ojos.

Min volvió a alzar el arma delante de Jungkook, iba a disparar pero el cachorro en sus brazos estiró su pequeña mano, alcanzando la de su abuelo. Min miro a su nieto y el recuerdo del nacimiento de su propio cachorro llegó a su mente, su parte humana había tratado tan mal a su propio hijo, pero su lobo siempre guardaba un sentimiento de amor profundo hacia su cachorro, causándole problemas a Min.

Sentimiento oprimido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora