Black and White

Capítulo 17

¡HELLO! ¡El primer capítulo del año! ¡Yei! 

Ojalá que tengan un buen año, ya saben que las amo asdfghjklñ. 

En unos días me iré de vacaciones (viiiiiiva) así que será un poco muy difícil actualizar, pero lo haré. No tan seguido como estuve haciendo ultimamente, pero lo haré. 

Tal vez luego suba otro capíulo y en la semana otros dos. Y así. 

Nos vemos, 

Camila C.

Capítulo 17

No dejé caer mi celular por no sé qué. La sangre comenzó a circular de manera rápida y parecía  que me hiperventilaba.

Finnegan McQueen.

Todo encajaba. Por eso cada vez que estaba con Finn alguien interrumpía. Por eso siempre escuchaba la palabra “aléjate”. Es por eso que todo pasó cuando él llegó a mi vida.

Pero, ¿por qué? ¿Por qué alejarme de él? Está bien, tal vez Finn no sea el más bueno del mundo Y tampoco es un libro abierto. Pero, él no es malo. Yo solo, simplemente lo sé.

— ¿Por qué? —susurré.

—No…—se agarró el estómago.

Ok,  casi vomita. Entiendo que le pegué demasiado. Estoy en contra de la violencia, pero, ¡vamos! Me estaba jodiendo la vida, estaba asustada y tenía que demostrar que podía. Soy una loba, así que me tendré que acostumbrar.

—No te puedo dar esa información—logró decir.

¿Tenía que insistirle a un extraño? Qué más da, un golpe y listo.

Te estás volviendo violenta.

Me agaché hasta quedar a su altura.

— ¿Por qué me tengo que alejar de Finnegan, Hamilton? —pregunté, haciendo énfasis a cada palabra.

—Me estás intimidando—tosió, lanzando una leve risa—. Podrías conseguir muchas cosas así.

—Lo único que quiero es que me respondas mis preguntas—lo miré—. O tu cuerpo no responderá nunca más.

—Hice un juramento, lo lamento—dijo—. Pero, no le preguntes. Aléjate sin más.

— ¿Por qué debería confiar en ti? —me paré y di media vuelta, yendo para el supermercado.

Pero, su voz me detuvo.

—Porque quiero protegerte, a tu raza, Magali—susurró—. Él es malo, no te imaginas que haya detrás de él.

Pero me fui, porque no sabía cómo reaccionar o que responder. ¿Quién era? ¿Por qué Finn? ¿Qué rayos es? Porque, Hamilton no era humano. Pero, no era un lobo blanco, lo conocería. No es que conozco a todos, pero él me lo diría, no tendría problema.

Luego de comprar me dirigí a mi casa, con el corazón en la boca. ¿Y si Hamilton me seguía?

Le di el café a mi papá y me dirigí a mi habitación, con mi helado. Hice la tarea, estudios y lectura del día. Me acosté más temprano de lo normal.

— ¿Cómo dormiste? —preguntó mi madre al baja.

—Más o menos—fruncí la nariz—. No fue la mejor noche.

—La mía tampoco—suspiró.

Se dirigió a la cocina para limpiar los platos. Fruncí el ceño.