Vivir sin ver amanecer

CAP III

Ding Dong

El detective picó al timbre y esperó tras la puerta con las manos en los bolsillos mientras esperaba a que alguien le abriese. Tiempo atrás, no habría dudado en cruzar la puerta sin picar ni preocuparse, pero desde lo que pasó la última vez que vino a esta casa, se sentía más avergonzado y cortado.

"Kudo."

Agasa le recibió tras abrir la puerta. Su cara se había vuelto más seria con el paso de estos meses y su última discusión, no había mejorado mucho las cosas.

"Hola profesor, ¿Puedo pasar?" Preguntó Kudo suavemente.

"Claro, adelante." Contestó haciéndose a un lado.

El profesor preparó café y ambos se sentaron en silencio en el sofá mientras Shinichi estudiaba la casa de reojo.

Desde que Shiho se había ido, esa casa era un completo desastre. El profesor no llevaba muy bien ese asunto y su vida personal estaba un poco revuelta con todo lo que había pasado. La mayoría de cosas estaban por el medio, había una pila de platos infinita en la pica de la cocina y por su aspecto, no se estaba esforzando por cuidar la dieta que tanto le había exigido Shiho años atrás. Río al recordar cómo se enfadaría la pelirroja si tuviese la oportunidad de ver el desorden que ahora era esa casa. Pero no la tenía.

El profesor se quedó callado mientras esperaba que el detective iniciase la conversación.

"Siento mucho lo del otro día." Se disculpó avergonzado. "Se que es una situación difícil."

"No pasa nada." Contestó aceptando las disculpas. "Yo tampoco tenía por qué chillarte, tú no tienes toda la culpa."

"¿Y a quien debemos culpar?" Preguntó Kudo sintiendo impotencia y recordando su último encuentro con su viejo amigo.

Flashback

"¡Profesor soy yo!" Chilló adentrándose a la casa con su llave de repuesto.

La casa estaba más silenciosa de lo normal y él empezó a buscar por el interior hasta encontrarle en el último sitio que quería visitar de esa casa, el laboratorio de Ai. No había vuelto a bajar ahí desde que Ai le había dado el antídoto definitivo. Días antes del encuentro con la organización.

No quería pensar en ella y sentir dolor. Así que había aprendido a apartarla de la vida que tenía ahora. La apartaba de su mente en cuanto aparecia.

"¿Profesor?" Preguntó al verle sentado frente del ordenador. Las luces estaban apagadas, solo tenía encendida la pequeña lampara que se encontraba a su lado. Parecía concentrado.

"Kudo." Dijo sin mirarle. "¿Necesitas algo?"

"¡Voy a casarme Agasa!¡Se lo he pedido!" Dijo muy alegre mientras alzaba las manos victorioso. "Después de todo este tiempo he podido sacar el valoro para hacerlo."

"Felicidades." Contestó no muy entusiasmado, cerrando la pestaña que tenía abierta en el monitor.

"¿Todo bien?" Preguntó Shinichi frunciendo el ceño. Realmente, se esperaba más entusiasmo de su parte.

"Todo va genial, ¿no lo ves?" Dijo irónicamente señalando a su alrededor vacío.

Kudo entendió el mensaje al momento.

"Perdona por venir tan directo, ¿Cómo estás?" Preguntó más tranquilo, intentando rectificar.

Hacía semanas que no pasaba a ver a su viejo amigo y cuando lo hacía sólo era para pedir algo o preguntar cualquier cosa. Su relación con Ran le había aislado de todo, sólo había estado pendiente de ella, intentando recuperar el tiempo que le había echo perder esperándole.