CAP XXX

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"Creo no, es ella. Esta su firma." Confirmó el detective.

"¿Y que quiere?" Preguntó Akai completamente atento.

Hubo un silencio en el teléfono mientras Kudo releyó por encima la carta. ¿Qué quería ahora esa mujer y porque le escribía después de todo el tiempo que había pasado? Estaba confundido y sorprendido. Esa mujer siempre le sorprendía, pero prefería haberla perdido de vista. Solo le conseguía traer malos recuerdos.

"Bueno...No parece que ponga nada claro o específico en la carta...pero comenta que quiere que vaya a verla para hablar conmigo." Le comentó confuso.

"¿Hablar contigo?¿Sobre qué?"

"No lo se, yo estoy igual de confuso que tu." Le dijo volviendo a guardar la carta. "¿Ha habido alguna noticia relacionada a la organización estas últimas semanas?"

"Hace tiempo que no. Todos están muertos o encerrados, así que, después de que saliese Shiho, se archivó toda la información y se cerró todo definitivamente." Le explicó Akai.

"¿Entonces de que quiere hablar conmigo esa mujer?" Preguntó extremadamente confuso y curioso. No sería nada bueno, viniendo de alguien como ella...

"No lo se Kudo..." Dijo igual de confuso. "¿No pretenderás ir a verla, verdad?" Preguntó conociéndole.

"Em, bueno...no lo se. Puede que sí." Contestó el moreno.

"¿Por qué?¿Qué necesidad tienes de reunirte con esa mujer? Seguro que solo quiere sacarte información o aprovecharse de ti con esa visita." Le comentó Shuichi.

"Ya lo se, voy a ser precavido, no soy tonto, ambos conocemos la manera de trabajar de Vermouth. Pero si tiene algo que decirme, quiero ir y escucharlo."

***

"No tienes porque estar nerviosa, le vas a gustar a todos." Dijo Rei caminando tranquilamente por la acera sin soltar el agarre de su mano.

"Yo no estoy tan segura de eso...no conozco a nadie, Rei." Dijo apretado su mano ante la inseguridad que empezaba a sentir. "Son tus compañeros de la carrera, no se porqué has insistido en que te acompañe, no pinto nada en esa cena."

"Eres mi mujer Shiho." Le dijo sonriéndole con cariño. "No sobras en ningún lado y menos si vienes como mi acompañante, será una cena divertida, hace años que no veo a la mayoría de ellos."

Ella le sonrió al ver la ilusión que se notaba en su mirada. No le costaba mucho convencerla cuando le sonreía de esa manera y no quería ser una corta rollo con sus comentarios. Rei se portaba realmente bien con ella y apenas solía objetar cuando ella le pedía que le acompañase a algún lado. Ambos eran personas con un circulo familiar muy reducido. Ella, no tenía mas que un par o tres de amistades con las que podía contar y los únicos familiares que tenía eran Shuichi, sus hermanos y Mary. Y él, tenía una relación bastante pobre con sus padres, no tenía hermanos y las personas más cercanas a él eran algunos de sus compañeros de trabajo.

Llegaron al restaurante pocas calles después y se quitaron los abrigos al entrar y chocar con el calor ambiental que hacía allí dentro. Casi todas las mesas estaban ocupadas y aparte de la cena de reencuentro que ellos tenían reservada, parecía haber un par de grupos más.

Caminaron por el pasillo mientras seguían a la camarera que les conducía a la sala donde la resta de los compañeros del rubio ya estaban sentados y bebiendo.

"¡Pero mirar quien ha llegado!¡Rei, cuanto tiempo sin vernos!" Dijo un hombre moreno acercándose a él.

"No sabíamos si vendrías." Comentó una chica acercándose a él para darle un pequeño abrazo. "Te veo muy bien, me alegra que hayas podido venir."

Vivir sin ver amanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora