Tres semanas más tarde...
"El otro día estuve hablando con él." Le comentó mientras le observaba y suspiraba.
"¿Todavía estás con eso?" Le preguntó Shiho dándose cuenta hacia quien miraba.
"Es amor, Shiho." Dijo girándose para mirarle. "Nos miramos cuando hablamos y yo lo sentí, se que él también." Dijo emocionada. "Hay química entre nosotros."
"¿Y de que hablasteis?" Le preguntó la pelirroja. "¿De la vida salvaje que os daréis cuando salgas de aquí?" Preguntó bromeando mientras dejaba la bandeja ya vacía y salía del comedor de su lado.
Ame se sonrojó y le dio un codazo a su compañera. "No te burles del amor que siento." Dijo riendo. "Al menos ahora se cómo se llama. "
"Gran progreso, ya te queda un paso menos para llegar a su corazón." Siguió bromeando. "O a su cama..."
"¡Vamos Sherry!" Dijo Ame muy roja mientras recorrían los pasillos. "¿Y tú que?¿Es que nunca te has enamorado de nadie?"
"Hace mucho ya de eso..." Contestó sentándose en una de las mesas de la sala. No quería recordar recuerdos amargos ni sacar a flote emociones medio enterradas.
El patio estaba abierto y aún tenían un par de horas antes de tener que volver a encerrarse en la habitación. Ni nadie la liaba, claro está.
"Entonces, cómo buena amiga, deberías animarme." Dijo la morena fingiendo enfado. "Yo te he ayudado con eso." Dijo recordándole el teléfono que le había ayudado a conseguir.
"¿Ayudarte para que te enrolles con uno de estos agentes de seguridad? No, gracias." Contestó abriendo el libro de bolsillo que traía con ella. "Sólo conseguirás que lo despidan y tú, puede que acabes un tiempo en aislamiento. Y es diferente, tú también me has ayudado para aprovecharte de mi favor así que no te quejes." Dijo recordándole las llamadas que le había pedido que le dejase hacer.
Ame resopló ante su respuesta. "No me ayudan mucho tus palabras. Eres una corta rollos."
"Solo soy realista." Contestó sin dejar de leer.
Ambas se quedaron en silencio. La morena se encendió un cigarro mientras la pelirroja leía tranquilamente. Pasó unas cuantas páginas hasta que la mirada que sentía sobre ella empezó a incomodarle.
"Nos está mirando." Dijo Ame sin poder guardarse la emoción.
"Es un guardia, nos vigila a todas." Contestó su amiga sin más. Pero esa sensación siguió incomodando, así que levantó la mirada y la clavó en él. No las estaba mirando, la estaba mirando a ella. Tenía los ojos claros y en cuanto conectaron con los suyos intentó desviar la mirada y disimular.
"Olvídate de él" Dijo sin dejar de mirarle, haciendo que sus miradas volviesen a ajuntarse. "Es un lobo con piel de cordero."
Ame no estaba convencida de dejar escapar esta oportunidad que veía. Llevaba cinco años encerrada en ese lugar sólo rodeada de mujeres, ¿Por qué no podía divertirse con un chico si se le daba la oportunidad?
Shiho, en su punto de vista, no veía a ese joven con intenciones de corresponder los sentimientos de su compañera y menos con buenas intenciones. Por no hablar de que era algo tajantemente prohibido.
***
"¡Felicidades Kudo" Le felicitó su mejor amigo mientras se hacía paso entre la gente para llegar a él y abrazarle. "Estás cada vez más cerca de los treinta." Bromeó guiñándole un ojo.
"Tu también, te recuerdo que tenemos la misma edad." Le comentó devolviéndosela.
Heiji rio y le ofreció una de las dos copas que cargaba. "Toma. Brindemos por tu futuro." Le dijo con una amplia sonrisa mientras levantaba la copa llena de líquido burdeos.
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Vivir sin ver amanecer
FanfictionÉl ya se lo había dicho anteriormente "Haibara, no puedes huir de tu destino." Y tenía razón. Su destino siempre había estado escrito y después de permanecer a una banda criminal casi toda la vida, no podía esperar que todo acabase sin pagar las con...