CAP II

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Se acarició las muñecas, ahora libres, mientras volvía tranquilamente a su habitación compartida, que para su suerte, estaba vacía. Se estiró en la litera de arriba y se quedó mirando al techo, mientras trataba de olvidar el rostro del detective que acababa de ver. Tenía suficientes cosas en las que preocuparse aquí dentro.

A pesar de su frío carácter y su mala habilidad para hacer amigos, después de llevar un año ahí dentro, de una manera u otra, acabó cogiendo contacto con alguna chica de ahí.

Había entrado ahí sin aparentar miedo, llena de rabia y sin nada más que perder. No había dudado en demostrar que si cualquiera intentaba algo contra ella, se defendería con creces. Aún así, sus miradas hablaban por si solas y no le solía ser necesario meterse en un enfrentamiento. Había abandonado toda la bondad y la poca dulzura que tenía al entrar ahí y había rascaso dentro de ella, para hacer volver a la Sherry que había dejado atrás durante tanto tiempo.

Sólo había pasado un año y si no actuaba de esa manera, no sobreviviría a los siguientes.

Toc toc

"¿Se puede?"

Se giró hacia la puerta para contemplar la larga melena oscura de su compañera de cuarto.

"Claro, pasa." Contestó volviendo su mirada al sucio techo.

Su compañera subió hacia su litera sin permiso, para sentarse a sus pies mientras la miraba con las piernas cruzadas y una mirada impertinente.

"¿Has tenido visita, no?" Le preguntó curiosa.

"Ahá." Contestó ella sin dar detalle.

"¿Y bien?" Preguntó, obviamente queriendo saber más. "Es la primera visita que recibes desde que estás aquí dentro."

"Eso no es verdad. El profesor viene una vez al mes." Le recordó. Le había insistido en que no viniese a verla, pero después de saber que no iba a dejar de hacerlo, permitía que viniese a la primera visita del mes. Y ella, aunque lo negase, le encantaban que lo hiciese.

"Pero eso no cuenta. Esta vez ha venido un hombre así a verte."

Shiho siguió callada.

"¿Y bien?" Volvió a preguntar la morena.

"Nada interesante." Dijo sin desviar la mirada.

"¿Cómo que nada interesante?¿Te crees que no he visto a través de la ventana de la puerta?" Le preguntó la morena alzando una ceja. "¡Vamos, Sherry! Ese hombre era muy guapo, cuéntame un poco anda." Insistió con una sonrisa.

"¿Cuántas veces te he dicho que no me llames Sherry?" Preguntó la científica resoplando.

"Los guardias te llaman así, así que no puedes pretender que nosotras no lo hagamos." Contestó con una sonrisa mientras alzaba las manos, echando la culpa a otros.

"Te odio." Le dijo tirándole la almohada a la cara, sabiendo que no iba a quitarle esa costumbre.

"Mientes." Contestó la morena sonriendo a la vez que pillaba el cojín al aire.

¿Cómo podía estar siempre tan contenta? Eso era un puto infierno.

"¿Es tu novio? No me has hablado nunca de él." Siguió intentando indagar.

"No es mi novio." Contestó tajantemente. "Y no me conoces, Ame."

"Eres demasiado fría, ¿sabes? Pero aún así te tengo cariño igual." Dijo sin más. "No te queda otra que aguantarme unos años más."

"Si no nos pasa algo a una de las dos primero." Contestó Shiho tan tranquila, provocando una fuerte risa entre ambas.

"¿Interrumpimos algo?"

Vivir sin ver amanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora