Buscar chicas para divertirme. Eso debía hacer, la niña de la tienda estaba muy bonita. No paro de coquetearme mientras escogía mis chocolates y mis sodas. Los muertos no regresan. No puedo llorarle para siempre. No lo hare. Guardo mis cosas en el frigobar de mi habitación a oscuras, tengo la mala costumbre de no encender las luces en cuanto llego, entro en silencio cauteloso y vigilante. Quizá regrese a la tienda en busca de un entretenimiento. Pero primero satisfacer mi mas grande vicio. Me trueno la espalda me estiro un poco y comienzo a encender las luces. Todo está perfecto, el servicio de limpieza viene tres veces por semana, no es una mansión, pero es lo suficientemente espacioso como para limpiarlo solo. Mi habitación es la mas grande. Si cualquiera de las personas del trabajo lo vieran se reirían de mí. De mis colecciones. Mangas, comics, juguetes caros, videojuegos entre otras cosas. Que se han ido acumulando y llenan mi espacio.
Salgo de mi habitación y atravieso la sala, el comedor, el resto de la casa que rara vez visito. Y bajo hasta el sótano, donde esta el mayor de mis vicios. Entrenar, entrenar hasta que me la saque, como me he sacado toda emoción de mi vida, sacarla en cada gota de sudor y sangre, lavarme el alma de su recuerdo. Limpiarla de mi vida, de mi piel.
Me quito la chaqueta la lanzo no me importa donde pueda caer. Y me dirijo furioso a desquitarme contra el saco de box que esta en medio de todo, le pego con toda mi fuerza, lo envisto con tanta fuerza, un golpe tras otro, no puedo detenerme, el sudor comienza a brotar, puedo sentir como comienzan gotas a escurrir por mi frente, casi al mismo tiempo una lagrima sale y baja por mi mejilla ocultándose con las gotas de sudor. Sus sonrisas, sus malditas sonrisas que tanto estoy odiando en estos momentos. Es una mocosa malcriada no debió cruzarse en mi camino. No debí permitirle entrar a mi vida. ¿Quién se cree? Maldita mocosa, venir a joder mi vida cuando ya tenia todo lo que quería... con esas malditas sonrisas... pero haberla visto llorar...
Aprieto los ojos y golpeo con toda mi fuerza el saco, tan fuerte que me golpea de la misma manera y ni siquiera puedo predecirlo o esquivar el golpe. Estoy furioso. Y con toda mi furia estoy cayendo al piso derrotado por un gigantesco saco de box.
-maldita sea!!!! – grito con todas mis fuerzas, nadie puede escucharme aquí abajo, y termino hablando para mí mismo solo en medio de mi sótano a media luz. - maldita eres Jeannette. Ojalá estuvieras realmente muerta. Ojalá no hubieras tenido que atravesarte en mi camino. Eres el peor karma que he tenido. Debí haberte matado. Dejarte morir ahí. Después de todo sabias los riesgos, pero solo eres una malcriada que quería salirse con la suya y lo consiguió.
Estoy viviendo la vida o muero, ya no lo sé. La forma en que van las cosas, no sé. Dime por qué estamos tan ciegos para ver ¿Que los que lastimamos fuimos tú y yo?
Ya basta. Suspiro profundamente antes de ponerme de pie en un solo salto esquivando el saco que aun se balancea, apenas me pongo de pie lo detengo para seguir golpeándolo, hasta que sangren mis nudillos. O me canse. Lo que pase primero, o el saco sucumba o tenga que golpear la pared o salir a buscar pelea como antes de conocer a sam. Golpearlo hasta no poder más. Y caiga rendido sin poder despertar hasta mañana, ya no quiero escuchar nada. Sin pasar horas rodándome por la cama mientras escucho casos de asesinos y desapariciones. No puedo permitirme una noche más dándole vueltas al asunto.
Pienso que debería ducharme y salir por la ciudad escuchando buena música, buscando chicas divertidas que seguro de mueren por pasar un rato conmigo, desquitarme mis ganas con ellas.
Que estupidez. Así como estoy podría terminar matando a alguna o llamándolas por tu maldito nombre. Pero querida, ellas no son tu.
Por mas que les haga todo lo que quisiera hacerte, no son tú. Recorrer sus cuerpos y hacerlas gemir. Y llenarme de halagos ya no podrá llenar mi estúpido ego por tu maldita culpa, mis ojeras llevan tu nombre. Cada nueva cicatriz te la dedico. Y deseo de todo corazón, con lo poco que me queda que prosigas tu maldita existencia como la malcriada que eres y no me atormentes más.
Por ti. Por mí. Que terminando esto no tengas que volver a cruzarte en mi vida, ni en esta ni en alguna otra si la rencarnación existe. Sigo golpeando el saco, la sangre comienza a brotar de mis nudillos, tan hermoso que es ver caer cada gota al suelo. Saber que en ese liquido rojo esta parte de nuestra vida. Y se escapa de mis manos. Cayendo al suelo, demostrando lo efímera que es la vida.
Sigo y sigo... hasta que no puedo más. Entonces lo decido. Debo salir, salir de aquí. Escapar de tu recuerdo. Me tomo un momento para recuperar un poco el aliento y entro a la ducha siempre lista para cuando termino de entrenar. Agua caliente y reconfortante. Trueno mis huesos y disfruto del agua caliente en mis nuevas heridas. Mientras pienso que debo ir al nuevo Bar en alguna de mis motos. O mis autos. Recorriendo la carretera. Recordando que no te necesito. Porque tengo todo lo que pedí. Lo que desee y lo que nos llevo hasta aquí. Mocosa mimada.
Salgo de la ducha y me cubro lo esencial con la toalla, aun escurro mientras camino hacia mi cuarto y entro a mi vestidor que ponerme es lo de menos, todo se me ve bien. Todo hará que cualquier chica se derrita de solo verme.
Unos jeans negros, botas con estoperoles una de mis playeras favoritas, una camisa abierta, mi collar favorito. No necesito gran cosa. así que me apresuro y bajo al estacionamiento, lo recorro pensando que debería llevar. Hasta que veo la nueva Harley Davidson. No he tenido la oportunidad de estrenarla. Subo a ella con total seguridad que hasta yo me creo que el plan de hoy funcionara. Enciendo el motor presiono el botón para abrir el portón y salgo de casa, dispuesto a olvidarla.
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otra tediosa noche en París
Romanceamnesia. pasión. acción. traición. secretos. mentiras y mucho dinero dos almas que se persiguen desde milenios atrás odiando no poder estar juntos jamás pero luchando con todas sus fuerzas por estar juntos en esta vida. donde han sido victimas del d...