sin pena ni gloria

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Repaso en mi mente la frase "la vida no esta hecha de sueños" desperté con ella esta mañana pero no recuerdo quien me la dijo. no puedo dejar de pensar en ella. Adi y mi padre no volvieron ni a despedirse de mí. Y no recuerdo a qué hora me dormí, ni el frió sentí y Si no vienen por mi el mayor problema serán los zapatos. Que ridiculez salir corriendo descalza de casa, no se que paso ayer, los días se ponen cada vez mas raros desde que volví. en México todo fue tan tranquilo, algo solitario pero tranquilo y mágico, recorrer sus playas y sus zonas arqueológicas. Probar su amplia gastronomía y tratar de entender sus modismos y extrañas costumbres. Recuerdo haber subido la pirámide del sol y sentir que el mundo estaba a mis pies solo por un segundo. Antes de volver a sentir que todo era insípido, pero solo pisar Francia de nuevo me ha terminado por convertir en esto.

Estoy unos días al limite de las sensaciones y otro al borde del delirio y la muerte en vida. Paso de no tener el más mínimo interés o alegría o tristeza a sentir que todo me duele y me pesa. Me oprime el pecho una extraña presión y alucino voces. Pero que puedo decir. ¿O a quien puedo acudir? Es mi pesar, no le importa a nadie más, decirlo solo hará que empiece a creerme mas que soy una egoísta. Está claro que después de lo de anoche Adi no va a decir absolutamente nada, y después del susto dudo que quiera volver a hablarme. El es uno de ellos, solo uno de ellos, y nada de lo que vivimos años atrás cuenta. Este es el presente. Mi presente y nada de lo que haga parece importar, así que deberé conformarme con no empeorar y perder la cabeza. Conformarme con ayudar a mi familia a salir de su inevitable quiebra antes de que no quede cordura alguna en mí.

¿Y la universidad?

Como pretende mi padre que regrese a la universidad, no recuerda nada respecto a química. Nada respecto a mis maestros o compañeros, ni siquiera se mucho de mi amiga, mi única amiga. ¿Qué le puedo decir? Ni sus mensajes he leído, debe odiarme. Observo el goteo tranquilo del suero y no puedo evitar molestarme con la lentitud con la que lo hace, tan despacio que pareciera que la gota lucha con todas sus fuerzas por desprenderse del resto del suero y ser libre al fin solo para volver a caer uniéndose nuevamente al suero, siguiendo un ciclo tedioso y absurdo, tanto luchar para volver a unirte al suero. Que estupidez.

-buenos días señorita – dice Dali -anoche cuando vine a verla ya estaba descansando. como se siente el día de hoy? En un rato viene el medico a evaluarla.

-buenos días estoy mejor muchas gracias por estar al pendiente. ¿Sería tan amable de ayudarme con el suero? Creo que necesito ir al sanitario

-por supuesto que si señorita – dice apresurándose a bajar el suero para ponerlo en uno de esos ganchos móviles para que pueda caminar, me siento bien realmente, el mareo se fue y ahora solo quiero ir a mi casa y quedarme encerrada en mi cuarto para estar lo mejor preparada para mañana. Lunes.

Las chanclas del hospital no son de mi talla, pero son excesivamente confortables, me siento como anciano olvidado en el asilo. Que triste debe ser esperar algo de compasión de tu familia para que vayan a verte. Tampoco es como que me importe si ellos preguntan por mí, pero debe ser horrible que des tu vida cuidando de tus hijos y que te boten a la primera. Esperando a que te mueras. Me muevo calmadamente por la habitación hasta llegar al sanitario y Dali me vigila muy de cerca.

Es incomodo que te vean, así como moribunda, pero tengo que salir de aquí no puedo quedarme eternamente en el sanitario. Vamos, me animo sola y Empujo mi ganchito, pero cuando estoy a punto de girar la perilla escucho la voz de mi abuela. Instintivamente mi cabeza se ca hacia atrás y un enorme suspiro se me escapa sin consultarme antes. Pero no debo dejar que me afecte tanto. Después de todo no tiene otra opción, por desgracia soy su nieta mayor. Y ella mi abuela, la única que me queda. Abro la puerta y mi abuela se apresura a ayudarme.

-hola lulu buenos días. -digo lo mas amable que puedo, pero lejano a eso suena mas vulnerable y tímido de lo que espero.

-que andabas haciendo? Dice sosteniéndome del brazo suavemente para ayudarme a volver a la cama.

-nada, solo estaba paseando con Adi, salimos a caminar, para ponerme al corriente de la universidad y recordar viejos tiempos, de momento me puse mal eso es todo lo que hacía.

-deberías tener mas cuidado. La gente puede pensar cosas que no son y tu eres una señorita que se debe dar a respetar y a desear. Adi podrá ser de buena familia y todo lo que quieras. Pero eso no le quita que sea hombre y no quiero que andes de boa en boca.

Hay mi abuela. Solo asiento. De boca en boca, pero si yo soy el platillo principal en todos lados, que me lo oculten y tengan la cara de saludarme como si nada pasara no cambia el hecho de que saben mas de mi vida que yo misma, claro eso y los chismes que le van aumentando. No me sorprendería enterarme que además de conducir ebria, cogí con un marciano y le rompí la pata a un perro callejero por un pedazo de carne. De donde me saco tantas tonterías. Con la gente que me codeo no habla así por dios. Que cosas pienso. Suspiro y mi abuela me observa

-lulu en verdad le agradezco mucho que viniera – es todo lo que puedo decir y su severa mirada analiza cada palabra.

-es que esa maña tuya de no contestar nunca el teléfono. Ni mensajes ni llamadas.

-lo siento

-deja de disculparte por cosas que no dejaras de hacer. Deberías empezar a entender tus responsabilidades.

Aquí vamos de nuevo, es que no entiendo cual es su reproche o que más quiere de mí. Una carrera y un matrimonio perfecto eso hare y ya. Listo, pero no puedo evitar sentir que quiero gritarle, pero gracias a dios entra el medico a la habitación y muy amable tras revisar todo y preguntar todo asegura que me puedo ir y me da una consulta para revisar como va mi presión y si es necesario algún tratamiento permanente, que tengo cita abierta en urgencias y ordena algunos estudios más para las siguientes semanas.

La enfermera trae mis cosas, mi ropa y mágicamente un par de zapatos, que obviamente están nuevos, solo debo bañarme, esperar a que se termine el ultimo suero e irme. 

otra tediosa noche en ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora