El traidor

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Cuando por fin abro los ojos, puedo ver el mismo escenario en el que he despertado muchas otras veces, ese mismo e inmenso blanco... solo que en esta ocasión puedo ver mis manos, mis pies, mi cuerpo. Y no solo eso, también siento una brisa, es suave y cálida y parece indicarme un camino, solo puedo dejarme guiar instintivamente, a través de ese inmenso blanco que no parece tener principio o fin, ni una esquina ni una sombra, solo es blanco. Un inmenso dolor me invade, me pesa el pecho y quiero gritar, me siento acabada y frágil, totalmente decepcionada y en mi mente ronda una sola cosa ". por qué?" me siento tan dolida tan herida que me cuesta cada paso que doy, pero sé que esta vez no voy a detenerme.

Después de una larga caminata que parece no acabar, puedo distinguir dos figuras detrás de lo que parece ser un espeso muro de velos blancos, los cuales voy moviendo uno por uno lenta y cautelosamente para poder descubrir quien está del otro lado. Y cuando llego al ultimo es cuando la veo. hay una hermosa mujer de esvelta figura y tez morena, tan cálida como arena de desierto, con una larga cabellera adornada con trenzas y hermosa joyería, tiene ojos grandes y una mirada intimidante, sus labios son pequeños y gruesos, su nariz pequeña y respingada, es realmente hermosa, tiene el porte de una reina y la elegancia de los gatos. Mira fríamente a un apuesto joven delante de ella, un joven que trae un taparrabo muy elegante que no deja mucho a la imaginación , es bastante alto y de porte firme y masculino tiene algunos tatuajes que no distingo bien en su torso descubierto, en sus músculos marcados y su bronceada piel. sus ojos onscuros de mirada severa y apasionados... Su poblada ceja y su larga cabellera negra y gruesa. Tiene sus labios definidos y gruesos y en ellos se pinta una sonrisa macabra. Me quedo escondida tras el velo... y puedo escuchar lo que ella dice calándome en lo mas profundo de mis huesos con un frio desgarrador.

-estaba esperándote, Iff... se que vienes a matarme.

-y aun así estas aquí. Frente a mi sola, sin tus guardias. -dice el mientras comienza a acercarse a la hermosa joven.

-quería negarme a creerlo, quería preguntarte el porqué. Quería darte la oportunidad de que por una vez en tu vida hicieras las cosas de frente sin ir por la vida mintiendo y traicionando a quienes más te amaron.

-me amaron.... Que cosa tan tonta estas diciendo amada mía. Alguien como tu no es capaz de amar. Alguien como tu solo piensa en ella.

-cállate. No voy a permitir que sigas difamando mi nombre. Te abrí las puertas de mi casa, de mi vida. Y tú ambición, tu vanidad pudieron más que tú. ¿Qué hay de impala? ¿O de Rangvall? No te importan. ¿Y te atreves a llamarme egoísta? Con que cara te presentas aquí delante de mi cuando a mis espaldas pusiste a mi pueblo en mi contra. Cállate, si vas a matarme hazlo de frente. Clávame tu daga y termina con mi cuerpo de mortal, por que mi alma comenzaste a matarla desde el primer beso que me diste sabiendo que ibas a traicionarme.

-por favor, no vine a pelear contigo, no tengo nada que decirte o que es lo que quieres. ¿Quieres que me arrodille y te pida perdón?

-cumple de una vez con tu misión y lárgate de mi casa antes de que vengan mis guardias como tu los llamas. Porque quiero evitarles este dolor de tener que descubrir que tu eres un traidor, es horrible saber que no te pesa ni un poco todo lo que dimos por ti. Y una persona sin alma como tú no la quiero cerca de mí. Prefiero morir. Morir tranquila sabiendo que podre disfrutar de la vida eterna y que tu corazón será devorado por el Amyt. Morir para quitar este dolor de mi corazón, esta pena de mi alma.

El joven se le acerca cada vez más y ella no retrocede, sigue firme allí frente a el y yo puedo sentir todo el dolor de la joven, las lagrimas me salen por montones de mis ojos y siento un horrible dolor en mi alma. Pero ella sigue allí firme y altiva mirándolo fijamente a los ojos como si buscara en ellos una especie de esperanza pero cuando por fin se loe acerca para lo que en un principio creo que será un abrazo, puedo ver el terror en los ojos de la joven, una lagrima sale de sus ojos y el la deja caer el piso, sangrando, la deja caer fríamente en ese duro y frio espacio blanco y comienza a desvanecerse delante de mis ojos... siento como se me escapa la vida pero no puedo moverme, no puedo correr a ayudar a la joven, solo puedo observar como su sangre mancha lo blanco, ese blanco tan puro ahora se tiñe de rojo mientras la joven mira fijamente hacia arriba y sus labios se mueven en lo que parece ser un rezo que no distingo, su pequeña boca tiembla y yo siento su dolor, escucho las voces que ya reconozco de los que ahora se son Rangvall e Impala, no se como pero ahora los distingo... tan claro como el agua. Ellos gritan desesperados una y otra vez

"Nesert"

Están desesperados, aparecen lentamente como sombras levantando a la joven delicadamente mientras ella esta decidida a morir, es tan confuso, tan real, pero al mismo tiempo tan falso como si de un espejismo se tratara. Lo que siento es tan real que no puedo parar de llorar, me duele como haber perdido a quien mas he amado en la vida, me duele, me esta matando.

Entonces puedo sentir una mirada tras de mí. Una mirada tan pesada que volteo rápido y allí esta el, Kazuki, me apunta con un arma con esa sonrisa que lo caracteriza. el solo quería salvarme esa noche pude ver dolor en su mirada, o quizá eso es lo que yo quería ver. Y escucho un bip en el aire es repetitivo y Kazuki se desvanece como la chica y los hombres que estaban con ella, pero la sensación sigue aquí... el bip haciendo eco, es tan fuerte, tan molesto, golpeando el blanco y resonando una tras otra tras otra y entonces casi indistinguible esta una risa, si es una risa, la risa de un niño, es un niño el que se ríe, es cada vez mas claro, esta ahora casi tan fuerte como el bip y ahora se esta convirtiendo en llanto. Es un niño que llora y se ríe y el bip, me tapo los oídos, es demasiado sentir esta pena y escuchar esos terribles lamentos.

Puedo sentir que alguien me toma por los hombros y me aprieta fuerte, como si quisiera dominarme, pero no me dejo, me sacudo tanto como puedo de aquella sensación que no puedo ver solo sentir y mas manos me comienzan a sujetar, aprieto los dientes y cierro los ojos.

-el niño!!! Callen al niño – estoy gritando sin poder contenerlo y abro los ojos nuevamente, un montón de enfermeras me están sujetando mientras el doctor intenta ponerme una inyección, mi madre está en la habitación y puedo ver el miedo en sus ojos mientras aprieta en su mano un pañuelo y las lágrimas le escurren.

-tranquila señorita Doinell, aquí no hay nadie que la quiera lastimar. – dice el médico, pero no puedo controlarme, quiero que me suelten quiero que me dejen. El medico se apresura a inyectarme y vuelvo a perderme poco a poco en el sueño, y no quiero no pueden hacerme esto, no quiero volver a eso horrible blanco no quiero... no pueden hacerme esto.

otra tediosa noche en ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora