perder la cabeza

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Todos están esperándome en la sala de mi casa. Todos. Mi abuela, mis tíos, mis padres y mi hermano. Y de no ser que Deborah no esta aquí, seguro que también estaría aquí. Puedo escucharlos dialogar y como se van quedando callados conforme me acerco y al yo entrar a la sala, mi mamá sale de allí, como siempre evitando mirarme a los ojos. Solo se va. Mi hermano me ve con un aire desafiante y burlón y mis tíos y mi abuela solo esperan a que comience el juicio.

-donde estuviste todo el día. -dice mi padre.

-me sentía mal y Sali al baño.

-y allí estuviste todo el día? Wen entro a buscarte junto con el chofer. Estábamos todos preocupados.

-me sentía muy mal así que solo comencé a caminar y cuando me percate ya iba bastante lejos. -los miro a todos a la cara y espero a que sigan diciéndome todo lo que me tengan que decir.

-todo el día estuviste vagabundeando por allí. Eso dices.

-entonces aparte de ser una jovencita egoísta y mal educada. Estas completamente estúpida y mal de tus facultades mentales. ¿Eso sugieres? -Dice mi abuela.

-no, no. Solo digo que estaba algo aturdida aun me sentía mal y no quería terminar de nuevo en el hospital. Eso digo. Que sentía que mi cabeza iba a explotar. No era mi intención agobiarles.

-por qué no fuiste a la enfermería, nos llamaste, pediste al chofer que te trajera? ¿O tomaste un taxi como en el que llegaste hace un par de horas? -dice mi padre y puedo ver la satisfacción en la cara de mi hermano.

- no creí que mi caminata se extendiera tanto, no estaba tan consiente, el dolor de cabeza era mayor. Muy fuerte.

-bueno ya basta. -dice uno de mis tíos. Moisés si somos específicos es el que le sigue a mi padre. -lo importante es que llego bien y que no le paso nada.

Mi tía y mi otro tío solo asienten. Mi abuela me ve con cara de odio y mi padre esta caminando hacia a mí. Estoy segura de que va a cachetearme. Pero no planeo quitar la cara o bajar la mirada.

-vete a tu habitación y mañana no voy a pasar por alto la más mínima falta. No me importa cualquier excusa que puedas poner. saliendo de la escuela el chofer te llevara a tus estudios médicos. Buenas noches.

-buenas noches. – me doy la vuelta y camino a mi habitación totalmente desorientada. Y si entender que paso el día de hoy. Casi puedo jurar que alguien me vigilaba cuando Sali de casa de Berry sentía su mirada. Como el día de la fiesta, esa era la sensación que tenía, pero por más que voltee no pude ver a nadie.

Ahora que estoy en mi cuarto medito sobre todo lo que paso. Angelice era la protegida de Berry por eso el dinero y por eso nadie sabia nada de ella. Que locura. ¿Porque lo habrá matado? Me quito lentamente la ropa mientras pienso que paso el día de hoy. Una parte de mi se siente llena de vida y otra parte de mi sigue siendo blanca y fría. Camino lentamente por mi habitación a oscuras con menos ropa cada vez. A cada paso que doy intento identificar mi espacio. Es horrible no reconocer nada de lo que fue mi vida. Es como si me hubieran arrancado de algún otro lugar y opuesto aquí. Impuesto este lugar como nueva vida. Paso lentamente mi mano por las repisas de mi habitación. Hay un montón de pequeños monumentos egipcios. Estatuillas, amuletos, y muchos libros sobre Egipto. Que no recuerdo haber puesto allí. Mi alhajero también tiene mucha joyería alusiva al antiguo Egipto ahora que lo pienso, pero no recuerdo nada sobre Egipto. Aunque debería al parecer, atravieso de un lado a otro. Alguien puso las cosas que deje en la universidad sobre un sillón en un rincón de la recamara.

Prestando atención a cada uno de los detalles. La decoración tan al estilo del antiguo Egipto. Con un aire de la Francia moderna. Me recuesto en mi cama casi desnuda viendo el techo mientras presiono el moretón. Que comienza a desaparecer, es una lastima porque me gustaba tanto... sentir esa pequeña pero extraña dosis de adrenalina el día de hoy me tiene agotada, aunque no me había percatado de eso. Fue realmente un día muy extraño y no creo que Angelice vuelva por la universidad. Poco a poco el sueño me va venciendo. Mis ojos se sienten pesados. El frio de la colcha tocando directamente mi piel es tan reconfortante que muevo un poco mis brazos y mis piernas para sentir un poco el frio en mis extremidades.

Hasta que pierdo la conciencia y me quedo profundamente dormida. Antes de poder recuperar cualquier vestigio de mi vida. Solo me quedo dormida.

- Nesert. - susurra una voz protectora que ya reconozco de algún otro sueño. – mi amada reina...

-Impala debemos dejarla. Ella podrá ir a los campos de araru porque su corazón era justo lejos de lo que pudieran decir de ella. Y no debemos temer que su corazón sea devorado por el amyt.

- Rangvall. No deberíamos dejar impune este crimen. – estos dos personajes están dialogando cosas que no entiendo., pero escucharlos de nuevo me calma Eso significa que son producto de mi imaginación. Bueno calmarme no tanto. Porque mi abuela tendría razón. Estoy mal de mis facultades mentales. Los campos de araru.

-Rangvall, impala!! – grita una voz femenina- Iff logro escapar de la ciudad. – esta casi sofocada.

-es un maldito. Solo se gano nuestra confianza para poder dar el golpe de estado.

-vamos a encontrarlo Rangvall. Y cuando lo hagamos tendrá que rendir cuentas. – es extraño, pero no puedo abrir los ojos y aun así no estoy nada angustiada. Esta vez no fue tan violenta la pesadilla, y si bien no entiendo que están hablando. Suenan mas tranquilos que otras ocasiones.

Un golpe de estado. Una reina muerta. Escucho como se acercan mas personas. Están rezando, pero no entiendo lo que están diciendo. Se acercan cada vez más. Y entonces puedo sentir como levantan mi cuerpo. Puedo sentir los pares de manos levantándome para ponerme en una especie de camilla o así lo siento. Porque no puedo ver nada. Entonces entiendo... me están llevando muerta. Puedo sentir el movimiento de la camilla, lento y calmado. Como si tuvieran miedo de despertarme. El viento comienza a sentirse en mis pies y a subir por mi cuerpo. Estamos saliendo de algún lugar. Y puedo escuchar que hay personas peleando en la calle. Escucho gritos y mucho estruendo. Que extraño es, es una sensación extraña. Son tan reales los sonidos y las sensaciones. Que podría jurar que me estoy creyendo que acabo de morir y me llevan a donde pasare el resto de mi historia. El lugar de mi sepulcro. 

otra tediosa noche en ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora