Me llevo a mi casa, me beso como despedida, sonriente entre a mi casa y nadie me regaño, nadie me dijo nada, no importo que llevara el cabello húmedo por el baño en la tina, subí a mi recamara y a pesar de tener ganas de bañarme hasta quitarme la sensación de su piel, me sentía cansada, y asqueada.
tengo que extralimitarme a ser lo que ellos quieren, ya no quiero pensar, volver a caer en ese abismo, no pedí renunciar a mi pasado y no quiero ser victima de las circunstancias, conformarme con el roll de la niña bien, aceptar esta vida para vivirla como si fuera prestada o con miedo, no.
No quiero. Me duele, me duele el cuerpo, no importa que ya pasaron las horas, no he querido verlo, pero ya es lunes y seguro pasara por mi para llevarme a la escuela. De algún modo yo acepte esta vida para intentar reinventarme, dejar de ser el caso perdido que seguramente era antes del accidente, pero debo aprender a saber que es lo que quiero y lo que no a pesar de ser Jeannette Doinell, me siento violada, me siento usada.
Así será mi matrimonio. Pero si ya lo sabía, no sé qué esperaba, el sexo también viene incluido y el será mi esposo, respiro hondo y lo decido, del sábado en la noche para hoy no me siento lista para hablar con el como si nada hubiera pasado, o para besarlo de nuevo, no comprendo porque si él había dicho que no lo forzaría, como pasaron las cosas, estaba tan perdida en mis pensamientos, me sentía culpable por lo de Kazuki, no puedo verlo a los ojos y decirle que no me gusto, solo tomo mis cosas para la escuela un poco antes de lo normal y bajo para pedirle al chofer que me lleve a la universidad, ya pensare que le diré a Adi, abro la puerta y él está allí preparándose para tomar el timbre con un enorme ramo de rosas.
-ya te ibas? – sonríe
-Wen tuvo un problema y quería verla un poco antes de las clases. – eso es lo rimero que se me ocurrió.
-te llevo, pensaba en tomar un café antes contigo y no sé. -se inclina para besarme y rápidamente tomo el ramo de rosas.
-Que bonitas están. ¿Para quién son?
-para ti. Para la chica mas bonita de toda Francia. ¿Qué te pasa?
-nada, me tiene preocupada lo de Wen, yo creo que voy a dárselas a alguien del aseo para que las lleve a mi recamara y les ponga agua y nos vamos. – le doy mis cosas de la universidad y corro instintivamente de vuelta al interior de mi casa dejándolo allí, corro a la cocina y dejo las flores en la mesa, casi las he lanzado, cierro los ojos y respiro profundamente, no tengo mucho tiempo pero al menos tengo la excusa perfecta para alejarme de el apenas llegue a la universidad y también aprovechar para saber que pasa con Wen, como va su enfermedad cualquier cosa en estos momentos es mejor que estar cerca de mi futuro esposo, porque a pesar de todo no quiero herirlo de ninguna manera, no quiero. Las chicas del aseo me miran, pero no se atreven a preguntar que me pasa y la pequeña Camí seguro fue a comprar las cosas de la comida.
Tomo la ultima bocanada de aire y vuelvo a la salida para irme con Adi a la universidad, salgo sonriente, esto se vuelve cada vez mas fácil, sonreír vacía, sonreír por sonreír.
-vamos, no quiero que le pase algo a Wen, vamos... - camino de prisa y me subo al auto sin esperar a que me abra la puerta y el extrañado me sigue, sube al auto y lo enciende con esa expresión de pensador.
-que dices que le paso a Wen?
-no lo sé, me dijo que no se sentía bien que quería contarme algo que era importante, y yo quiero saber.
-contarte cosas... quieres que te haga compañía? Quizá pueda ayudarlas en algo.
-no, no es necesario, tampoco creo que ella se sienta gusto contándome sus problemas delante de ti, no son muy unidos. O eso creo.
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otra tediosa noche en París
Romanceamnesia. pasión. acción. traición. secretos. mentiras y mucho dinero dos almas que se persiguen desde milenios atrás odiando no poder estar juntos jamás pero luchando con todas sus fuerzas por estar juntos en esta vida. donde han sido victimas del d...