Los columpios se balancean suavemente bajo la brisa, llevo aquí mas tiempo del que parece y aunque no me gustaría sé que debo volver, mi cabello ya esta empezando a escurrir y el peinado ya luce arruinado, aunque la brisa es leve pasado ya tanto tiempo comienza a pesar, el chico a mi lado no ha dicho nada mas solo disfruta de balancearse en el columpio, freno de golpe y bajo de mi divertido asiento, avanzo unos pasos dejando atrás al chico de negro, suspiro profundo y no se si despedirme del misterioso joven, lo medito pero el se me adelanta y puedo escuchar su voz.
-fue bueno volver a verte Nesert.
Volteo tan rápido como puedo, pero ya no está, solo puedo ver el columpio mecerse, se desvaneció, no logro verlo por ningún lado, un escalofrió me recorre toda la columna vertebral y el columpio detiene de golpe su vaivén. Esto debe ser parte de mi imaginación, nadie más sabe de Nesert y nadie puede desaparecer de esa manera, salgo del parque a toda prisa y regreso al lugar del baile en el que debería estar, volteando en todo momento porque no puedo entender como pudo desvanecerse así de la nada, el era real, lo era, la lluvia chocaba contra el como conmigo, sus ojos, su paz, su calma y lo que inspiraba, esa confianza y seguridad a pesar de tener ese aire de melancolía y misterio. No parecía ser alguien humano, no parecía pertenecer en este mundo, es increíble la mente humana, hacerme ver algo tan real para evitar una crisis.
Llego por fin de regreso y mi maquillaje seguro que ya está algo dañado, paso mis dedos por debajo de mis ojos para quitarme el resto del delineador o rímel que el agua pudiera arruinar, suelto mi cabello y agito la cabeza antes de comenzar a subir las escaleras de regreso al cuento de hadas, algo arruinada, pero con toda la confianza del mundo.
-que sexy te vez con el cabello suelto y húmedo.
-Adi... - el esta con un paraguas a un costado de las escaleras, intentando mantenerse cálido.
-le dije hace unos quince minutos a tu padre que quería llevarte a cenar aparte, lo convencí y aquí estoy esperando a tu regreso, esperando que tu papá no saliera antes de que tu volvieras.
-entonces no debo volver a dentro. ¿Cierto?
-no, mi coche está aquí atrás vamos. -me extiende la mano y yo se la tomo dispuesta a seguirlo a donde sea que me quiera llevar, me tapa también con la sombrilla y me pasa su brazo por la espalda, caminando muy cerca uno del otro.
Subimos a su coche y el acaricia mi mejilla antes de encender el motor del auto, un suspiro se me escapa inmediatamente, no paro de pensar en el baile con Kazuki, en sus ojos y en el misterioso chico de los columpios, no puedo ni quiero escuchar lo que Adi me dice, solo digo que si de vez en cuando, lo volteo a ver y no puedo entender porque sus ojos no tienen la magia de los ojos de Kazuki o los del chico de los columpios, le doy vueltas al asunto y quizá ese chico misterioso me conoce de antes, por la familiaridad con la que me hablo, o tal vez el sabia de Nesert, puede ser un seudónimo, un sobrenombre que alguien me puso y no puedo recordar.
El auto se detiene y la voz de Adi me saca de mis pensamientos, estamos frente a un hotel y no entiendo nada.
-estas bien? ¿O ya te arrepentiste? Yo voy a entenderlo.
-no, no esta bien. – no preste atención a nada de lo que dijo y no sé si me arrepentiré después de esto, pero haber visto sus ojos llorosos después del mágico baile con Kazuki me siento mal y algo culpable, es un hotel, solo podemos venir a una cosa, me repito que él será mi esposo, que todo saldrá bien que es normal, es natural. Me abre la puerta del coche y bajo, entramos al hotel resguardados por la sombrilla y mientras el habla con la recepcionista yo solo me aferro a su brazo como si fuera una pequeña niña asustada.
Nos llevan a nuestra habitación, que entre otras cosas es bellísima, es muy vintage, pero con toda la tecnología necesaria, Adi habla un momento con el chico que nos llevó hasta allí y le da su propina.
Paseo por la habitación y el baño, que tiene una hermosa tina blanca y el me sigue muy de cerca, entonces me abraza y solo sonrió, un leve golpeteo en la puerta nos interrumpe y Adi se apresura a abrir, han regresado con una botella de vino tinto porque me encanta y mucho chocolate, se apresuran a dejar todo eso y se retiran.
-eso es demasiado chocolate. – digo en voz baja.
-lo sé. Necesitamos energía. no lo crees? – se come un pequeño chocolate y en seguida vuelve a abrazarme, me dejo llevar y poco a poco me quita la ropa, la estola, el vestido y besa mi cuerpo tierno y calmado. No me inspira nada, solo me siento acosada. Pero no quiero que lo note, desabrocha mi brasier y besa mis pechos, me mira a los ojos y juega con mis pezones. Cada que sus dedos los rozan una sensación de miedo me invade y aunque intento mantenerme tranquila no puedo hacerlo, no lo consigo, mi respiración se acelera y él sonríe, pero no me encuentro excitada, lejos de eso solo quiero cerrar mis ojos y que todo pase pronto.
Me toma entre sus brazos y me lleva a la cama donde me deja mientras el se quita el traje y sirve dos copas de vino, no se que demonios estoy haciendo, no puedo recordar como se siente o como debe sentirse, me da la copa de vino y brinda conmigo, me tomo el vino rápidamente y le pido otra copa, me da la suya, me mira extrañado.
-que hora es? – me bebo también de golpe la segunda copa y el pone ambas copas vacías en la mesa más cercana.
-las 12 señorita, tenemos al menos 3 horas para nosotros.
-bien.
Continúa besándome y se coloca encima de mí, solo puedo cerrar mis ojos mientras intentando dejarme llevar, pero no lo consigo, me trago mis ganas de llorar y las nauseas que siento y lo abrazo mientras finjo que mi miedo no existe y que lo que estamos haciendo me gusta.
Me duele y quiero llorar, pero el no lo nota y no quiero pensar que lo nota porque seria mas doloroso saber que se da cuenta y no le importa.
-eres una delicia de mujer. – susurra a mi oído y abro los ojos un momento intentando normalizar mi respiración. Le acaricio la espalda y por un momento, un pequeño momento, puedo ver a Kazuki desnudo sobre mí, tiene un tatuaje en el pectoral izquierdo, es una especie de runa antigua y esa hermosa sonrisa llena de maldad mientras suda, le acaricio los labios y entonces me besa y mi corazón se acelera.
Pero no es el, Adi me regresa de golpe a la realidad y esta de nuevo molestando mis pechos, ya no quiero, ya no puedo más. Sea lo que sea la imagen de Kazuki, un deseo o un recuerdo es tan diferente a mi realidad, pero no me siento capaz de pedirle que pare, de decirle que me duele, que tengo nauseas. Que quiero ir a casa y meterme en la ducha por horas, porque ahora me siento sucia, me besa y no lo disfruto. Cada beso que me da me hace sentirlo más lejos que cerca.
Pasa el tiempo y solo lo dejo mover mi cuerpo a su antojo, le regalo una sonrisa de vez en cuando y él dice que ama mis gestos, que seria mejor si abriera los ojos, pero juro que no puedo, lo intento enserio que quiero hacerlo, pero no puedo.
Por fin se detiene, rápidamente me meto entre las cobijas y me abraza por la espalda, pero no deja en paz mis pezones.
-basta. – le detengo las manos y entre lazo sus dedos con los míos -es que ya están... muy sensibles.
-entonces dame un beso.
-quiero dormir. Estoy cansada
-un beso o bueno, voltéate y te abrazo viendo tus ojos.
-no me gusta que me abracen así, me ahogo.
-entonces te suelto?
-no. – digo firme y rápido sin dudarlo, y le aprieto las manos. Es cierto que no me gusto lo que acaba de pasar, no me gustaron muchas cosas, no... pero no quiero que me suelto, no ahora que me siento tan mal. Me quedo callada entre sus brazos mientras siento su corazón acelerado. Pienso en Kazuki y en el curioso detalle de ese tatuaje que nunca he visto pero que estaba allí en su pecho tan claro como su sensual mirada.
-voy a llenar l atina para bañarnos y te llevo a tu casa, ya casi son las 3 de la mañana. – me da un beso en la mejilla y se levanta totalmente desnudo mientras yo me hago bolita en la cama recreando en mi cabeza la sensual imagen de Kazuki y me pregunto si en serio tendrá ese tatuaje o es solo otro producto mas de mi desbordada imaginación.
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otra tediosa noche en París
Romanceamnesia. pasión. acción. traición. secretos. mentiras y mucho dinero dos almas que se persiguen desde milenios atrás odiando no poder estar juntos jamás pero luchando con todas sus fuerzas por estar juntos en esta vida. donde han sido victimas del d...