Por fin está el barco en el puerto, los cargadores están listos para empezar a trabajar. Las grúas y los camiones. Solo falta cerrar el trato, transferir el dinero y desaparecer los celulares. Limpiar el trabajo.
Frente a mí, tres rusos caminan a mi encuentro, altos y fuertes. El de en medio que supongo es el jefe esta rapado, tiene la barba crecida y su piel es tan blanca que parece reflejar la luz del sol. Viene de traje negro, con el saco desabotonado volando con el viento y su camisa blanca se hondea. Sus acompañantes son un poco mas bajos, casi nada. Vienen perfectamente vestidos. Y puedo ver sus armas por debajo del saco que se abre un poco con el viento. Los tres están tatuados en el cuello y me imagino que los brazos, porque puedo ver que del saco salen coloridas imágenes que no distingo muy bien. No me agrada mucho este negocio los rusos tienen fama de no respetar a nadie. Ni a superiores ni a mayores.
Por fin llegan frente a mi
-Grisha, un gusto conocernos en persona Monsieur Himura, este es Lenin - indicando con su mano a la derecha - y este es Adrik - señalando a la izquierda, ambos agachan la cabeza.
- un gusto Grisha - le extiendo la mano un poco desganado, pero es la costumbre en esta mi familia, el tarda un poco en reaccionar hasta que entiende que le estoy saludando. Puedo ver mejor sus tatuajes. Es su nombre en los nudillos y un montón de texto en ruso salen de su saco acompañados de una cruz y un par de plumas.
-trajimos lo acordado, lamento la demora, la policía no es tan... cooperativa en mi casa -ese horrible acento con esa voz rasposa y fría no esta bien.
-entiendo, podemos empezar a descargar y darle lo suyo no me gustaría distraerlos de sus actividades mas de lo necesario. - de verdad que algo no está bien, Grisha sonríe y hace una seña. Sigo firme delante de él, listo para cualquier cosa sin que pueda darse cuenta de mi estado de alarma. Tras un par de segundos comienzan a acoplar las mangueras para iniciar con la descarga. El practico del puerto y capitán de carga están haciendo una excelente labor.
-Son el mejor equipo que puedes encontrar, si gustas revisar la mercancía. - Me indica con la mano que lo siga, así que avanzo justo detrás de el mientras sus escoltas esperan. No me gusta mucho subir a los barcos, mientras descargan o cargan, pero es la mejor manera de ahorrar tiempo y problemas. Siempre empezamos descargando lo legal, después un poco de la mercancía en cuestión, vamos intercalando, depende de que sea y terminamos con lo legal, mientras los camiones se van a sus respectivos destinos.
Vamos avanzando por la rampa y casi todo el mundo evita vernos directamente a la cara. Los que llegan a hacerlo retiran inmediatamente la vista y pretenden que nunca lo hicieron. todos hacen su trabajo lo mejor posible, algunos tienen ya tiempo en esto, unos cuantos son nuevos, pero son consientes de que por desgracia mayor parte de la economía está en manos de personas como Sam y no quieren perder la vida por un error estúpido, o el sustento de sus familias, en el mejor de los casos. Al llegar a nuestro destino en medio de todas las cajas llenas de baratijas hay una abierta, y Grisha saca un rifle calibre .50 también hay dentro 41 fusiles de asalto, 6.700 cartuchos de municiones, siete silenciadores y una variedad de pistolas, telescopios, aparatos de radio.
-esta es dolo una de las tres, podemos verlas todas, pero te aseguro que es lo mejor que puedes encontrar. -repite
-no es necesario. - saco mi teléfono y en un par de movimientos hago el pago para después romper el teléfono contra el piso, esto no esta bien los pagos siempre son en efectivo sin embargo así lo exigieron y sam lo acepto, ahora solo falta que se firme lo legal por mi parte está todo bien. Aunque algo sigue dejándome una sensación de alerta que no esta nada bien. Cierran la caja y el montacargas la lleva a la zona de descarga. Veo fijamente al rudo con su sonrisa mientras verifica que todo este bien con el pago.
-un placer haberlo conocido, espero tengamos la oportunidad en otra ocasión de celebrar nuestra nueva sociedad y lamento los inconvenientes que el retraso pudo provocar. - me da la espalda sin esperar mi respuesta y detrás de mi aparecen Lenin y Adrik que ni siquiera voltean a verme, con paso rápido y firme alcanzan a Grisha y se pierden entre el cargamento. Volteo a ver a la gente que trabaja, los observo por al menos 15 minutos, veo que mi equipo supervisa muy de cerca que la mercancía importante ya este en su respectivo transporte y desaparecen como si jamás hubieran estado.
Camino por la cubierta, y bajo lentamente del barco, me despido del capitán, con un movimiento leve al aire. Y me dirijo a mi moto. Donde saco un nuevo teléfono, lo enciendo, le pongo la memoria y un nuevo chip. Mi equipo ya debió haber hecho lo mismo. Un nuevo teléfono. Una nueva misión. Y solo se nos dará si es conveniente o debemos trabajar juntos.
En cuanto puedo le pongo play a la música, repito los pasos, audífonos, casco. Subirme a la moto y disfrutar del viaje.
Por el camino me encuentro con un par de camiones tomando diferentes rutas, y solo uno sigue mi ruta por un rato. Hasta llegar a su destino. Todo salió bien, pero algo no me quedo sonando bien. Hay cosas por aclarar con sam que quizá me quiten la paranoia. Porque contagiarle mi miedo es casi imposible. No le tiembla la mano. Por algo esta al mando. Sabe unir. No le gusta que se fracture algo. Si comienza a quebrarse. Lo rompe. Corta con ello. Así que si no estas de su lado, estas fuera y posiblemente muerto.
Son casi las 11 de la noche cuando llego a reportarme. Mi teléfono personal no lo llevo nunca al trabajo. Y aunque sam tiene todos los números nuevos, prefiere que el reporte sea en persona.
Estoy muerto de hambre solo quiero cenar algo y comer una buena porción de chocolate. Pero aun debo trabajar, fue un día largo y no hubo nadie con quien desestresar mi ansiedad. Toco la puerta de la casa nueva de Sam, ahora que trata con la alta sociedad debe aparentar. Pero es una persona sencilla realmente. Es una hermosa casa, muy conservadora y elegante. Apenas pasan unos segundos cuando me abre la puerta la ama de llaves y me deja pasar. Sam me esta esperando en la entrada de lo que parece ser la sala. Así que agradezco a la señora y camino a encontrarme con sam quien ya está encendiendo otro cigarro
-todo está entregado.
-perfecto. -dice algo serio y me extiende una barra de chocolate la cual tomo lentamente como si no muriera por hacerlo.
-pedí algo de comida china por si tienes hambre. Puedo pedir que la traigan para que comas mientras platicamos. -asiento con la cabeza y me indica el camino mientras le hace señas a la señora que esperaba indicaciones, después de eso me sigue y se sienta justo frente a mi esperando a que muerda mi chocolate y le cuente del día.
-lamento no haber contactado a mi equipo. Para asegurarme de todo. -comienzo. -solo tengo una duda respecto a eso. Quien le dio el numero de ese celular al ruso.
-seguro que era ruso? - cruza las piernas y me observa mientras disfruta su cigarro.
-era ruso, pero estoy seguro que no era Grisha. -el chocolate es delicioso, sam siempre me compra el mejor chocolate, nunca el mismo, me pregunto cuántas marcas existen. Todas han estado deliciosas. El ama de llaves entra y deja la comida y sale rápidamente.
-Kazuki. Debías estar en contacto con tu equipo, sabes perfectamente los riesgos y tus responsabilidades, no puedes permitir que volver a verla te saque de control. Cuando recibí tu llamada esta mañana me desconcerté. Creí que sabias. Como líder debías estar al tanto. No eres ningún novato y no permitiré que vuelvas a equivocarte. Si te di una segunda oportunidad es porque eres tú. No la desperdicies. Sabes que no me gustan las segundas oportunidades. Y una tercera no abra ni siquiera para ti. Hoy se firmo el contrato con la constructora. Habrá una cena el próximo viernes para celebrar, el señor Doinell y su familia serán nuestros anfitriones. Porque eres mi asistente y la persona en la que mas confió. ¿Y qué voy a llevar? Mírate. Ya no sales con ninguna chica para divertirte, solo golpeas gente y te muerdes el labio. Deja las culpas. Ella sabia el riesgo que corría.
-ella murió ese día para mí. La chica de la fiesta es una completa desconocida. - termino mi chocolate y me acerco a la comida que huele tan bien y tengo tanta hambre. Se que tiene razón que no debo permitirlo. pero maldita sea. Sus ojos. Su maldita mirada de odio y dolor al verme. Sam solo me observa y después de meditar un poco apaga su cigarro y mientras saca uno nuevo, hace un par de muecas.
-en cuanto a quien te llamo. Es difícil saberlo. Sin el teléfono. Las líneas desaparecen lo sabes. Debiste anotar el número. O pedirme lo rastreara en vez de llamarme a reclamarme por no hacer tu trabajo. Yo no le di tu numero a los rusos. Yo hable directamente con ellos y confirme con el equipo suponiendo que tu ya lo habías hecho. -se truena el cuello y enciende su cigarro.
-lo sé. - No sé qué más puedo decir quiero golpear algo en estos momentos para desquitar la furia que siento contra mí.
-al menos algo bueno salió de tu error. Hay una rata entre nosotros y espero que la encuentres. Algo es seguro. Estaba en tu equipo de hoy. Nadie mas tenia los números. Solo los necesarios.
-en mi equipo de hoy
-tienes tres semanas. ¿Entiendes? -solo asiento mientras disfruto la comida, esta buenísima. Sam solo sigue fumando. Y no me dice nada más, suspira profundo. Tanto que puedo escucharlo y lo observo. Sam... suspiro, por primera vez frente a mí
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otra tediosa noche en París
Romanceamnesia. pasión. acción. traición. secretos. mentiras y mucho dinero dos almas que se persiguen desde milenios atrás odiando no poder estar juntos jamás pero luchando con todas sus fuerzas por estar juntos en esta vida. donde han sido victimas del d...