¿Como pudieron hacerme esto? Comprometerme así con el que por años fue mi mejor amigo, como pudo el acceder esto. Como se supone que puedo superar esto, no quiero ver el anillo, no me preguntaron, fue una emboscada, sin previo aviso, mi abuela respaldada por mi madre.
Una orden directa “esta noche van a anunciar tu compromiso con Adi” no pude poner ningún, pero. Muy dentro de mi sabía que esto tarde o temprano pasaría y me venderían para salvar alguna otra de sus propiedades más valiosas. Pero no me imagine jamás que Adi se prestara a esto y no me lo creo, se esta portando tan diferente a lo que yo recordaba, incluso se porto agresivo y posesivo con Kazuki. Quien a pesar de todo lo que me provoca no parecía tener ninguna mala intención. La reunión de hoy se ha extendido hasta el crepúsculo, la temperatura ha descendido y seguimos al salón a celebrar esta tragedia.
Cuando por fin nos libramos de su hermana y de los míos lo saque un rato al jardín para entender un poco el porqué.
-estoy tan sorprendido como tu – dice Adi antes de que le pregunte cualquier cosa y me paro frente a el con las manos en la cintura.
-no podías decir que no?
-sabes que no podía, tampoco quería… decir que no, si no era yo, te iban a comprometer con alguien más, Colula, por ejemplo. Solo intento protegerte, aunque no lo veas así, aun que no puedas entenderlo. Querida. -dice Adi molesto y se que esta siendo honesto conmigo, es cierto que con Colula jamás hubiera accedido. Aún bajo amenaza de muerte.
-yo no quiero esto, no lo quiero, no hemos terminado ni la universidad, solo seré el objeto bonito en otra casa.
-cálmate, aun falta para la boda y mira si nos casamos no voy a pedirte que dejes la escuela, estarás lejos de esta casa donde…
-donde...? – Adi se ha detenido de golpe y reído para sí, sin decir nada más, me ha abrazado y algo en mi me ha hecho zafarme forcejeando para alejarme de él.
Mi abuela salió por nosotros, los invitados están por irse y no debemos ser descorteses, entramos detrás de ella, Sam y Kazuki se despiden felicitándonos en todo momento y yo estoy intentando sonreír, mi hermano es el único sínico en el salon que se esta divirtiendo con todo esto, después de todo a él jamás le pasaría esto, el podrá escoger a una de las niñas ricas con las que sale y contar con la aprobación de mis padres y Deborah tiene un corazón enorme y amor para todos, no importa nada más, si alguien la escoge como esposa. ella si sueña con casarse y aceptara dichosa cualquier cosa que le pidan o impongan además ella es hermosa, cualquiera podría desearla como esposa. Es bellísima.
La hermana de Adi me da un beso en la mejilla y mis futuros suegros me abrazan cariñosamente, después de todo ellos me vieron crecer, o eso dicen todos. Mi abuela se retira satisfecha con una sonrisa de oreja a oreja sin decir nada y mejor, por hoy ya soltó demasiado veneno.
Ellos también se retiran y le piden a Adi que no se demore mucho. mi madre como de costumbre apenas se van los invitados se esfuma a su cuarto, mi padre nos felicita y me hace saber que esta orgulloso de mi y sale a despedir a la puerta a todos, A Deborah no la veo por ningún lado desde que entramos del jardin y yo justo ahora solo quiero irme a acostar. Adi se da cuenta de mis intenciones y me da un beso amable en la frente y se va alcanzando a sus padres. No puedo quedarme aquí, corro hacia mi cuarto y entro velozmente antes de toparme con alguien y entonces veo a Deborah sentada en mi casa, se levanta y avanza para encontrarme, se detiene delante de mi y sin que pueda imaginarlo me da una cachetada.
-como te atreves a hacerme esto?!? Sabias que el me gustaba hace años. Lo sabias Jeannette.
Las lagrimas brotan a mares de sus hermosos ojos ámbar, su cara esta roja de coraje y todo su cuerpo tiemble.
-Deborah, no lo sabia en serio no lo sabía.
-deja de jugar a la estúpida, que nunca lo has sido, ya me arte de que por tu maldita supuesta amnesia todo mundo te perdone todo, y que estés aquí tan tranquila, libre de cualquier culpa, después de lo que provocaste, dejaste a mi madre confinada en ese cuarto y ese invernadero sin ganas de vivir, y que hay de mí. ¿Qué pasa conmigo? A mí también me mataste ese día y no conforme con eso ahora vienes a robarme al amor de mi vida y decir que no sabias nada, no seas estúpida ya basta, te dije, te dije Jeannette que iría a ponerme bonita para él, y tú con tu cara de mosca muerta, es que odio que seas mi hermana lo odio. Siempre eres tú…. – cae de rodillas y el golpe suena bastante fuerte, pero ella no solo sigue llorando por Adi y mi cabeza por mas que intenta hilar las cosas no consigue entender nada.
Camí entra rápido al cuarto y levanta a Deborah del piso, pero ella se resiste se esta casi ahogando del llanto y yo no puedo hacer nada, o sentir nada mas que horror, Camí batalla un poco en levantarla, pero finalmente lo consigue y mi hermana la empuja contra el piso para después quitarme de su camino y salir de mi cuarto. Le extiendo la mano a Camí casi por instinto y después siento que el aire me falta, quiero arrancar el vestido de mi cuerpo, no me importa destrozarlo, me pesa el collar, me estorban los aretes.
-también la mate? A quien Camí a que se refiere. ¡Dímelo! ¿¡Murió alguien más en el accidente de auto!? Dímelo …. Dímelo ya. A que carajo se refiere.
-señorita tranquilícese, su hermana es un poco impulsiva no sabe lo que dice cuando se enoja, quizá usted no lo recuerda. Pero dice cosas de las que después se arrepiente.
-ayúdame a quitarme el vestido y salir de aquí, necesito hablar con Adi, por favor Camí te lo suplico.
La pequeña Camí se apresura sin decir nada mas en desabrocharme el vestido y el collar y pasarme un pantalón deportivo y una sudadera, y me cambio tan rápido como el dolor me deja hacerlo, me pongo calcetas y tenis, los hermosos tacones terminan tirados por algún lugar o rincón de mi habitación.
-ya no tardan en apagar las luces, solo debe estar tranquila unos minutos, solo unos minutos más para poder salir, yo le voy a ayudar, tranquila.
-quédate en mi cuarto, cierra con seguro, ponte mi pijama y metete a la cama, si alguien viene envuélvete en las cobijas, que no se den cuenta de que Sali. me entendiste?
-si señorita. – es todo lo que dice antes de que yo desaparezca por la puerta para escaparme fuera de casa. No se que voy a hacer, no se realmente que voy a ganar con ir a buscar a Adi, pero necesito hacer. Bajo tan rápida como silencia las escaleras y abro la puerta mientras vigilo a todos lados antes de salir a la calle como ladrón.
Al doblar la esquina dejo de correr y comienzo a caminar tranquila, no quiero levantar sospechas, la casa de Adi no esta lejos, no notarán mi ausencia. Los autos aún están pasando constantemente, me alumbran de repente con sus faros por segundos para después alejarse, hasta que uno comienza a bajar su velocidad y se estaciona muy cerca de mí.
-Jeannette. - Dice una voz a mis espaldas, no le he escuchado nunca antes, no me produce nada, pero me intriga que sabe mi nombre. Me giro rápidamente y esta un joven de piel morena demasiado común si tuviera que describirlo, lo único que podría distinguirlo o hacerme recordarlo es que tiene una cicatriz en casi todo el lado izquierdo de su cara, la cual trata de cubrir con su largo cabello.
-dime. – digo lista para salir corriendo en cualquier momento.
-tranquila señorita, solo quiero ofrecerle mi ayuda. Mire este es el numero de mi jefe, el cual esta dispuesto a negociar con usted por información acerca de su trágico accidente. -extiende una tarjeta casi completamente en blanco, solo unos números negros y un pequeño teléfono dibujado, mientras la observo aquel hombre se sube a su coche y se va. Guardo la tarjeta en la bolsa del pantalón y no entiendo por que el jefe de alguien que no conozco quería hacer un tarto conmigo, que realmente lo único que tiene es un buen apellido, nada más.
Llego a casa de Adi y busco la pequeña escalera escondida entre las enredaderas por la que subía a su recamara cuando era niña. Y comienzo a escalar. Toco despacio la ventana de su habitación y el se levanta rápido a quitar el seguro de la ventana y ayudarme a entrar.
-que estás haciendo aquí Jeannette? -dice totalmente sorprendido.
-Deborah…- me detengo de golpe un calambre en todo el cuerpo hace que me estremezca y me precipite hacia el suelo pero Adi me salva del golpe y me sostiene entre sus brazos para llevarme a la cama donde pierdo totalmente el conocimiento.
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otra tediosa noche en París
Romanceamnesia. pasión. acción. traición. secretos. mentiras y mucho dinero dos almas que se persiguen desde milenios atrás odiando no poder estar juntos jamás pero luchando con todas sus fuerzas por estar juntos en esta vida. donde han sido victimas del d...