esto es guerra

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Apenas aparece Jeannette dispuesta a bajar las escaleras todos los presentes volteamos a verla, es tan hermosa que opaca a los diamantes que la adornan. Estoy convencido de que ella jamás se podrá ver con los ojos con los que otros la ven. Es tan hermosa, tan elegante tan imponente.

Baja con paso firme y decidido que no parece que tiene una semana que estuvo al borde de la muerte, opaca todo a su alrededor con su presencia. Adi se apresura a darle la mano cuando ya le faltan unos cuantos escalones para bajar y ella le sonríe. Le sonríe tan cálidamente que me da rabia de verlo. Entonces su madre se le acerca y se la lleva un momento al estudio junto con su abuela mientras Doinell nos lleva a Cerqueda su esposa su casi invisible hija y Adi, a Sam y a mi hacia el comedor, detrás de nosotros viene Deborah y Mark, claro que, aunque son chicos muy guapos y Deborah definitivamente es bellísima no se compara jamás con la presencia, el porte y la belleza de su hermana.

Adi no para de observarme mientras tomamos nuestro respectivo lugar y antes de que empiecen a servir Jannette, su mama y su abuela entran al comedor. Entonces Jeannette se sienta junto a el y el le besa la mejilla y no entiendo que esta pasando, ella se ve tan confusa como yo. Y solo me queda esperar a que avance el día.

Comienzan a traer la comida y las bebidas y Sam propone un brindis.

-caballeros, señoritas, señoras. -dice haciendo una reverencia mientras sostiene orgulloso su copa. - queremos brindar el día de hoy con ustedes para informarles que a pesar del atraso por el trágico accidente con Berry, el ayuntamiento aprobó la construcción del nuevo fraccionamiento residencial con 130 viviendas y un centro comercial en la finca de Villiers-en-Biére con instalación ecológicas y energías alternativas. Proyecto supervisado por mi mano derecha Himura Kazuki y con el apoyo de mi nuevo socio Monsieur Doinell, salud.

Todos sonríen y chocan suavemente sus copas entre ellos, felicitándonos por el nuevo éxito, y entonces el padre de Jeannette se levanta también dispuesto a hacer un brindis y el pequeño alboroto que se había formado se comienza a silenciar.

-este día no solo celebramos nuestro éxito y crecimiento en los negocios, este día también me gustaría celebrar con ustedes antes que con cualquier otra persona la unión de dos familias que por años han sido amigos con el compromiso de sus primogénitos, me complace y me hace verdaderamente feliz que mi amada y bella hija mayor Jeannette este comprometida con un joven como Adi Cerqueda. Salud. – los presentes mas obligados y sorprendidos que felices, brindan en salud de los futuros esposos, Deborah pidió permiso para ir al baño y salió a toda prisa. Jeannette estaba al borde de las lagrimas mientras Adi le ponía el anillo e intentaba sonreír. Yo quiero correr a quitarla de sus manos, quiero sacudirla fuertemente hasta que me explique que demonios está pasando, pero es tan horrible lo que siento, la abuela y los padres de Adi eran los únicos que realmente sonríen, a pesar de todos los golpes, todas las heridas, este horrible dolor me esta matando en vida, la mama de Jeannette se levanta de la mesa para regresar con Deborah quien aparentemente estuvo llorando, su piel blanca la delata y mientras casi todos se sirven de comer y hablan de las buenas noticias de hoy yo no puedo dejar de ver a mi amada mientras el le toma la mano.

-la fiesta de compromiso será dentro de unos quince días. – interrumpe la abuela de Jeannette y cada cosa que dice me esta matando cada vez más. Toda la maldita semana intentando no desconcentrarme de mis asuntos laborales, esperanzado en verla un par de minutos para saber que mi tortura vale totalmente la pena y ahora está aquí sentada en la misma mesa que yo, pero dispuesta compartir la vida con alguien que no soy yo. Sam me toma el hombro y volteo a mirarlo, me levanto de la mesa haciendo una reverencia y escapando hacia el aire libre, ya es demasiado para mi el tener que vestirme así, como para haber tenido que venir a presenciar esta porquería.

Este horrible lugar en el que no puedo hacer lo que necesito para calmarme, camino hacia el jardín y me siento en un columpio, que imagino es de ella pero hace rato no lo usa, veo mis manos, mis nudillos lastimados, pienso que el no es mejor que yo y yo no debería perderla así tan fácil, pero no puedo solo llegar frente a ella y decirle toda nuestra historia, no me creería es más, me odiaría, y no podría con eso, por lo menos ahora tengo la certeza de que no sabe quien soy de que no es consiente del daño que me hace, de la muerte lenta, la eterna agonía que me tortura desde que ella se alejó de mi lado.

Como podría recuperarla, alguien como yo. Que podría hacer alguien como yo. Un sucio asesino.

Medito un momento y esta decidido, antes muerta que dejarla en los brazos de ese malcriado, no voy a permitirlo, no. Me levanto del columpio y me acomodo un poco el saco, estoy decidido. Y lo hare, de la misma manera en la que conseguí ser el mejor en toda esta mierda.

Vuelvo a sentarme en la mesa y aunque la comida no se me antoja no quiero ser grosero con los anfitriones, esto es Guerra Adi y no me gusta perder ni la mas tonta pelea, en ese momento el pequeño malcriada nota que lo estoy observando y me levanta la copa con una sonrisa burlona, el maldito casi le creí que la ayudaba y la cuidaba desinteresadamente.

Los otros hijos de Doinell y la hermana de Adi al terminar de comer sugieren que pasemos al salón a seguir pasándola bien y planear la fiesta de compromiso, y que les explique el proyecto que estoy sacando adelante. Y eso hacemos, entonces tranquilo y seguro con una copa de vino camino para encontrarme con la feliz pareja, esta vez necesito el vino, necesito el alcohol.

-felicidades chicos, me permiten brindar con ustedes?

-Kazuki, por su puesto. -dice Adi que no se ha separado de Jeannette desde que le puso el anillo. Ella solo baja la mirada y puedo observar que sus labios tiemblan.

-se encuentra bien señorita? -digo mientras intento levantar su cara suavemente con mis manos, pero ella desvía la mirada y se abraza al brazo de Adi y él lo está disfrutando.

-si. -dice al fin. Casi susurrando y Adi choca su copa con la mía casi obligándome a no verla más.

La hermana de Adi y los de Jeannette se acercan a nosotros y yo me alejo un poco, Sam y Doinell hablan con Cerqueda del comienzo del proyecto de Biére y me hacen un ademan como invitación a unirme a ellos y dejar en paz a la feliz pareja.

Me uno a ellos y trato de responder todas sus dudas como el joven responsable y productivo que soy en esta nueva vida que Sam me creo, en esta vida de la cual mi madre estaría orgullosa y en la que puedo pelear por el amor de Jeannette.

otra tediosa noche en ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora