otra tediosa noche en París

Impala, Kyo

-necesito gente nueva Anthony, Bu no me da confianza.

-le dijiste a Sam?

-esta demasiado ocupado con otras cosas, y yo soy el segundo al mando, le informare en cuanto pueda, mientras necesito discreción. Necesito mínimo dos personas más.

-puedo buscar a dos de los mejores, hay muchos chicos con demasiada ambición, y

-no Anthony. Quiero a dos personas profesionales, las mejores y no quiero una sola palabra de esto, tienes dos días. No, hoy en la noche, para mañana al medio día a más tardar, así que ponte en eso yo me quedo con Bu atendiendo los pendientes del día, solo tu y yo lo sabemos.

-está bien Kazuki.

-Cuando los tengas nos vemos en Louvre, afuera del museo. Ya vete y si Bu te pregunta dile que se enfermo tu perro y te di el día, y que se apure a alcanzarme.

Anthony se va y yo sigo observando que todo marche bien, cuando el perezoso de Bu se me acerca tan relajado. Su presencia es cada vez más molesta para mí, me mira de manera burlona y me temo que pronto tendré que recordarle quien está a cargo aquí. Hace lo que quiere regaña a los trabajadores es grosero y altanero, mas de lo normal como si se sintiera respaldado me quedo callado, solo lo observo no quiero ponerlo en alerta, solo le hago señas cuando debemos irnos y de mala gana me sigue, cada quien sube a su medio de transporte y lo dejo salir primero. Quiero seguirlo, pero sabe que lo sigo, sigue un camino bastante común, va a una velocidad bastante estándar y no lo veo usar el teléfono en todo el camino.

Llegamos sin ninguna novedad y el espera a que yo entre primero a la bodega, los chicos que están encargados de Lenin lo traen inmediatamente, otros dos ponen el dinero sobre una mesa para que lo contemos al terminar el entrenamiento con nuestra mascota, porque aun no aprende a hablar, y eso en parte es bueno porque fomenta mi creatividad con nuevas formas de entrenamiento.

-querido Lenin. Adivina que vamos a hacer el día de hoy. Sigues sin comer y no puedes seguir así, ¿verdad? Te puede hacer daño. ¿Alguien puede traerme un plato un cuchillo y un poco de sal?

Todos se apresuran en buscar lo que pedí y me lo traen lo más rápido que pueden.

-a ver, dime que quieres comer. ¿Oreja? ¿Tu otra pantorrilla? ¿Muslo? Dicen que la lengua es muy rica, pero si te la corto, no podrías decirme nada, no podrías decirme si sabes bien. Claro que yo puedo decidir por mí. A ver muchachos, ayúdenme a darle su almuerzo, agárrenlo bien.

Estos chicos son muy obedientes, le toman las extremidades y las sacan por la fuerza entre los barrotes de su fría jaula dejándolo boca arriba justo como lo necesito, el huele realmente muy mal, no le hemos tenido la limpieza adecuada y eso me alegra tanto. Tomo el cuchillo y le rebano pequeños trozos de carne de su muslo, pequeños, no quiero una hemorragia o una muerte prematura, el pobre Lenin se retuerce todo y se jalonea pero no tiene mucho por hacer, cuando considero que es una buena porción, dejo el cuchillo y camino a su boca, me temo que como es pésimo abriendo la boca me temo que vamos a tener que ayudarle, le doy el plato a Bu y el me sigue casi por instinto. Le tomo la cabeza a Lenin y la pongo entre dos barrotes, lo aprieto fuerte contra ellos con una sola mano y con la otra le tapo la nariz hasta que abre la boca.

-Lenin, todo sería más fácil si hablaras conmigo, mira que solo quiero ser tu amigo. Tanto que Bu te va a dar algo de comida rica, rica proteína.

Bu comienza a darle los trozos de carne uno por uno metiéndolos en su boca a la fuerza y el intenta escupirlos, pero no pienso permitirlo.

-muchachos necesitamos agua. Para que no se nos ahogue. Agua.

Traen una botella con agua y entre pedazos de carne lo hacemos tragar con un chorro de agua. El pobre esta completamente rojo y su pierna sangra. Intento vomitar un par de veces, pero no se lo permitimos, cuando por fin lo soltamos me observa con mucho odio, nada nuevo para mí. Es normal en odio en las miradas de mis amigos, pero yo solo quiero darles un trato especial a mis amigos, a mi nueva mascota.