Notas del corazón ━━ [Finalizado] 《5》

19. Quédate conmigo (Borrador)

—Law se fue a casa. —me dijo Corazón al oído mientras bailábamos.

Y es que a mi bello Rosinante no se le escapaba nada, poco le bastó para saber que yo estaba buscándolo con la mirada.

—Me llevaré la fiesta para el Penthouse, ¿se quedan o vienen? —nos dijo Doffy abrazado de dos chicas muy guapas.

Corazón y yo compartimos una mirada, como preguntándonos el uno al otro "¿Qué hacemos?". Nos encogimos de hombros y sonreímos.

—Vámonos. —dijimos a la vez.

Alrededor de las dos y media de la mañana, regresamos a casa de Doffy, y quizá unas veinte personas más, a parte del mismo grupo de siempre, estaban presentes en la reunión. Pero a Law... no lo veía por ningún lado.

Después de pasar el rato con los chicos y socializar con personas que me presentaban, decidí salir al balcón a tomar aire fresco.

—¿Ya te cansaste de bailar y pasarla bien? —preguntó Law, sentado a mi espalda, en la esquina del balcón. Volteé y me acerqué a él.

—Law, qué haces aquí afuera? ¿Hace cuánto estás ahí?

—Mucho antes de que llegaras, quizá unas dos horas mas o menos. Siempre que vengo aquí... me gusta salir a apreciar la vista.

—Sí, este lugar tiene una vista espectacular. —dije volteando sobre mi hombro, en dirección a la ciudad.

—Hoy en especial... —se puso de pie y me miró con ojos tristes, pero a la vez llenos de amor— La vista es perfecta.

—Law yo n...

—Sssshhh... —me silenció poniendo sus dedos indice y corazón en mis labios—. Quería disculparme por la manera tan inmadura en la que actué hoy en la playa —Intenté hablar, pero no me lo permitió. En cambio, me abrazó y me apegó a su pecho—. Puse tu vida en peligro por mis estúpidos celos. —Su cuerpo era tan cálido, tan atractivo a los sentidos, tan adictivo...

—No es tu culpa, tú ignorabas que yo no sabía nadar.

—Pero yo te llevé al agua. —se separó de mi, caminó hacia la baranda del balcón y posó sus brazos ahí. Veía hacía abajo, se le notaba la tristeza y arrepentimiento—. Fui yo quien...

—No seas duro contigo mismo. —pedí abrazándole su brazo izquierdo.

Él dirigió su mirada hacia mi, y me miró fijamente por un instante.