Notas del corazón ━━ [Finalizado] 《5》

6. Mi primer beso

Íbamos de camino al estudio de grabación en completo silencio. Law estaba concentrado en su lectura «El infierno» de Dante Alighieri, mientras que yo, iba revisando mis redes sociales en mi móvil.

Hacía más de un mes que me había desconectado de todas las aplicaciones, de modo que no había notado que Doffy, Corazón, Bepo, Shachi, Penguin, Lami, Lily y hasta Ace me habían enviado una solicitud de seguimiento en InstaSnail.

Acepté de inmediato la solicitud de mis amigas, pero no sabía qué hacer con las solicitudes de los chicos. Es decir; ellos, personas famosas e influyentes en el medio, ¿y que de repente siguieran a una simple mortal como yo? O sea... no sabía qué hacer.

Mi InstaSnail estaba conformado por menos de dos mil doscientos seguidores, y aunque obviamente no conocía a la mayoría..., ¿qué pasaría si mis antiguos compañeros de prepa, universidad, y trabajo de medio tiempo —quienes me seguían en las redes— se dieran cuenta de que yo era alguien cercana a Ace, o Doffy, Corazón, Bepo, Shachi y Penguin? Pues la respuesta era lógica: me relacionarían con esos famosos inmediatamente, y luego no me quitaría a muchos de encima.

Después de un momento, pensé que le estaba dando demasiadas vueltas al asunto, de modo que simplemente acepté todas las solicitudes y también comencé a seguirles.

Cuando llegamos al estudio de grabación, los chicos salieron a mi encuentro como lo usual. Bepo era menos tímido conmigo, Shachi y Penguin juguetones como de costumbre, Corazón tan torpe y despistado como siempre —en realidad eso sólo lo volvía más lindo— y Doffy..., bueno, Doffy era y sigue siendo un caso especial.

El tipo es un don Juan de primera, pero es muy lindo y amable, aparte es bastante bromista... No se puede estar serio o triste con él cerca.

Ese día, Doffy se acercó a mí durante los ensayos. Noté que me veía de una manera peculiar, pero no tenía ni la más mínima idea de la razón, aunque esa duda me sería aclarada más pronto de lo que yo pensaba.

—Muñeca... —Se sentó a mi lado—, ¿por qué estuviste llorando? —Adoptó una postura relajada—. Mejor dicho, ¿qué te hizo Law?

—¿Qué ? —Negué con la cabeza—. No me hizo nada, ¿de dónde sacas que estuve llorando, Doffy?

—Contesta —Se inclinó hacia mí y me miró a los ojos—, ¿qué te hizo?

—Te equivocas Doffy —Bajé el rostro, y sonreí forzadamente—. Sí lloré, pero no fue por Law. —declaré mirando al suelo. Me sentía muy triste.

—Mmn... —articuló incrédulo. Me tomó de la barbilla, se quitó las gafas, y me hizo verlo a los ojos—. No trates de engañarme muñeca. No a mí. —Se recostó en la esquina del espaldar del sofá y estiró las piernas hasta posarlas sobre la mesita de centro, las cruzó, y se llevó las manos detrás de la nuca—. Te enamoraste de Law. —Soltó muy casual, como si dijera «el día está soleado», lo cual... así era.