Notas del corazón ━━ [Finalizado] 《5》

33. Dolores incontenibles (Borrador)

Eran las cinco de la mañana cuando todos estábamos reunidos en el lobby del hotel, listos para salir con rumbo al aeropuerto.
Al parecer, Doffy y Rosi no contestaron mis llamadas el día anterior porque también habían estado ebrios, lo cual me pareció realmente extraño porque ellos ingerían alcohol de manera regular, pero no al punto de perderse, pero bueno, no era momento de pensar en esas cosas.

Mientras me encontraba sentada en un sofá leyendo una revista de niños que había a mi alcance, noté que el muchacho del bar estaba platicando con Law cerca de recepción. Cuando Law le dio la mano y se alejó, me acerqué a él.

—Hey... —le saludé.

—Hey, hola... —me respondió—. Lo siento,  ayer no te dije mi nombre, soy Zoro. —me dio la mano—. Las circunstancias no son las mejores, pero es un gusto conocerte.

—Lo mismo digo Zoro. —estreché su mano y ya tenía mi respuesta—. Por eso me parecías conocido, tú eres el Guitarrista famoso, pero sólo te haces llamar Roronoa.

—Es mi apellido. —dijo con una sutil sonrisa.

—Lo siento, soy realmente mala recordando, disfruto la música pero desconozco los nombres y rostros de la mayoría de artistas.

—No te preocupes, no hay problema.

—Tú eres quien iba a hacer la colaboración con Law, ¿cierto?

—Sí, pero con todo esto... —volteó a ver a Law, quien platicaba con Doffy, Rosi y los chicos—, bueno, espero que las cosas mejoren pronto

—También yo, confío en que así será.

Luego que dejó de ver a Law, para verme a mi, Zoro me dedicó una sonrisa peculiar, no supe cómo interpretarla en el momento pero todo me fue esclarecido a los segundos.

—Law tiene suerte al tenerte cerca.

«Así que se trataba de eso». Pensé al recordar que le había hablado sobre mi vida amorosa el día anterior.

—Ah, jeje eso... oye, ¿que hacías en ese bar?

—Me relaja ir, el local es mío.

—Ya veo...

—Oye... —se frotó la nuca y me sonrió un poco inquieto—, a lo mejor sea demasiado pedirte, pero Law es un buen amigo, te encargo que cuides de él por favor.

—Haré mi mejor esfuerzo. —respondí, me dio la mano y se despidió de mí, para luego caminar hacia Doffy, Rosi y los chicos, y  así despedirse de ellos también.

Cuando la limusina pasó a recogernos, vaya que nos costó mucho salir del hotel debido a que ya se había corrido la voz de que Law y los chicos estaban ahí. También circulaba por las redes la noticia de que se había pospuesto el concierto el día sábado, así que los centenares de fans estaban un poco ansiosos.