Notas del corazón ━━ [Finalizado] 《5》

29. ¡Estáte quieta! (Borrador)

Al llegar al after party me encontré con Doffy, Rosi, Penguin, Shachi, y Bepo. Estaba super cansada pero traté de no demostrarlo porque después de todo, la fiesta era en honor a la victoria que los chicos habían obtenido.

Después de bailar con Sabo y Luffy, mi pe'cosito fue a robarme, ya no quería compartirme con sus hermanos, pero pronto, Doffy y Rosi me robaron de él.
Al continuar bailando con mis rubios adorados, vi a Rangiku muy animada con Bepo, sonreí contenta al verlos tan juntitos.
Shachi y Penguin se la dieron de casanovas, y seguidamente Doffy fue invitado a bailar por una muchacha muy guapa. Me quedé bailando sólo con Rosi y la pasamos muy bien por un buen rato.

—Aprecio mucho a Ace, y realmente no quiero meterme en tus asuntos. —me dijo al oído—. Pero Law es como un hijo para mí y está muy mal. Él tiene una gran obligación y carga sobre sus hombros. Escucha al menos lo que tiene que decir.

—Rosi yo...

—Hazlo. —aconsejó con una suave expresión mientras bailábamos una canción un poco lenta.

—Lo pensaré. —dije insegura. Justamente en ese momento Ace llegó a robarme de los brazos de mi Corazón, así que me fui con él y bailamos, al fin.

—¿Estás cansada verdad?

—No mucho. —respondí con una sutil sonrisa.

Nos quedamos un poco más luego del brindis. Luego me despedí de Marco, Izo y del señor Newgate. También de Doffy, Corazón y los chicos.

—Los veré pronto. —les dije a Luffy y Sabo al abrazarlos antes de irme con Ace.

—¿Quieres ir a dormir ya, o me dejarías llevarte a otro lugar? —preguntó Ace mientras conducía.

—Bueno, no trabajo mañana, así que vamos. —respondí muy animada.

Llegamos a este lugar donde habían varios muchachos universitarios, tocando cadencias musicales.

—Escuché que te gusta ver estas cosas. —comentó al estacionarse frente al emparrillado donde los muchachos ensayaban.

—¿Escuchaste? Jajaja... ¿quién te dijo?

—Bueno... supongamos que me puse a stalkear tus fotos antiguas antes del partido de hoy.

—Jajaja... acosador. —le condené cariñosamente. Después de un momento de observar los ensayos, en silencio dentro del auto, Ace parecía inquieto—. Dilo. —pedí viéndolo a la cara.

Él seguía viendo a los muchachos, pero se notaba que estaba intranquilo. Negó con la cabeza, bajó la mirada y puso sus manos en el timón. A kilómetros se podría saber que estaba frustrado.

—No diré que no me duele, no mentiré al decir que no me da rabia, sólo... quisiera saber: ¿porqué en todo ese tiempo saliendo conmigo... no me dijiste nada?