34. Quienes se van para nunca volver (Borrador)

902 334 27
                                    

—¡Que te vayas! —me gritó mirándome como si me odiara

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Que te vayas! —me gritó mirándome como si me odiara.

Me asusté tanto, que caí de espaldas, sentada en el suelo. Él... nunca me había gritado ni me había visto así, tan frío, tan lleno de ira. Se estaba desquitando conmigo algo que yo no debía. Me sentí tan mal, que decidí irme en ese momento. Por su parte Law seguía sentado, viendo hacia la pared.

«Eres un egoísta...»

—Tú no podrías entender nada. No sabes lo que es perder a alguien importante. Yo perdí muchos en un abrir y cerrar de ojos. También te perdí a ti, no, no te perdí... tú te fuiste de mi, también me dejaste. Preferiste hacerme a un lado y seguir tu camino. Así que no digas que no quieres dejarme solo, porque ya lo hiciste. —habló como decepcionado, como si estuviese cansado y sin ganas de nada.

«Eres un egoísta, Law...»

Comprendía su sentir, pero yo no tenía la culpa de lo que sucedía, y estaba ahí para él, no tenía ningún derecho a desquitar su frustración y su dolor conmigo. Pero en sí, eso no fue lo que me molestó, sino que estaba haciendo lo que mejor sabía hacer, alejar a las personas y cerrarse a todo. A este punto, estaba llorando sin poder contenerme. Traté de que mis sollozos no se escucharan tanto, pero dudo haber conseguido ocultarlos.
Dirigí la mirada hacia a Law y noté que su inexpresividad se había ido, hasta me pareció como si estuviese arrepentido de lo hecho, sin embargo no se retractó y se quedó en sitio.

Al ponerme de pie, me golpeé la cabeza con la esquina metálica del porta toallas, e instantáneamente sentí un dolor agudo y algo caliente que bajaba por mi cuello. Me toqué la zona doliente y al palpar el líquido supe que estaba sangrando.
Cuando él vio el rojo en mis dedos, se levantó de la tina e intentó acercarse a mi, se veía alarmado.

—(Tn), lo siento, no quise asus...

Lo interrumpí dándole una cachetada tan fuerte, que hasta a mí me dolió y terminé haciéndome presión en la muñeca, sentí haberme lastimado. Él se quedó con la cara volteada en ese instante. Más que decepcionada de él, estaba furiosa...
Law me miró como si en verdad se hubiese arrepentido de haberme gritado, hasta percibí su intención de acercarse a mí nuevamente, pero eso sólo encendió mi ira y le di una segunda cachetada en la otra mejilla. Quedó con su rostro volteado una vez más, en silencio...

—¡Jamás piensas en los sentimientos de los demás! ¡¿Crees que sólo tú sufres?! —Él volvió a verme a los ojos, y permaneció callado escuchando mientras yo seguía hablando—. Doffy ha estado preocupado por ti, él también perdió a su hermano. Los chicos también perdieron a Corazón y te han estado buscando. Todos ellos querían mucho a Lami. Y quizá no fueron muchos los meses que estuve con ellos... pero yo los adoraba. También perdí a mi querida amiga Lily. Ella al igual que Lami y Rosinante... ¡eran mi familia! —Le vi bajar la mirada, fruncir el ceño y arrugar su nariz, como si estuviese molesto como si quisiera decir algo, pero optó por seguir escuchándome—. ¿Dices que no sé lo que es perder a alguien? —lo empujé, estaba llena de ira—. Hace mucho perdí a mis padres y es algo sabes muy bien, ¿o acaso lo olvidaste? —le cuestioné con tanto resentimiento que ya no podía disimular ni siquiera mi voz entrecortada—. Después de tantos años de estar sola, sin amigos, enfocada sólo en mi carrera y trabajo de medio tiempo, me permití abrirme a personas maravillosas como lo eran Rois y Lami. Así como lo fue Lily, sin ella... ni siquiera los habría conocido a todos ustedes. —Él me veía con ojos humedecidos, como aguantando sus ganas de seguir llorando pero no dijo una sola palabra. Sin embargo; yo me encontraba lejos de haber terminado de desahogarme—. Rosi, Doffy, Shachi, Penguin, Bepo... ¡hasta tú incluido! Compartir con ustedes cada día, tuvo efectos en mi, y a pesar de que las chicas y yo no nos veíamos tan seguido por nuestros horarios, yo las adoraba. No... —me halé el cabello por la frustración que sentía—. ¡no soy de piedra Law, soy de carne y hueso! —le vociferé con rabia—. ¡¿Te has detenido a pensar cómo se siente Doffy?! —le grité desesperada..., sólo de recordar lo quebrado que se veía en el hospital y aún así, estaba a cargo de todo lo del funeral, aún así se atrevió a darme consuelo, aún así fingió fortaleza, cuando en realidad él estaba peor que yo. Vi a Law pasar su mano sobre su frente, como si ya no quisiese seguir escuchando, sin embargo seguí recalcándole y reclamándole por su egoísmo—. ¿Has pensado en cómo se sienten los chicos? —frunció el ceño y me miró con tristeza—. O quizá, ¿cómo me siento, yo? —me toqué el pecho y arrugué mi camisa entre mis dedos—. ¿Cómo crees que me siento al haber perdido tres personas que llegué a amar como si fuesen de mi sangre? —Él bajo la mirada, se recostó en la pared y continuaba escuchando—. Perdiste a tu amiga Delilah, o no sé qué era o significaba para ti. Todos perdimos a alguien esta vez, pero tú sólo piensas en ti porque eres un egoísta, caprichoso, egocéntrico, cobarde alcohólico que se encierra en su puto mundo de mierda mientras excluyes a todos los que te aman. Sólo sabes herir a las personas porque eres incapaz de amar y de dejar que te amen.

Notas del corazón ━━ [Finalizado] 《5》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora