Notas del corazón ━━ [Finalizado] 《5》

5. ¿Qué es lo que quieres de mí?

Regresé a mi apartamento después de ir a despedir a Lami al aeropuerto. Quería descansar lo que restaba de la tarde y relajarme mirando televisión.

Para contrarrestar mi susto de la madrugada, había elegido ver Dr. Stone, por séptima vez desde el primer episodio. Me dejé llevar y empecé a cantar el opening en japonés. Estaba entretenida, cuando escuché que tocaron a la puerta. Fui a atender emocionada, esperando que fuese una lasaña y la pizza que había ordenado, pero cuando abrí, miré esos ojos fríos que me veían hacia abajo...

—Te dije que no cantes, asistente fea. —me dijo. Él estaba en el pasillo afuera de mi apartamento.

—Law, ¿cómo supiste donde vivo? —Le pregunté sin siquiera saludar.

—Hola, fea... —Me miró con una expresión de aburrimiento—. Sí, sí quiero pasar, gracias. —dijo irónicamente, como reprochando mi falta de educación. Suspiré al poner los ojos en blanco, y con un ademán, le invité a entrar—. Respondiendo a tu pregunta: traje a Lami en varias ocasiones, ¿recuerdas? —comentó mientras caminaba hasta la sala, a la vez se quitaba la chaqueta.

Entonces recordé que efectivamente, Lami me había visitado muchas veces, pero nunca pensé que fuese Law quien la hubiese llevado.

—Por favor, toma asiento —Le invité.

Se arrojó al sofá con toda la confianza del mundo, y bueno, ¿qué importaba? Lo que me intrigaba: era saber a qué se debía su inesperada visita.

Aguardé a que él hablase, pero el silencio nos había invadido. Luego de unos incómodos y eternos segundos por fin empezó...

—Escucha, fea... —Sonaba con su típico timbre de voz aburrido, y por alguna obvia razón yo intuí lo que venía así que me adelanté a los hechos.

—No te preocupes, sé que estabas ebrio.

El me miró fijamente por un instante, luego dirigió su atención hacia el balcón.

—Quería disculparme —Se pasó los dedos en la melena—; me propasé contigo al casi besarte en dos ocasiones. —Volteó y me miró a los ojos nuevamente—. También dormí sobre ti y te toqué el pecho al despertar.

—Bu-bueno, n... —murmuré. Sé que me sonrojé al escuchar lo reciente, porque sentí la cara y las orejas muy calientes.

—Honestamente... —Continuó Law. Exhaló al inclinarse hacia adelante para posicionar los codos sobre sus rodillas—. No fue mi intención tocarte es sólo que... sentí que mi mano palpaba algo suave, y estando medio dormido y despierto... apretujé sin saber lo que era.

Me sentí aún más avergonzada de lo que ya estaba y no era para menos; él estaba reconociendo todo lo que había sucedido, y yo no sabía si hubiese preferido que lo recordara o no.

Aunque no me engañaba a mí misma con lo ocurrido; Law sí había tomado, pero no sonaba ni se veía ahogado en alcohol así como en otras ocasiones en las que incluso hablaba con gran lentitud y dificultad.