2. ¿Y tú eres...?

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Nota: dada la temática de la historia, me he tomado la libertad de añadir algunos videos musicales que podrás reproducir —si así te apetece— y también algunas imágenes. Espero no os molestéis por ello. ^^

Al día  siguiente, llegué a mi trabajo veinte minutos antes de mi hora de entrada

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Al día siguiente, llegué a mi trabajo veinte minutos antes de mi hora de entrada. Llevé el café que a Law le gustaba y le pedí a las chicas que le prepararan onigiris.

—Buenos días Law, hora de despertar. —dije muy animada al entrar a la habitación del susodicho.

Como no despertaba, le contemplé dormir por unos segundos, y sin darme cuenta sonreí.

«Jamás en mi vida he visto algo más hermoso que esto», pensé en ese momento.

Él estaba sin camisa, con otro pantalón de pijama de «Bepo the polar bear». Y es que mi querido baterista cabello blanco tenía ese fetiche de imaginarse como un oso polar. Introvertido y lo que resta, pero dibuja bien, y fue gracias a ese talento que decidió entrar a la industria del vestir, con sus diseños e ideas para productos con su firma personal.

El pantalón que Law usaba era uno distinto al que llevaba puesto el día anterior, y entonces comprobé que a él le gustaba la marca "Bepo the polar bear"

«Tenemos tanto en común...» Pensé entre suspiros, sin dejar de verlo dormir. Estaba idiotizada babeando al ver tanta perfección frente a mí.

Salí de mis pensamientos dándome unas palmadas en la cara, y lo volví a sacudir con cuidado para no llegar a ser una molestia.

—Law, tienes cita con el dentista a las diez, ¡ya, levántate! —insistí nuevamente, pero por más que trataba de sacarlo de su sueño, él me ignoraba—. ¡Levántate, se hace tarde! —le advertí sin obtener ninguna reacción de su parte—. El café se enfriará y no sabrá bien con el Onigiri. —dicho eso, el hombre se sentó a la velocidad de la luz.

—¡¿Onigiri?! —preguntó medio dormido.

«¡Ja! ¡Te tengo!» Pensé victoriosa.

Parecía que tal cual estaba escrito en las notas, Law en verdad adoraba ese platillo.

No esperó por más ruegos. Se levantó de la cama, y fue al baño a asearse. Para el momento en que él regresó, yo ya tenía listo sus alimentos.

—Tu ropa está lista. —le informé sonriente, cuando se sentó a comer las bolas de arroz.

—¿Y tú eres? —me preguntó con cierta expresión de confusión.

—¿Y tú eres? —me preguntó con cierta expresión de confusión

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Notas del corazón ━━ [Finalizado] 《5》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora