¿De qué tienes ganas? (Jungkook)

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Soy un pastelito envenenado

Narra Jungkook

Vine a cenar con ella como habíamos quedado por mensaje, así que llevé la cena lista para comer y que no tenga que cocinar, si nos ponemos en papel de cocineros no comeremos más.

Beata– Hola.– Abrió la puerta y me dejó pasar, le di un beso en la mejilla.

Jungkook– Hola preciosa, ¿Por qué el pasillo está oscuro?

Beata– Ah, es que el foco reventó por la alta tensión.– Dijo caminando delante mío.

Jungkook– Bien, traje pollo frito a gusto tuyo, unas hamburguesas por si nos quedamos con hambre y...– Decía mientras ojeaba el interior de la bolsa que apoyé en la mesa, me callé al verla– ¿Qué tienes en la cara?– Me acerqué.

Beata– Caí cuando se cortó la luz, no es nada.

Jungkook– Mira tu labio, la mejilla.

Beata– No es nada.– Quitó mis manos– Comamos que muero de hambre, traeré platos.

¿Por qué siempre reacciona tan fríamente cuando soy atento con ella? El cariño no es muy bienvenido en la vida de esta chica. Cenamos callados con el sonido de la televisión, parecía seria y desanimada, quería preguntar, pero su barrera es de concreto puro conmigo, quizá algún día me anime a socavar en las profundidades de sus pensamientos.

Jungkook– ¿No te gustó el guacamole? Me dijeron que es fresco.

Beata– Tragó– No es nada, está riquísimo, es... Que me siento llena, merendé tarde.– Sonrió.

Jungkook– Te pasa algo.– Afirmé.

Beata– Tengo sueño, eso me pasa, ¿Vamos a la cama?– ¿Se dan cuenta por qué no socavo?

Jungkook– Bien.

Me sabía a que nada andaba bien aquí, desde su labio maltratado a su mejilla colorada como si hubiese recibido un golpe, lavábamos los platos y en un momento dejó de pasar la esponja por los cubiertos mirando a través de la ventana.

Beata– Jungkook.

Jungkook– ¿Qué?

Beata– ¿Cuánto estás dispuesto a soportarme?

Jungkook– ¿Eh? ¿Por qué lo dices?

Beata– No me contestes con otra pregunta.

Jungkook– Pues, no es algo que haya planificado en el calendario, esto no es un contrato. 

Beata– Justamente hicimos eso de palabra.– Sonrió sin mirarme.

Jungkook– Lo hicimos, cierto, pero no tiene que ser tomado tan a pecho, a futuro puede haber más caminos que nos unan o separen, ¿A qué se debe la pregunta?

Beata– Era solo para saber cuándo sería el final.

¿El final de qué? ¿Piensa que la voy a abandonar? ¿Qué tan difícil es vivir con ella un periodo largo? ¿Me volvería loco por algo tan común como el sexo?

Es una probabilidad, mi querido Jeon.

Por raro que suene, ambos nos acostamos y ella me dio la espalda, la abracé y la sentía tranquila, empecé a considerar si con el tiempo esto empeoraría y que si ahora no es tan malo, es porque ella se retiene a hacerme ver su verdadero yo.