¿De qué tienes ganas? (Jungkook)

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Nos veremos en el infierno

Narra Beata

Un mes después...

El día era hoy. Venía siguiéndolo hace rato, todos los días del jodido mes estaba observándolo, así que empecé por venir a mi trabajo, desde que desperté tengo unos nervios que me revientan por dentro, no quería hacerlo pero a la vez si me negaba, no soportaría tanta presión, no podía dejarme pisar de nuevo.

Jefe– ¿Por qué quieres renunciar? No lo entiendo, te pagamos bien, el horario es justo, cumples con todo y eres responsable.

Beata– No voy a hacerle juicio ni nada, solo... Me voy un tiempo.

Jefe– Sé que esto lo mencionaste hace un semana, no tienes pinta que te vayas a ir.

Beata– Poseo unas ojeras horrendas– Es que mi novio me llevará de viaje, veremos un lugar y nos quedaremos allí.

Jefe– Bien, te daré lo que te debo, pero si necesitas ayuda en algo busca a la persona más cercana que tengas, no te digo a mí porque no nos conocemos, sin embargo no estás sola.

Beata– Asentí– Gracias.

Mi semblante es un asco, adelgacé por comer menos y no sabía si la depresión se la debía a la falta de Jungkook o porque no me he acostado con nadie después del nombrado, no tengo películas en casa para entretenerme y quemé mis juguetes en ese pacto infantil.

Soy una imbécil.

Nos despedimos y me marché, la hora pasaba y yo debía simplemente dejar mi cobardía recuperando mi sangre helada para esta noche, en segunda, llamé al casero.

Beata– Hola señor Song.

Casero– Hola querida, ¿Qué sucede?

Beata– Es sobre el alquiler del departamento.

Casero– Ya lo pagaste.

Beata– Lo sé, seguramente me iré a vivir a otro lado, vendrá mi amiga Molly y seguro mi madre a buscar cosas.

Casero– ¿Estás bien?– Sonó preocupado.

Beata– Estoy perfecta, solo le avisaba porque dejaré la llave en recepción, ¿Sí?

Casero– Suenas rara, niña.

Beata– Para nada, anda imaginando cosas, gracias por todo y quería decirle que a pesar de que me atrasaba en los pagos, usted es una gran persona.

Casero– Gra-Gracias hija.– Carraspeó– Suena a despedida.

Beata– Lo es, bueno, adiós.

Casero– Adiós.– Colgué.

Dos cosas menos de qué preocuparme, estoy perdiendo la cabeza de una manera sin freno, todo por ese... Imbécil bueno para nada, debí dejarlo ir el mismo día que lo conocí, pero supe que era especial cuando en vez de seguir abusando de mí, se negó e iba a llamar a la policía para incriminarse, me causa gracia que hasta para eso es un idiota, ¿Por qué no lo solté?

Yo fui a ese lugar porque quería que eso pasara, el problema fue con quién me topé allí, y me arrepiento, si no hubiera ido no nos conoceríamos.

Encontré a Mateo saliendo del trabajo en la tarde, lo seguí a la casa donde rondé esperando a que anocheciera, es fin de semana, cumpleaños de Alex, esta noche saldrían a pasear seguramente a algún sitio de comidas.