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¿Qué? ¿Justo hoy?

Narra Beata






Él subió sobre mí y con el cinturón de su pantalón que tenía una tela para que no me marcara la piel, lo pasó al rededor de mi cuello, yo solo miraba su cara con una sonrisa llena de maldad y satisfacción a la vez.





Charlie Te gustará, además ya sabes taparte las marcas.— Asentí callada— Eso es, amor, goza y aprende.— Se posicionó y me embistió al mismo tiempo que el cinturón se ajustó en mi cuello.






Desperté del sueño, siempre que venía ese tipo de recuerdos a mi mente mientras dormía, me sentaba en la cama, no agitada ni sudada, solo ida y seria, mirando la pared o lo que tuviese en frente, procesando lo que acababa de soñar. Mi trauma se canalizaba por la frialdad más que por el temor, quería demostrarle al mundo que Beata Dever no tenía miedo, que lucharía contra los monstruos de su cuento.

Y eso hice, no perdí, aún falta salir y ver qué me dará la vida.







Enfermera Venía a despertarte pero veo que me ganaste de mano.

Beata– Ya te extrañaba, mujer.— Ella rió.

Enfermera Tienes un sentido del humor muy peculiar.— Puso el pequeño vaso de pastillas en mi mano y me dio el otro con agua— Vamos, bebe.

Beata– He tragado cosas más grandes que estas.— Me tragué las pastillas juntas con el agua.

Enfermera Negó con la cabeza— Bueno, en un rato comienzan las actividades, vístete y feliz cumpleaños.






Hoy es mi cumpleaños número veintiocho, ya me veía venir al tonto de Kook cantándome con su dulce voz, me empalaga ese muchacho. Además también se cumple tres meses y medio de mi encierro, con solo pensarlo me da rabia.







Rosi– Mi nena.— Horario de visitas— Te traje unos capcakes con una vela.

Molly Te revisan hasta el alma, me cansan.

Beata– Es un hospital para enfermos mentales, ¿Qué esperabas?

Molly Siempre creí que yo sería la que terminaría aquí.

Beata– Estás a tiempo, amiga.

Molly Calla, estúpida.— Me dio un golpe en el brazo.

Beata– Auch, no me pegues, que ahí me pincharon anoche.— Me froté.

Molly Su cara de temor no tardó en aparecer— ¿De verdad? Lo siento nena, ¿Te duele?

Beata– Comencé a reír— No, mentí. 

Molly Me van a apresar por golpear a una paciente de un psiquiátrico, te lo juro, y será mi regalo de cumpleaños.

Beata– ¿Qué me trajiste?

Rosi– Ay hija, no pidas tus obsequios así, pareces interesada.

Molly Descuide señora, siempre nos pedimos los obsequios así en estas fechas.

Beata– ¿Y?

Molly Ten.— Saqué de la bolsa una camiseta negra con una foto de nosotras en navidad, años atrás con las copas.

Beata– Mi foto favorita contigo. 

¿De qué tienes ganas? (Jungkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora