23. Fiesta de cumpleaños.

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Nos quedamos otro rato de igual manera, sin embargo fuera no se escuchaban ruidos, por lo que asumimos que la película ya había finalizado. Nos ponemos de pie y tomados de la mano nos devolvemos al lugar en donde estábamos en un comienzo, no sin antes ordenar toda la decoración que había hecho Max y tomé mi rosa y mi osito de peluche. Mientras caminamos veo en un rincón alguien que nos observa, es Martha y está ¿Triste? ¿Enojada? No logro distinguirlo. Cuando vuelvo a mirar ya no está. Qué extraño.

Llegamos y efectivamente ya había acabado la película y no hay nadie en el lugar. Le mando un mensaje a Bea y me dice que están en el patio de la escuela. Nos dirigimos hacia allá y Bea me ve de la mano con Max y con el peluche en la otra. Corre hacia nosotros.

—¿Ya están juntos? —pregunta Bea entusiasmada, y mira a Max.

—¿Qué? ¿Tú sabías? —le pregunto a mi amiga, sorprendida.

—Sí, Max me preguntó ideas, para que sea todo perfecto —me responde ella tranquila.

—Y me dijo que sí —le dice Max a Bea sonriendo.

—Sí me pude dar cuenta. ¡Los felicito! —Bea nos abraza.

—Gracias amiga. Y Max, ¿tú solo hiciste toda la decoración?

—Bea me ayudó con las ideas y Martha a organizar todo. Esta era la sorpresa que te tenía, por eso no te podía decir nada —me responde él— Por esto el otro día cuando estábamos en enfermería, ella me estaba mostrando algunas ideas en el celular, y claramente en ese momento no te podía decir nada.

Tenía que arruinar el momento. Ya, está bien, le ayudó porque es su amigo, y no me puedo enojar por eso, ¿o sí?

Seguimos con las actividades y me di cuenta que no volví a ver a Martha por ningún lado, después de esa extraña manera de observarnos hace un rato.

Llego a mi casa y lo primero que veo al cruzar la puerta es a mi mamá y mi papá felices, observándome.

—¿Qué les pasa? —les pregunto extrañada.

—¿Max y tú son novios? —pregunta mi mamá.

—¡Sí! ... ¿Qué? Esperen... ¿Ustedes sabían lo que iba a hacer Max?

—Claro que sí —dice mi padre— Nos pidió permiso.

—Es todo un caballero ese chico —dice mi madre.

¿Cómo es que todos sabían y yo no me di cuenta? Ahora faltaría que lo hubiera sabido la Srta. Martiche y sería la guinda del pastel.

Recibo un mensaje de facebook y, adivinen de quién es, Martha Evans, felicitándome por mi noviazgo con Max. Y así me di cuenta que sí, Srta. Martiche también lo sabía.

(******)

Ha pasado aproximadamente un mes desde que Max me pidió ser su novia. Ahora nos juntamos casi todos los días, y cada vez nos estamos conociendo mucho más. Mis papás lo aman. Hace días me han dicho que lo invite a almorzar, y yo lo he evadido porque siento que es muy rápido, un mes aún es poco tiempo para ya invitarlo a conocer a toda mi familia, y no sé si él se sentirá cómodo. ¿Quieren saber qué ha pasado con Srta. Martiche? Ella no se ha involucrado en nuestra relación, hasta creo que ya no es tan cercana con Max, pero no le he querido preguntar para no ser invasiva.

¡Ah! Y si se preguntan quién ganó en el aniversario de la escuela, fue el curso de Max. Fue algo que se esperaba, en la mayoría de las actividades ellos tuvieron el mejor puntaje, así que no fue una sorpresa.

Hoy con Bea vamos a ir al mall, a ver qué ropa nos compramos para ir a la fiesta de cumpleaños de un compañero de curso, Noah. No somos los mejores amigos, pero invitó a todo el curso, y Bea quería ir y me rogó que la acompañara, así que yo también voy.

—¡Mamá, voy a salir con Bea! Vuelvo en unas horas más —le aviso a mi madre.

—Está bien. Que te vaya bien, cuídate —me responde mi mamá.

Salgo y me voy directamente al mall, ya que allí nos quedamos de juntar con mi amiga. Ella llega y comenzamos nuestra tarde de shopping. Nos probamos distintos vestidos, jeans, blusas, pero yo siempre me voy por lo casual, un jean pitillo azul y una blusa rosa simple, eso lo combinaré con mis amadas converse. Bea es todo lo contrario a mí, escoge un vestido negro con tirantes pegado al cuerpo, y le llega justo a la altura de sus rodillas. Seguimos mirando ropa y a lo lejos veo a Martha, acercándose a nosotras.

—Hola, chicas —nos saluda.

—Hola Martha —la saluda Bea. Yo sólo le sonrío.

—¿Van a la fiesta de cumpleaños de Noah?

—Sí, ¿tú también? —le pregunta Bea. Yo sigo en silencio.

—Claro que sí. Isa, ¿y cómo está Max? —se dirige a mí. ¿Por qué me pregunta a mí? Es su amigo, ¿no? Puede preguntarle ella misma cómo está.

—Sí, bien. ¿Por qué? —le respondo.

—Por nada, sólo preguntaba. ¿Sabe que tu vas a la fiesta de Noah? —ya me están empezando a molestar sus preguntas, ¿qué le interesa a ella si sabe o no?

—No, no le he dicho —le confieso. Max es mi novio, tampoco es que le tenga que contar todo lo que hago.

—Yo que tu le digo, no se va a colocar celoso... —me dice, en voz baja. No le digo nada, sólo la miro mal- Ya chicas, un gusto hablar con ustedes. Nos vemos en la noche.

—¿Qué le pasa a esta chica? —me dice Bea apenas Martha se aleja.

—No sé. ¿Se las da de consejera ahora? Yo que pensaba que ya no estaba tan cercana a Max...

—Ya, sigamos en lo nuestro -me anima mi amiga. Yo le hago caso, no voy dejar que me arruine la tarde.

Terminamos nuestra tarde de shopping y nos vamos directo a mi casa a arreglarnos para la fiesta de la noche. Yo no soy mucho de fiestas, prefiero las juntas con amigos en casa, viendo películas y comiendo palomitas, sin embargo acompañaré a mi amiga. Bea me ayuda a maquillarme, pero siempre algo natural, nos vestimos y Bea se ve hermosísima en ese vestido, va a llamar la atención de todos, en especial de Chris. Él es un chico que llegó este año a la escuela, y es nuestro compañero de curso, a Bea le gusta y hoy ha decidido confesárselo, si se da la ocasión.

Feelings For Him © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora