1. Poniéndome al día.

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—Isa, baja a comer —me grita mi mamá desde la cocina.

—Ya voy —le respondo.

Termino de ordenar mi habitación y bajo a comer, me sonaba el estómago de hambre.

—¿Qué hay de almuerzo? —pregunto con entusiasmo.

—Tus ricas acelgas, hermanita —me responde Melissa, mi querida hermana.

—¡NO! ¿Por qué? ¿Por qué el mundo es tan cruel de mandar la asquerosa acelga a esta casa? —digo dramáticamente.

—Ya, deja de dramas y come —dice mi madre divertida.

Miro con asco el plato de comida, ahí estaba ese vegetal, me miraba con ojos de ¡cómeme!. Salí de mis pensamientos cuando escuché una vez más mi estómago crujir, y no me quedó otra que comerme esa acelga.

—¿Ves que está deliciosa, hija? —me dice mi madre.

Yo solo la miro con mala cara. Terminamos de comer y ayudo a mi mamá a levantar los platos de la mesa junto con mi hermana. Luego subo a mi habitación y recuerdo que debo terminar un trabajo, el cual era junto con Beatriz, mi mejor amiga, así que la llamé.

(Llamada)
Isabella: Bea, hola amiga.
Beatriz: Isabella, se acordaste que tenías amiga, ¿ah?
Isabella: Pero si eres mi mejor amiga, ¿cómo me voy a olvidar de ti?
Beatriz: Ah, ya —reímos— oye, tenemos que terminar el trabajo para mañana.
Isabella: Sí, ¿nos juntamos? —digo entusiasmada, me encanta estar con mi amiga.
Beatriz: Ok, ¿vienes a mi casa?
Isabella: Está bien, nos vemos.
Beatriz: Adiós.

Terminamos la llamada y bajo a pedirle permiso a mi mamá para poder salir, vamos a ver si me lo da...

—Mamita linda, te quiero mucho, ¿lo sabías? —digo abrazándola, claramente con la intención de que me de permiso.

—¿Qué quieres? ya conozco tus cariñitos, me abrazas solo cuando quieres algo —dice divertida.

—No, como se te ocurre decir eso... si yo te quiero mucho mami —digo como niña pequeña.

—¿Quieres salir?

—Sí...

—¿A dónde?

—A la casa de Bea, tenemos que terminar el trabajo para mañana.

—Ah, bueno... anda, pero no llegues muy tarde, tu sabes que a tu papá no le gusta que no estés cuando llega del trabajo.

—Sí mami, si lo sé, llego antes de la cena. Te lo prometo.

—Espero que así sea, ya anda que se te va a hacer tarde.

—Está bien, te quiero —le doy un beso en la mejilla.

—Yo también.

Salgo de la casa y me voy caminando hasta la de Bea, que queda a solo unas cuadras de la mía. Llego y toco la puerta.

—Hola, ¿está Bea?

—Sí, pasa Isabella, ella está en su habitación —me responde su madre.

—Gracias —voy hasta donde me había dicho. Entro, y ahí está mi amiga.

—Hola Bea —me lanzo a la cama y empiezo a saltar.

Hace tiempo no veía a mi amiga porque yo no había podido ir al colegio en una semana por la maldita licencia que me dieron ya que me enfermé, tuve un resfriado muy fuerte que me dolía todo el cuerpo hasta con vómitos, entonces por lo mismo con este trabajo que había que terminar ella me unió a su grupo y ahora estoy poniéndome al día con todos los trabajos y exámenes.

—Hola Isa, ¿cómo estás? —refiriéndose a mi licencia.

—Bien, mejor... —digo bajándome de la cama y sentándome en ella.

—¿Ya terminaste la licencia?

—Sí, ayer... así que vine a ponerme al día con todo, no quiero atrasarme... ¿algo importante que haya pasado en mi ausencia?

—Así importantísimo no, solo llegó una profesora nueva y los chicos están embobados con ella, tiene unos 25 años.

—Oh, bueno, serán las hormonas que los tendrán así —reímos las dos.

—Sí... ¿empezamos?

—Está bien.

Empezamos el trabajo y lo terminamos muy rápido. Además conversamos de todo lo que había pasado cuando no estuve hasta que me di cuenta de que eran las siete de la tarde y mi papá llegaba a las siete y media, así que tuve que tomar mis cosas y dejar lo que nos quedó por conversar para mañana.

—Bueno amiga, me tengo que ir.

—¿No quieres quedarte a cenar?

—No, tu sabes como es mi papá, llega en treinta minutos —digo tomando mis cosas para irme.

—De acuerdo, nos vemos mañana.

—Sí, te quiero —le doy un beso en la mejilla.

—Yo también, corre para llegar a la hora —dice divertida antes de salir de su habitación.

Bajo las escaleras, me despido de la mamá de Bea y salgo de la casa. Tengo que llegar antes de las siete y media así que camino más que rápido... pero cuando llego veo el auto de mi papá, había llegado antes que yo.

(×××××××)

Bueno, espero que les haya gustado este primer capítulo. Comenten que les pareció ya que como es el primero todavía no aparece la acción jeje. Saludos 💖

Feelings For Him © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora