37. Primera vez.

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Los días esta semana han sido normales, aunque con algunas miradas incómodas entre Noah y yo. Sin embargo, no hemos vuelto a hablar, a excepción de trabajos en grupo que hemos tenido que hacer en clases, lo mismo ha pasado con Martha.

Hoy es sábado y debo ir a la casa de Max. Mi papá se ofreció a llevarme. Me visto lo mejor posible, un vestido largo con flores y zapatillas blancas, recojo mi cabello y cojo un bolso pequeño a juego con el vestido. Mi mamá me abraza y me desea suerte antes de subirme al auto.

Llegamos a la casa de Max y mi papá hace lo mismo que mi mamá antes de salir de la casa, me abraza y me da un beso en la frente. Me bajo del auto y toco la puerta. Logan aparece al abrirse.

—¡Hola Logan! —lo saludo y sacudo su cabello. Él me sonríe.

—¡Max, tu novia está aquí! —grita él. Apenas Max llega a donde estoy yo el pequeño sale corriendo.

—¡Viniste! —me saluda Max, mientras da un beso corto en los labios.

—Claro que sí, ¿cómo me iba a perder el conocer a tu mamá? —río despacio. En eso aparece una mujer de unos cuarenta y tantos años desde lo que parece ser la cocina.

—Tu debes ser Isabella... —me sonríe mientras se acerca a mí. Me abraza—¡Bienvenida!

—Gracias, un gusto conocerla —le sonrío de la misma manera. Se ve agradable.

—El gusto es mío. Pasen a sentarse a la mesa, ¡la comida está lista! —dice mientras camina hacia la cocina.

—¿Estás nerviosa? —me pregunta Max mientras caminamos al comedor.

—Ya no tanto —río tímida.

—Tranquila, yo estoy aquí por cualquier cosa —me abraza antes de sentarnos.

Nos sentamos. Max junto a mí, y Logan y su madre frente a nosotros. Ella aparece con los platos de comida, y los deja encima de la mesa, uno enfrente de cada uno de nosotros. Es lasaña, mi favorita. Ya todos sentados empezamos a comer.

—Mhm.. ¡está deliciosa! —digo mientras meto un trozo de comida en mi boca.

—Que bueno que te gustó. Max me dijo que era tu comida favorita —me sonríe la mamá de Max.

—¡Sí, me encantó! —le respondo, sonriendo de la misma manera.

—¿Y cómo va la escuela, Isabella? —me pregunta ella.

—Muy bien. Como ya nos quedan los últimos días de clases, aprovechando para estudiar mucho —le respondo.

—Que bueno.

La tarde pasa muy bien, es agradable. No me siento incómoda en ningún momento, además la madre de Max es muy simpática. Hasta en un momento juego con Logan, es que a mi me encantan los niños, entonces no me desagrada pasar tiempo con el hermano de Max.

En un momento la madre de Max nos dice que tiene que ir a trabajar. Ella es enfermera, entonces tiene que trabajar en horarios largos, hasta los fines de semana. También nos dice que Logan se quedará a dormir en casa de un amigo.

—Si quieren, pueden quedarse un rato más acá. Yo pasaré a dejar a Logan a la casa de su amigo. ¡Quedan dueños de casa! —nos sonríe a Max y a mí. Yo me río despacio. ¿Nos quedaremos solos? Eso me agrada.

Su mamá y Logan se van, y con Max quedamos solos en la casa.

—¿Qué quieres hacer? —me pregunta Max tranquilo.

—No sé. Lo que quieras hacer tú, es tu casa —le digo, sonriendo.

—¿Quieres ver una película?

—Claro.

Max coloca la película y la miramos, mientras estamos abrazados. Es una película romántica. Aunque no lo crean, a Max le gustan las películas de este tipo, y eso me encanta porque ese género es mi favorito. La película termina y nos quedamos mirando fijamente. Max da el primer paso y me besa, primero tranquilo y luego más apasionado. Yo llevo mis manos a su cabello y él posa las suyas en mi cintura mientras me va acariciando de arriba a abajo, hasta mis muslos. Max me recuesta despacio en el sofá y me sigue besando, alternando entre mis labios y cuello. Luego de a poco va acariciándome por debajo de mi ropa, hasta que toca uno de mis senos, yo me estremezco y dejo caer la cabeza hacia atrás. Me dejo llevar por el placer, entreabro la boca y suelto un gemido. ¿Va a pasar lo que estoy pensando? Estoy segura, y sí quiero estar con él, quiero que mi primera vez sea con Max. Él me mira a los ojos.

—¿Estás segura? —me pregunta con la respiración agitada.

—Sí, estoy segura —le respondo de la misma manera. Max se separa y me toma de la mano, mientras me guía hacia las escaleras. Apenas entramos a su habitación me vuelve a besar mientras me deja caer despacio en la cama. Ya sobre mí, me quita el vestido por encima de mi cabeza y lo lanza quién sabe donde, a la vez que yo me voy quitando las zapatillas como puedo. Luego va creando un camino de besos por mi cuerpo, y me quedo sólo en ropa interior.

Yo lo ayudo a él a quitarse la camiseta y observo su torso desnudo, ¡me gusta lo que veo! Mientras nos seguimos besando, yo acaricio su espalda y brazos, y él va desabrochando mi sostén. Lo hace y yo instintivamente me tapo mis senos con mis brazos. En esta situación siento un poco de vergüenza, sin darme cuenta la sangre me sube al rostro.

—No te avergüences, no frente a mí, Isabella —me sonríe y toma mis brazos y los separa, dejando una a cada lado. Acaricia uno de mis senos mientras los besa delicadamente.

Pronto estábamos los dos desnudos completamente en la cama, acariciándonos, sintiéndonos, besándonos como nunca antes lo habíamos hecho. ¡Voy a tener mi primera vez! ¡Y con el hombre que amo! Max fue suave al entrar en mí, si bien me dolió al principio, el placer se apoderó de mí y me fui acostumbrando. Se convirtió en una sensación agradable, muy agradable, mientras nos movíamos entre las sábanas, demostrándonos lo mucho que nos queremos y todo el amor que sentimos el uno por el otro.

No lo puedo creer, tuve mi primera vez. Algo que creía lejano, pasó, y con Max, el hombre que quiero, mi primer novio. La sensación fue dolorosa al principio, sin embargo, Max me cuidó y todo lo hizo despacio para que no fuera una situación desagradable para mí.

Después de esto siento que algo cambiará entre nosotros, nuestro amor será más fuerte y él será el hombre que recordaré para toda mi vida.

(******)

El día domingo fue relajado, aunque en mi mente solo estaba lo que pasó el día de ayer. Esto es algo que Bea tiene que saber, le prometí que se lo contaría. La llamé y conversamos casi toda la tarde, le conté todo, exceptuando algunos detalles que claramente no era necesario contar. Mi amiga estaba feliz por mí, además conversamos sobre algunos temas de la escuela, como últimos trabajos y pruebas. Pero siempre estará en mi mente el momento de ayer junto a Max. 

Feelings For Him © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora