Amor imposible (CV y Tú) Semi-hot. {TERMINADA}

57

—Quiero ir a ver a Nicolás. — dije al separarme de él.

—¿Por qué quieres ir? — me miró con el ceño fruncido. — Él te ha hecho mal, Amber. Te hará peor si lo ves.

— Solo necesito hablar con él dos segundos, quiero decirle algo, y listo, Chris. — él tocó mí mejilla y luego asintió.

(…)

Estuvimos alrededor de 30 minutos más en el hospital y luego me dieron de alta. La verdad no sé por qué me hicieron quedar tanto tiempo si no me pasó nada grave, digo, solo estuvo a punto de violarme, pero de salud estoy bien.

Chris me acompañó a la comisaría a hacer las declaraciones y luego hablaré con Nicolás, necesitaba saber por qué hizo lo que hizo. Según me amaba, pero no encontraba una lógica en lo que me había hecho.

— Cuando yo llegué a mí casa él estaba ahí, esperándome. — comencé a hablar mientras la chica de uniforme policial comenzaba a tomar mis declaraciones. — De pronto sentí como se me acercaba, luego sacó un trapo y me lo colocó en la cara. Y ahí ya no pude hacer nada, mí cuerpo ya no tenía fuerzas y yo ya no podía gritar, no podía pedir ayuda. — Chris apretó sobó mí mano. — Cuando desperté estaba en una casa rara, jamás había pasado ese lugar, él me hablaba y trataba de besarme, pero yo quería corresponder. Cuando se fue, — suspiré tomando aire. — Pude encontrar un teléfono, ahí pude llamar a mí novio. — Chris me abrazó. — Antes de que Chris y los patrulleros llegaran, Nicolás ya me había desvestido, y estaba a punto de violarme. Pero por suerte llegaron antes de que ese violador me haga algo más que meter sus dedos en mí. — se me cristalizaron los ojos al recordar esa fea experiencia.

— Bien, señorita Taylor. Ya es suficiente.

— Me gustaría pasar a verlo, ¿Podría? — pregunté secándome las pocas lágrimas que había derramado.

— Si usted quiere, no hay problema. — la morocha se levantó y me indicó a dónde se encontraba Nicolás. — Es aquí, cualquier cosita estaré por allá. — yo asentí.

— Espérame aquí, solo será un minuto. — Chris besó mí frente y asintió.

Me dirigí por el pasillo en donde se encontraba él, sentado en una silla esposado con dos guardias a su lado.

— Me encantaría entenderte. — comencé a hablar mientras mí cuerpo temblaba del miedo y del susto a la vez. — Pero no logro saber por qué me hiciste eso, Nicolás. Necesito que me des una razón, ¿Que te llevo a hacer lo que hiciste?

— Te amo, Amber. — dijo cabizbajo. — Te amo y siempre te amaré.

— Si me amaras no me lastimarias.

— No quería perderte, ¡Carajo! — se levantó rápidamente apoyando las palmas de sus manos en la mesa. — Vete, Amber. Ya no tienes que hacer nada aquí.

Lo miré por última vez y me fui de ahí.

Al salir se encontraba Chris sentado en una banca esperándome.

— Listo, ya no tengo que hacer nada aquí. Quiero irme, Chris.

Él me tomó de la cintura y de dejó un pequeño beso en mis labios. Tomó mí mano para luego salir de ese lugar.

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