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Los días comenzaron a pasar, y cada vez faltaba menos para el cumpleaños de Valen. Yo aún trataba de convencer a Chris de que le diga la verdad a Valentina antes de que sea tarde, pero él seguía sin querer escucharme. Para él estaba haciendo lo correcto al ocultarle a su hija que su madre está viva y no muerta.

- No quiero pelear contigo, otra vez, princesa. - trató de calmar sus nervios.

- Tampoco quiero pelear contigo, Chris. - me senté en su regazo pasando mis brazos por su nuca jugando con su cabello. - Pero, - tomé aire. - ponte a pensar en lo que Valen poder estar sintiendo en estos momentos.

- Bueno, basta. Dejemos de hablar de esto. - posicionó sus manos en mí rostro para depositar un beso en mis labios. - Ni te imaginas cuánto te extraño.

- Pero si estoy a tu lado, bobito. - largué una carcajada provocando que él se riera.

- Hablo de estar los dos solitos, - corrió mí cabello de mí hombro. - Sin que nadie nos interrumpa, - dejó un beso en mí hombro provocando un cosquilleo dentro mío. - Pasándola bien, tú y yo. - ahora estaba besando mí cuello. - ¿Que dices? - lo miré pervertidamente, entendí a lo que se refería.

Coloqué mis piernas una a cada lado, enrrollé mis manos en su nuca, besé sus labios con pasión, con deseo.

- Señor, Vélez. - dijo la secretaria entrando. Yo me puse nerviosa, salí rápidamente de arriba suyo y en un tropezón caí al piso.

La secretaria de Christopher me quedó viendo como si no entendiera, Chris me miró con una sonrisa y ayudó a levantarme.

-¡Auch! - me quejé.

-¿Estás bien? - me preguntó él preocupado, yo asentí.- ¿Cuántas veces te dije que golpearas la puerta antes de entrar? - se refirió a su secretaria.

Christopher se levantó y dirigió a ella, la chica se puso nerviosa y agachó su cabeza mirando al piso.

- No volverá a pasar, lo siento.

- Claro que no volverá a pasar, porque tú estás despedida. - Chris juntó sus manos detrás de él, caminando de un lado a otro.

- ¡No! No puede hacer eso, vengo trabajando aquí por más de 5 años. - ella lo miró.

- Toma tus cosas y lárgate. - la chica asintió y se fue llorando.

Sentía que Chris había sido muy duro con ella. La chica no me caía para nada bien, pero fue muy duro, de todas maneras, no puedo discutir con él, es su trabajo, por eso es el dueño de la empresa.

-¡Joder! ¿Es que no puedo tener un poco de intimidad con mí hermosa novia? - él se acercó a mí. - ¿Te lastimaste? - me preguntó tomándome de la cintura.

- No, - sonreí. - solo me lastimé un poco, pero estoy bien. - besé sus labios. - Pobre chica. - mojé mis labios.

-¿Pobre? Pobre yo. - soltó una carcajada. - Hacía muy mal su trabajo, y no estaba aquí por el empleo, siempre trato de tirarme onda.

- Ah bueno, entonces si fue así, no te discuto.

Sonrió pervertidamente para luego tomarme de mis nalgas haciendo que enrrolle mis piernas en su cintura. Sin parar de besarnos me colocó en su escritorio.

- Vamos a tú casa. - dije tratando de controlar la respiración. - aquí corremos el riesgo de que alguien nos vea, amor.- él asintió, tomó sus cosas, me agarró de la mano y nos fuimos.

Subimos al auto y nos dirigimos a su casa, de a ratos me miraba y me sonría mientras manejaba.

Al estacionar el auto en el garaje, agarró mí cintura y mis piernas levantandome en el aire provocando una risa de mí parte.

Se dirigió conmigo en sus brazos adentro de la casa y subió las escaleras dirigiéndose a su habitación.

Empujé la puerta abriéndola.

-¡Papá! - Ella se tapó hasta los hombros, su color cambió a un rojo como un tomate.

Abrí los ojos como platos al ver esa escena, Christopher me bajó rápidamente, y se tensó, apretó su mandíbula y frunció el ceño. Sabía que esto no iba a terminar bien.

Amor imposible (CV y Tú) Semi-hot. {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora