Amor imposible (CV y Tú) Semi-hot. {TERMINADA}

29

Se acercó a mí, me tomó de la cintura y me besó.
Cada vez que sus labios rozaban los míos, me daba una sensación increíble por todo mí cuerpo. Sinceramente lo amaba, y amaba cada parte de su cuerpo.

- Sólo una última noche, una última noche de despedida te pido. - dijo apenas nos separamos por falta de aire. Yo no dije nada, pero lo necesitaba, necesitaba volver a ser suya, aunque sea por última vez.

Lo besé intensamente, en ese momento no me importaba nada ni nadie, sólo estar con él, tener mí última noche con él. Quería ser de él por última vez.

- Quiero hacer el amor contigo. - dijo con la voz agitada. - Quiero que sea especial para los dos, y que jamás nos olvidemos de este momento. - yo Asentí y volví a besar sus labios. Nos besamos como si fuese el última día de nuestras vidas.

Nos recostamos en la cama sin separar nuestros labios. Sus besos eran delicados pero con deseo. Él me deseaba, y yo lo deseaba también. Yo no quería que sea la última vez, quería que fuera una de tantas, pero él quería que sea así.

Poco a poco nos fuimos deshaciendo de la ropa que estorbaba.

Chris empezó a besar mí cuello provocando un leve gemido de parte de mí boca. Hizo un recorrido de besos hasta llegar a mí abdomen, terminó de sacarme la única prenda que me quedaba. Lamió mí entrada, gemí. Masajeó con sus dedos mí feminidad, se sentía muy bien.

Volvió hasta mí boca y dejó un pequeño beso sobre mis labios. Volvió a mí cuello, y sentí un pequeño dolor en él, me había dejado una marca.

Se dirigió a mis pechos y los saboreó como nunca lo había hecho. ¡Dios! ¿Hay algo que este hombre no haga mal?

— ¿Estás lista, preciosa? — Yo sólo Asentí.

Me penetró con mucho cuidado, lento y delicado, amaba esa parte de él, aunque también me encanta su parte perversa y vulgar.

Mientras entraba en mí, besaba mis labios, de ambas bocas salían pequeños y deliciosos gemidos.

Amaba sus caricias, y sobre todo la forma en que me besaba. Era especial. No era como cualquier noche, esta vez fue muy especial para ambos.

Una lágrima cayó de mí lagrimal, provocando que Chris se detuviera.

— ¿Te hice doler? — preguntó preocupado.

— Para nada. — sonreí. — No quiero que esto se acabe.  — dije sincera.

— Tampoco quiero que se acabe, princesa. — secó mí lágrima. — Dejemos que esta noche sea para nosotros, y que nada ni nadie arruine nuestro momento.

Besó mis labios, tenía muchas ganas de llorar porque sabía que de alguna manera esta noche se acabaría, y tenía miedo de que jamás pueda volver a besar sus labios. Tenía miedo de que intente olvidarse de mí.

Me acarició mí piel, el contacto de su piel con mí piel hacía estremecer cada parte de mí cuerpo. Amaba lo que me hacía sentir tan solo al tocarme.

Dejó un beso en mí frente y se acostó a mí lado. Acomodó su brazo debajo de mí cabeza, y no me sacó la mirada de encima.

No habíamos tenido sexo, no habíamos follado, no habíamos cogido. Habíamos hecho el amor. Son cosas muy diferentes. Hicimos el amor con mucha ternura y mucho deseo a la vez, pero hicimos el amor.

— Te amo, pequeña. — dejó un pequeño beso en mis labios.

Era la primera vez que le escuchaba decir de su boca un "te amo" me había dicho que me amaba, me amaba.

— Y si me amas, ¿Por qué me dejas ir como si nada? — mis ojos estaban cristalizados.

— Hay cosas en la vida que no tienen vuelta atrás, y si te dejo ir es porque no quiero que sufras a mí lado. Quiero que seas feliz con alguien que te sepa valorar y que jamás te haga llorar, lo hago por ti, amor. — Cada palabra que decía me dolían más, yo lo único que quería era estar a su lado, no me importaba su pasado, o lo que haya vivido antes, sólo quería entenderlo, y que confíe en mí para contarme lo que tanto le atormenta.

— Yo quiero ser feliz contigo, Chris.

— No arruinemos este momento, ¿Si? Dejemos que esta noche sea solo de nosotros, por favor, amor. — yo solo asentí.

Estuvimos toda la noche haciéndonos caricias, besándonos como nunca, y jugando. Ojalá esta noche durara para toda la vida. Pero sabía que que no iba a ser así.