76

438 51 3
                                    

¿Que acabas de hacer? — le preguntó Chris muy enojado.

— Tarde o temprano tenía que saber que tú no eres su padre. — Romina agarró su bolso y se dirigió hasta la puerta.

— Valen ya es mayor de edad como para decidir que hacer con su vida, — ella se dió vuelta. —Está bien, no seré el padre, pero soy quien la cuidó durante todo este tiempo, y la amo, porque a pesar de no traer mí sangre, ella es mí hija, claro que lo es, tú no puedes venir de la nada y querer llevártela sabiendo que ya tiene 18 años, es toda una mujer, no puedes obligar a que ella te quiera, porque no lo va a hacer. Durante todo este tiempo me di cuenta que tiene mí carácter, eso heredó de mí aunque yo no sea de verdad su padre de sangre, Romina. ¿Puedes entender eso? — ella se acercó a él con lágrimas en sus ojos.

— Quiero a mí hija, Vélez. Sé que cometí un error, lo admito, pero quiero conocerla, cuáles son sus gustos, como es ella, odio todo lo que me perdí.

— Entonces comienza de nuevo. — hablé yo, ambos me miraron. — Se que comenzando de nuevo, van a cambiar algunas cosas, y puede que Valen te llegue a entender, y te pueda llegar a querer aunque sea un poco. — sonreí apenada por la situación.

—¿Tú crees? — ella me sonrió amable.

— Haz las cosas bien. — se dirigió a ella, él tomó mí mano y me sonrió.

— Bien, ¿Puedes hablar con ella y llamarme? Quiero hablar con ella cuando esté más calmada, se que ahora me tiraría con lo que fuese. — se dirigió a mí, me miró. — Gracias...

— Amber.

— Gracias, Amber. — agarró su bolso nuevamente y se fue.

— Estuviste muy bien. — Chris me miró y se puso frente a mí. — Gracias. — me tomó de la cintura y me acercó a él. — Eres perfecta. — depositó un beso tierno en mis labios.

No me agradezcas. — dije poniéndome de puntillas. — Tienes que ir a hablar con Valen.

— Lo haré. — me dio un último beso para subir hasta la habitación de Valen.

Christopher Vélez.

Me dirigí hacía la habitación de Valen, ella se encontraba sentada en el suelo mirando una foto de cuando era bebé, la miré con ternura y entre sin hacer ruido.

— Eras una bebé muy hermosa. — Ella se secó las lágrimas y me miró. — lo sigues siendo.

—¿Por qué mí vida es tan complicada, papá? — me senté a su lado.

— ¿Alguien te dijo que la vida iba a ser fácil, cariño? — la agarré por los hombros para abrazarla. — ¿Te acuerdas cuando cumpliste 15 años? — ella asintió. — Tú querías salir, yo te dije que no porque aún no tenías edad para hacer lo que quieras, — solté una risa. — Tú me dijiste que ojalá tuvieras otro papá, que no querías que yo sea tu padre.

— Eso no era verdad, Vélez. — suspiró. — No sabía lo que decía, ahora me doy cuenta, te agradezco todo lo que haz hecho por mí durante todo este tiempo, se que un hijo a la edad que tenías no es muy bonito, y perdón porque hayas tenido que cargar conmigo.

—¿Es broma, Valen? — fruncí el ceño. — Nunca fuiste una carga para mí, gracias a ti aprendí lo que era ser papá, aprendí a ser responsable, fuiste lo mejor que me ha pasado, y jamás sientas que fuiste una carga para mí.

— Te amo, papá. — Valen rompió en llanto y se lanzó sobre mí, no pude evitar soltar algunas lágrimas por ese momento tan sentimental que estaba pasando con mí hija, sí, mí hija.

— Yo te amo con mí vida, princesa. — besé su frente. — Romina está dispuesta a cambiar, por ti, si le das una oportunidad, quiere conocerte y pedirte disculpas por todo lo que hizo en el pasado.

No lo sé, papá. Siento que no estoy preparada para hablar con ella.

— Está bien, cuando te sientas preparada, solo me dices, ella lo entenderá.









Amor imposible (CV y Tú) Semi-hot. {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora