Capítulo 21

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Después de almorzar y de responder todas las preguntas de Chan y Minho en cuanto ese par llegaron al departamento, Hongjoong se apresuró a darse una rápida ducha y a arreglarse, ya que tenía un asunto pendiente que atender.

Caminó a paso rápido hacia el campus para encontrase con su menor, quedando por mensajes para verse cerca del lago de la escuela.

Pero justo cuando salió por la puerta, se encontró con las tres personas con las que menos deseaba toparse en su vida entera.

Miró con desprecio a Hwanwoong, Dongju y al otro tipo que en realidad ni su nombre recordaba, pero si estaba con ellos de seguro era una basura como tal.

Pero, para su sorpresa, los chicos en vez de tirarle cualquier comentario ofensivo, hicieron una reverencia hacia él, dejándolo en su lugar con los ojos bien abiertos.

—¡Perdónanos! —mencionó Hwan para que después el trío se levantaran para mirar a la cara a su mayor —. Lo sentimos mucho, no debimos haber bromeado contigo a tus espaldas.

—Por favor, perdónanos —dijo el otro chico que no conocía.

Miró con atención las tres caras cayendo en cuenta que estaban en muy mal estado. Estaban llenos de moretones y heridas, mientras que algunas banditas aún tenían sangre, denotando que aquellos golpes eran bastante recientes.

—Aún así, tampoco te ha pasado nada. Solo era una broma. No te lo tomes muy en serio, ¿okay? —comentó Xion con aquella sonrisa que lo hacía enfurecer tanto.

Así que con una sonrisa de lado y mirándolo sobre su hombro, decidió responder sus disculpas.

—Váyanse a la puta mierda.

Hongjoong caminó y los dejó atrás, sabiendo que ahora era un problema menos sobre sus hombros y sintiéndose más aliviado. Aunque aún tenía sus dudas acerca del repentino cambio de sus menores, pero poco le podía importar tres perdedores como ellos.

Siguió su camino hasta Mingi, encontrándolo unos minutos después sentado sobre el pasto, mientras miraba con insistencia el lago artificial frente a él.

Se acercó hasta él y se sentó a su lado, suspirando luego para prepararse para lo que diría.

—Acerca de lo de anoche... Gracias... por traerme de vuelta a mi cuarto.

El chico no respondió y no pudo descifrar sus facciones por la gorra que cubría casi todo su rostro, optando por seguir hablando.

—¡Claro! ¡Y como Son Dongju estaba celoso de mí, va y se le ocurre hacerme una broma de mal gusto! Y bueno, la noche de la piscina te vi salir con ellos y pues... y pues por eso pensé que estabas enganchado con ellos. Me equivoqué contigo...

—Está bien —la respuesta del castaño fue gentil y desganada.

—Hey... ¿Pasó algo anoche? Bebí demasiado y no recuerdo mucho de lo que pasó —comentó tratando de encontrar respuestas en su menor.

De repente, todos los recuerdos de la noche anterior golpearon a Mingi, recordando con insistencia cierto beso que lo dejó desconcertado por horas, sin descifrar aún lo que sentía.

Por ello, decidió responderle con la verdad a su mayor.

—Sí.

Dijo Mingi, mirando como el pelirrojo se tensaba en su lugar, optando por seguir contándole los hechos... Pero exceptuando algunos momentos que él creía totalmente indeseados por Kim.

—Dijiste que solamente estabas conmigo porque la orientadora te obligó. Dijiste que no querías tener nada que ver conmigo. Me llamaste hipócrita. También me dijiste que me estaba metiendo en tus asuntos. Me llamaste hijo de perra. Y me dijiste que desapareciera de tu vida.

Cada vez que Mingi abrió la boca, Hongjoong sintió como si lo atravesaran a balazos.

Todo había salido tan rápidamente que se sintió culpable de pronto escuchó la primera oración, prometiéndose a él mismo en ese momento que jamás bebería otra vez.

—Ah, y también me pegaste —mintió el castaño aprovechándose un poco de la situación.

—¡¿Qué?! Ey... ¿Es eso todo lo qué pasó? —preguntó una vez más con curiosidad, provocando que su menor se levantara enfadado de su lugar, pero tomándolo rápidamente de la manga de su hoddie lo detuvo, no pensaba volver a pelear con él de esa manera —. ¡Ah, no lo decía en ese sentido! Lo siento, es solo que... ¡¿Qué te ha pasado en la cara?!

En cuanto vió el rostro totalmente golpeado de Mingi se exaltó, olvidando por completo lo que iba a decir.

Se levantó rápidamente junto al más alto y lo revisó, notando que también tenía heridas en las manos y en el cuello, preocupándose por el estado del castaño.

—¡Y también en tu brazo tienes moretones! ¡Ni de broma he sido yo! —entonces, la imagen de tres chicos se le vino a la mente, dándole una idea de lo que había pasado —. Las heridas que tenía Hwanwoong y los otros... ¿Has sido tú el de la paliza?

—Sí... —respondió el menor alejándose un poco del pelirrojo.

—Y también... ¿has hecho que vengan a disculparse conmigo?

—Sí.

—No seas idiota... No necesitabas hacer todo eso. Tarde o temprano me habría ocupado yo de ellos.

—Puedo ayudarte.

De verdad, que ese chico era...

Un caso especial.

—Gracias... y perdóname.

—Ya está, no importa.

Mingi revolvió con delicadeza los rojos cabellos del más bajito, provocando que este se sintiese tan avergonzado por su actitud hacia el menor mientras que un sonrojo inundaba sus mejillas.

—¡Argh! ¡Me pones de los nervios! ¡¿Cómo puedes ser tan amable?! ¡Al menos insúltame o algo! ¡Me va a matar la culpa! ¡Y yo soy mayor que tú! ¡No me revuelvas el pelo! —dijo Hongjoong de una mientras zarandeaba al más alto con pena, creyendo que no merecía tanta amabilidad.

Así que como niño obediente, Song asintió y fingiendo molestia giró su rostro hacia un lado frunciendo el ceño.

—¡Sigo enfadado! —habló el castaño con un leve y poco notable puchero, provocándole risas a su mayor.

—Anda, que desde luego eres impresionante —respondió con una gran sonrisa que provocó que sus ojos se volvieran finas líneas, haciendo sonrojar un poco al de gorra, pero sin notarlo, siguió hablando —. Entonces... Anoche... tú...

—¿Yo qué?

—Nada, olvídalo.

Solo estaba confundiendo sus sueños con la realidad, ¿no? ¿Tanto tiempo llevaba soltero?

Pero, que haya sido solo un sueño...

Era algo bueno...

Here U Are | minjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora