Here U Are | minjoong

Capítulo 23

—Oh, ¡Hongjoong!

—¿Lo conoces? —preguntó el otro chico que se encontraba colgado del brazo de Seoho.

Mingi de inmediato reconoció a aquel chico ya que aquella llamada se había quedado atascada en su cerebro, recordando vívidamente el nombre en cuanto lo escuchó de los labios de Hongjoong.

Estaba a punto de hablar cuando unos dedos se entrelazaron contra los suyos, sintiendo inmediatamente la calidez de aquella mano.

Miró incrédulo a Hongjoong, quien sonreía forzosamente hacia la pareja frente a ellos, sujetando su mano fuertemente, como si tratase de sostenerse de él.

—Jaja, ya nos conocíamos, ¿no te acuerdas? —respondió Kim al chico que había preguntado.

—Él es Hongjoong, es un compañero mío de la uni —dijo Seoho señalando al más bajito amigablemente.

—¡Ah! ¡Ahora te recuerdo! ¡Eres el de la quedada de antiguos alumnos de la prepa del año pasado! —habló alegremente el pelinegro.

—Sí. Eres Kim Youngjo, ¿no?

—¡Sí! No pensaba que recordarías mi nombre... ¡Que mi Seoho esté en la uni es gracias a ti! Solía hablar mucho de ti.

—Ah, ¿sí? —dijo casi inaudiblemente el pelirrojo.

—¿Y él es? —preguntó Youngjo mirando a Song, quien terminó de comerse su helado de un bocado.

—Ah, este es un chico de primer año, Song Mingi.

El castaño solamente asentía a lo que decía su mayor, sin quererse meter realmente en el tenso ambiente que se sentía alrededor de Hong.

Mingi miraba preocupado a su mayor, pero por el momento decidió sólo ejercer más fuerza en el agarre que el pelirrojo aún no deshacía.

—¿También han ido a ver una película? —preguntó Lee.

—¡Sí! Acabamos de salir, así que pensábamos ir a cenar.

—¡Nosotros también! ¿Por qué no vamos todos juntos? —propuso feliz Youngjo.

Hongjoong se tensó inmediatamente ante la invitación, buscando rápidamente en una creíble excusa para evitar pasar un segundo más con aquella pareja.

—¡Oh! Pues es que-

—Claro.

El mismísimo Mingi, quien no había abierto la boca ni para saludar, lo había interrumpido solamente para aceptar la propuesta que tanto quería rechazar.

Mingi iba a ser hombre muerto.

[...]

—Querías que viniera aquí porque querías hablar de algo, ¿qué pasa? —preguntó Hongjoong sin mirar a los ojos a aquel chico.

—Se lo he dicho.

—¿En serio? ¿Entonces están saliendo?

—Sí.

—¿Y me has llamado solo para esto? Qué cruel eres, Seoho.

—Ah, no, yo solo quería... darte las gracias. Si no hubiese sido por ti, ni siquiera hubiese sabido cómo decírselo...

La universidad estaba casi vacía, la fresca brisa de aquella tarde se colaba por los muros de los pasillos mientras sólo leves murmullos se escuchaban a la lejanía.