Here U Are | minjoong

Capítulo 12

—Creo que esta vez pediré arroz para mi almuerzo...

—Gracias, Gran Buda, haz hecho que nuestro Christopher Bang deje de comer car-

—¡Y por supuesto que pediré carne también!

—Oh, Gran Buda... ¡Quiero que me devuelvas mis agradecimientos inútiles!

—Minho, creo que ya es hora de que aceptes que Channie solo le interesa tragar carne las 24/7.

Hongjoong mención aquello entrando a la cafetería con sus dos amigos, escuchando por lo bajo los lloriqueos de Lee mientras se aferraba a su brazo y mirando a Bang reírse mientras sujetaba su estómago.

Estaba a punto de regañar al rubio cuando notó a un solitario chico en una de las mesas de al fondo, comiendo pacíficamente sin conversar con nadie.

Sonriendo resignado al ya conocer la actitud de aquel chico, obligó a Minho a soltarle el brazo, girando su cuerpo para mirar a sus amigos de frente.

—¡Chicos, vayan ustedes a almorzar! ¡Acabo de ver a un amigo por ahí!

—Uh, está bien, no llegues tarde a clases —se despidió Minho, siendo abrazado por los hombros por el australiano, resignándose a pasar solo su tiempo con el bruto de su amigo.

A cambio el pelirrojo, de puntillas caminó silenciosamente hacia el castaño, y una vez al llegar a sus espaldas, se agachó a la altura de su oreja, preparándose para gritar.

—¡Holaaa! ¡¿Qué tal?!

Esperaba el brinco del más alto junto a un grito lleno de agonía, pero lo que recibió fue solo una sorprendida mirada de su menor sin una pizca de temor.

—Ey, ¿por qué no te has asustado? —preguntó el mayor con un puchero, tomando asiento en la silla frente al castaño —. Y yo que quería saber que clase de cara ponías cuando te asustas...

Mingi solo lo observó en silencio, tratando de suprimir unas extrañas cosquillas que sintió en su estómago al notar el rostro del otro chico muy cerca del suyo.

—¿Estás comiendo tu solo?

—Sí.

—¿Y qué estás comiendo? Se ve delicioso.

Song señaló el letrero frente a la cooperativa, enseñándole a su hyung que era la especialidad del día.

—Ah, mis compañeros de cuarto estaban hablando de pedir ese —comentó el mayor totalmente acostumbrado al silencio del más alto —. ¡Iré a comprarlo! No te vayas de ahí, eh.

Mingi asintió y miró cómo Hongjoong caminaba hacia la barra de buffet, pidiendo su comida animadamente como siempre lo era.

Y ahora que se encontraba solo, aprovechó para llevarse una mano hacia su oreja, notando que esta estaba caliente y que de seguro se había enrojecido al recordar la cercanía y el cálido aliento del mayor contra su piel, preguntándose una vez más lo que significaban esas molestias.

Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos al notar que su mayor volvía hacia él, pero ahora con un gran plato con la misma comida que la suya.

—¡Hm, está súper rico! —gritó Kim al probar el primer bocado.

—¿Tú también has venido solo? —preguntó Mingi con curiosidad, ya que era raro mirar a su mayor sin nadie a su lado.

—Ah, no. Como acababa de salir de clase, venía con mis compañeros de cuarto.

—¿Entonces qué haces aquí?