Capítulo 38

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La mañana había llegado y todos los alumnos decidieron realizar sus actividades individualmente.

Mientras que los de diseño tenían que pintar cualquier paisaje deseado, los de artes buscarían tomar la fotografía perfecta para su ensayo final.

Kim cargaba sus herramientas para pintar junto a su lienzo, intentando encontrar el punto perfecto para capturar un lindo paisaje.

Y podía decir con seguridad de que ya hubiese encontrado el lugar perfecto si no fuese por cierto castaño que lo venía siguiendo desde que básicamente se despertó, distrayéndolo por completo.

—¿Por qué no te has ido con los de tu grupo? ¡¿Qué estás haciendo aquí conmigo?! —se quejó Hongjoong casi gritando.

Mingi solo parpadeó confundido, respondiendo inocentemente como si de un niño de 5 años se tratase.

—Quiero ver cómo pintas.

—¡Pues espérate a que me siente! —contestó el mayor al punto del colapso.

—Entendido.

Song tomó su mano y la apretó, guiándolo ágilmente por el campo frente a ellos, llegando finalmente al lugar de la foto de la noche anterior.

—Este es el lugar que dijiste que querías ver ayer. Ahora ya puedes ponerte a pintar —mencionó el más alto, sin soltar la pequeña mano de su mayor.

—De acuerdo. Pero no me molestes mientras pinto, ¿okay? ¡Y no puedes mirar!

Song asintió y, desganado, soltó su mano.

Hongjoong sacó de su bolsa su paleta y sus pinturas, acomodando tranquilamente el trípode para colocar finalmente su lienzo, concentrándose de inmediato en la vista que tenía frente a él.

Combinó con delicadeza los colores en su godete, dando las primeras pinceladas para elaborar la base de su cuadro.

Su alrededor era pacífico y tranquilo, o al menos hasta que un flash chocó contra su rostro.

Rápidamente se giró hacia el menor, encontrándolo encimismado con su cámara tomando fotos del bosque frente a él, concluyendo que solo se había imaginado torpemente aquella luz, regresando su atención al lienzo.

Sin percatarse de que ahora Mingi le sonreía a su cámara torpemente, mirando con cariño la foto que había sacado de su mayor hace unos momentos.

Después de un rato, Hongjoong al no poder concentrarse del todo, centró su vista hacia el menor, notando que este bostezaba cansinamente, sacándole una risa al mirarlo desprevenido.

—¿Qué pasa? ¿Tienes sueño? —preguntó el pelirrojo invitando al castaño a sentarse a su lado.

—Sí...

—Hace muy buen tiempo, deberías acostarte y descansar un poco. En un rato te despierto.

Song le sonrió al más bajito y aceptó la propuesta, acomodándose rápidamente en el césped para luego cerrar tranquilo sus ojos.

Y una vez que el castaño estuvo profundamente dormido, Hongjoong aprovechó para mirarlo con detenimiento.

Sus pestañas caían delicadamente sobre sus párpados, mientras sus labios se encontraban entreabiertos, incitándolo a querer probarlos.

Antes de darse cuenta, Hongjoong se inclinaba lentamente hasta el rostro de su menor, eliminando cualquier distancia entre ambos. Más sin embargo, su sistema volvió a funcionar normalmente y despertó de su trance, separándose agitadamente de Mingi.

Here U Are | minjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora