—¡Lo has hecho muy bien, Woo! Estoy muy impresionado.
—G-Gracias, Sannie. ¡Todo es gracias a ti!
Ambos chicos se encontraban en el departamento del mayor.
Como siempre, el rubio ayudaba a su tierno amigo a practicar su canción para la presentación de fin de año, la cual estaba ridículamente cerca.
La lluvia azotaba ruidosamente contra la ventana de la sala, pero el ruido poco le pudo importar a San ya que estaba escuchando la melodiosa voz de Jung.
—¿Quieres un poco de agua? —preguntó el rubio caminando hacia la cocina y recibiendo el eufórico asentimiento del pelinegro, sacándole una risita.
Sirvió con cuidado dos vasos de agua, pero antes de poder llevarlos de vuelta a la sala, el móvil de San sonó.
El contacto de su abuelo aparecía en la pantalla, cosa que le extrañó a Choi ya que su mayor no solía llamarle entre semana.
Con intriga desconectó su celular del enchufe, respondiendo un poco temeroso la llamada.
—¿Hola? ¿Abuelo?
—¿Oh, San? Soy la vecina de tu abuelo, la señora Yang...
Y la ansiedad comenzó a abarcar cada centímetro de su cuerpo.
—Vecina... ¿qué pasa? —preguntó San con miedo.
—Querido, tú abuelo no se está sintiendo bien, ¡está en el hospital justo ahora!
Y eso fue suficiente para que San atravesara en tres zancadas la sala para llegar a su cuarto, tomando torpemente su chaqueta y cartera, saliendo jadeando hasta el recibidor, donde fue detenido por Wooyoung.
—Sannie, ¿qué pasa? —preguntó el azabache con la voz entrecortada.
—Mi abuelo... él...
San comenzó a llorar.
Sabía que él estaba enfermo, y que sus visitas al hospital eran frecuentes, pero el temor de perder a su única familia chocó contra su mente antes de poder procesarlo, sintiéndose ansioso de la nada.
Últimamente su vida iba en picada.
Y si algo le sucedía a su única familia, esta vez no sabría cómo sobrellevarlo.
Sintió como Jung lo envolvió en un cálido abrazo, regresándolo a sus cinco sentidos en cuanto el más bajito comenzó a dibujar pequeños círculos en su espalda, relajándolo de inmediato.
Una vez que las lágrimas cesaron, los chicos se separaron, pero Wooyoung siguió sosteniendo los hombros del rubio, incluso cuando el contrario comenzó a hablar.
—Mi abuelo está en el hospital, necesito ir a verlo ahora.
—Te acompaño —respondió rápidamente Jung.
—No, él no está en Seúl. Tengo que tomar un autobús hasta Incheon.
—Dije que te acompañaré. No dejaré que vayas solo así cómo estás ahora.
La determinación con la que habló su menor lo sorprendió, agregando el hecho de que no había trabado las palabras en todo ese rato.
Razón por la cual no pudo negarse, sintiéndose más seguro ahora que alguien lo acompañaría.
No tendría que soportar la soledad de un largo viaje una vez más.
En cuanto llegaron al hospital de su abuelo, San corrió por toda la recepción, hasta llegar a la enfermera que siempre lo atendía.—Mi abuelo —trató de hablar Choi mientras recuperaba el aliento —. ¿Mi abuelo en donde está?
—San, cálmate. Primero que nada, tú abuelo está bien —respondió la señorita, tranquilizando un poco al rubio —. El doctor aún está haciendo algunos análisis pero el señor Choi está completamente bien. Según la señora que lo trajo mencionó que había colapsado de la nada, pero al llegar al hospital reaccionó de manera positiva a los medicamentos, así que está estable.
La mayor sonrió, sacándole un suspiro de alivio al chico mientras Wooyoung no se separaba de su lado.
Después de conversar de algunos puntos importantes, la enfermera le indicó a los jóvenes el número del cuarto del mayor, así que en cuanto terminaron su conversación, ambos se dirigieron rápidamente a la habitación.
—¡¿Hah?! ¿Por qué regresaste a casa? Incluso le dije a la señora Yang que no te lo dijera. ¡Puedo cuidarme solo!
Y sí, esa fue la manera en la que, animadamente, el abuelo de San lo saludó.
Wooyoung sonrió aliviado y por lo bajo le avisó a San que iría al baño. Pero el mayor sabía que lo hacía solo para darles privacidad, recordándole incondicionalmente que era un buen chico, asintiendo tranquilo hacia el azabache.
El rubio entró completamente a la habitación, sentándose al lado de la cama de su abuelo.
—Afortunadamente no es nada serio. Tú nunca escuchas. Tienes que ser consciente de que ya no eres un jovencito —regañó San.
—Ya sé, ya sé —comentó sin importancia el señor Choi —. Por cierto, ese chico pelinegro, ¿es tu amigo?
—Sí...
—Debe ser un buen chico. Te acompañó hasta aquí a pesar de que ya se estaba haciendo tarde.
—Él... es un chico muy bueno.
E inevitablemente San sonrió.
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Here U Are | minjoong
Fanfic❝ Él era Kim Hongjoong, y estaba en su segundo año de la universidad. De repente una voz apareció detrás de él. Y justo como en un cómic... Aquel día se topó con alguien que se volvería muy especial para él. ❞ ⤷ minjoong (Song Mingi x Kim Hongjoong)...