Capítulo 25

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—No quiero volver al dormitorio, ¿por qué no salimos por ahí y damos una vuelta?

—¿Por qué nos haces esto?

—Todo esto es culpa de Mingi, y de esos ojos que tiene que parecen que te van a comer vivo.

—Jaja, menos mal que vivo en otro cuarto.

Una vez más Yeo Hwanwoong y Son Dongju iban por los pasillos del instituto quejándose de aquel chico que les arruinó su diversión.

En el de cabellos violetas aún existía ese sentimiento de disgusto hacia su compañero de cuarto, maldiciéndolo cada vez que podía.

Ir a dormir a ese departamento se estaba convirtiendo en un dolor de cabeza, por lo que al tener una idea maravillosa de cómo sacar al más alto de su camino, no dudó en compartírsela a su mejor amigo.

—¡Hey! ¿Y si intentamos que se mude a otro cuarto por su propia cuenta? —contó con malicia y una gran sonrisa —. ¡Podemos esparcir algún rumor de que alguien ha estado robando cosas de los cuartos, y le echamos la culpa a él! ¡Seguro que se acaba muriendo de la presión!

—Eh... Hwan...

—¿Qué? ¿Acaso se te ocurre algo mejor? ¿Tengo monos en la cara o q-

Una mano en su hombro lo hizo voltear, encontrándose con la sonrisa retorcida de cierto pelirrojo.

—¡La puta madre!

—¡Vente acá con tu papi! —gritó Kim con una sonrisa maquiavélica.

Hongjoong tomó al menor de su chaqueta y lo arrastró hasta el fondo del pasillo sin salida que estaba cerca, empujándolo contra la pared una vez estuvieron por más alejados posible.

Kim se acomodó sus gafas para después cruzarse de brazos, totalmente inundado de ira hacia aquel chico que caminaba soltando cualquier mierda desde su boca.

El mayor tomó la camisa del otro chico, sujetándolo con fuerza para justamente lastimarlo.

—¿Todavía sigues con esas? ¿Qué eres, masoquista o algo así? ¡¿No te ha bastado con una paliza?! ¡Si tanto me odias, métete conmigo! ¡Pero que ni se te ocurra tocarle un pelo a él, maldito imbécil!

—Con que es verdad que son pareja, ¿eh? Se pasan el día protegiéndose el uno al otro. ¡Eran un par de maricas desde el principio! —trató de defenderse Hwanwoong.

—Parece que todavía no has aprendido nada, ¿eh?

Si antes estaba molesto, ahora estaba furioso.

En ese momento pasó su agarre de la prenda a su cuello, pero sin ahorcarlo, solamente lo apretó suavemente, asustando al menor por la mirada asesina que el otro chico le estaba dando.

—No creo que quieras saber de lo que soy capaz. Soy gay, eso sin duda... ¿pero acaso tienes idea de... lo que más me gusta hacer?

Hongjoong acercó su rostro al contrario, pasando con travesura su mano libre por todo el cuerpo del menor, sintiendo sus recientes temblores hasta llegar a su trasero, el cual no dudó en apretarlo con fuerza, sacándole un chillido a Hwanwoong, quien comenzó a mirar al otro con los ojos cristalizados.

Nunca se había sentido tan asustado, y sí, eso era a lo que llamaban hombría frágil.

Empujando con las pocas fuerzas que tenía, Yeo escapó de su mayor a punto de llorar, completamente arrepentido incluso de haber nacido.

Ahora que Kim se encontraba solo, con molestia se refregó la cara con ambas manos quitándose los lentes para descansar un poco.

Estaba harto. Harto de que lo trataran como si fuese un extraterrestre, como si no fuese "normal", pero de lo que estaba más cansado era que se metieran con Mingi aún sin darse la oportunidad de conocerlo bien.

Here U Are | minjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora