Capítulo 35

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—Suelta ya tu celular o yo mismo me encargo de que te caigas por las escaleras.

Sí, esa era la sexta vez que Lee Minho lo regañaba en todo el día.

Si Hong era sincero, se encontraba preocupado por Mingi, ya que desde el día anterior de su partida no le había mensajeado.

Esperaba con todas sus fuerzas que su padre se encontrase bien, ya que si le llegaba a pasar algo, sería muy difícil convencer a su menor de volver.

Porque, aunque no estuviera consciente de aquello, Kim Hongjoong estaba asustado de no volver a ver a Song Mingi.

Pero sacándolo de su trance, Bang lo abrazó hablándole animadamente.

—Honggie, ¿ya te enteraste de lo de la excursión a la montaña para los que estamos estudiando diseño y arte?

—¿Eh? ¿Cuál excursión?

—Channie, ¿para que le preguntas si ya sabes que a este tipo de tanto tinte ya le afectó el cerebro? Está más perdido que tú cuando te despiertas por las mañanas —comentó Minho hacia el rubio con su típica cara indignada, a ese chico le gustaba comenzar peleas.

—Bueno, al menos yo no soy gay de closet ni me gusta mi mejor amigo en secreto —refutó Kim ensanchando su pecho orgulloso, sabiendo perfectamente que había ganado la discusión.

O al menos eso creyó en cuanto vió la sonrisa de lado del castaño, mirándolo con esos ojos fríos que tanto miedo le causaban.

Tratando su saliva fuertemente, un pálido Hongjoong hizo una reverencia de 180 grados, arrepintiéndose rotundamente de haber provocado a Lee. Y claro, todo bajo la atenta, inocente y confundida mirada de Chris, quien no entendía ni la mitad de lo que estaba sucediendo entre aquel par.

Minho bufó por lo bajo y Kim tembló, y cuando estaba a punto de chillar por su pronta muerte, sintió como una mano se posaba en su hombro lentamente, haciendo que los vellos de su cuerpo se erizaran.

—Mi querido y precioso Hongjoonggie, me adelantaré al departamento. Nos vemos más tarde.

Y dándole un fuerte apretón, Minho se alejó de ambos con una gran sonrisa, despidiéndose alegremente de Chan mientras que el pelirrojo solo sentía que su alma se saldría de su cuerpo en cualquier momento.

—Dime, Chan... ¿Cómo es que Minho es tu mejor amigo? —preguntó en casi un susurro aún temblando levemente.

—Hmm... Es porque Min es como un lindo gatito, es gracioso y es bueno dibujando —respondió ajeno al contexto real en el que se encontraba.

Christopher era simplemente despistado, no tonto.

Así que asintiendo desganadamente, Hongjoong decidió seguir caminando hacia su cuarto junto a su amigo, aún pensando en Mingi.

Y también en su posiblemente esperada muerte.


Y también en su posiblemente esperada muerte

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