❝ Él era Kim Hongjoong, y estaba en su segundo año de la universidad.
De repente una voz apareció detrás de él.
Y justo como en un cómic...
Aquel día se topó con alguien que se volvería muy especial para él. ❞
⤷ minjoong (Song Mingi x Kim Hongjoong)...
Después de viajar por casi 5 horas, los chicos de artes y diseño llegaron a su tan esperada excursión.
El sol ya se había ocultado y la noche en la montaña era bastante fría, por lo que nadie se había atrevido a salir de sus cuartos una vez las estrellas comenzaron a tintinear.
Excepto por cierto pelirrojo, quien por curiosidad decidió dar una vuelta por el antiguo hotel en donde se estaban hospedando.
Se detuvo un segundo en medio del pasillo para admirar la brillante luna que esa noche regalaba, inhalando con una sonrisa en el rostro la fría brisca que golpeó su cuerpo entero.
Pero no contó que al seguir caminando se encontraría con una espeluznante figura sentada en las escaleras hacia el pequeño patio del centro del hotel, asustándolo al instante.
Temeroso, caminó hasta las oscuras gradas para averiguar qué o quién se encontraba sentado en aquella soledad, encontrándose una vez más con Song Mingi, como si eso fuera la costumbre.
—¿Qué haces aquí? ¿Y eso que no te has ido a dormir? —preguntó Kim una vez que se sentó al costado del castaño, quien miraba atentamente cada movimiento.
—No tengo sueño —respondió el menor mirando las fotos en su cámara.
Hongjoong miró el tranquilo rostro de Mingi, observando con atención todos los detalles que poseía el más alto, sonrojándose al percatarse de su grave insistencia.
—¿Es esa tu cámara? Déjame ver.
Song un poco confundido le extendió aquel aparato a su mayor, notando que este comenzó a sonreír en cuanto miraba cada foto, sintiéndose ansioso de repente.
—¿Estas las has tomado hoy? —preguntó el más bajito emocionado.
—Sí.
—¿Desde dónde? ¡Es un paisaje precioso! Mañana quiero que me lleves ahí.
Y totalmente sonrojado, el castaño asintió por lo bajo.
Hongjoong se encontraba absorto mirando cada foto en el carrete de la cámara que no notó cuando su menor se acercó demasiado. Y por demasiado hablaba de que, literalmente, ahora se encontraba recargado sobre el pecho contrario.
Sintió con claridad los fuertes latidos de Mingi, y sin poder negar que se encontraba nervioso, trató de seguir conversando de la manera más normal.
—B-Bueno, ¿y eso que solo sacas fotos de paisajes, sin gente?
—No me gusta sacarle fotos a la gente.
—¿Entonces a qué te gusta hacerle fotos?
—A ti.
—¡¿Eh?! ¿Para qué ibas a sacar una fotografía de mí...?
Song lo observaba con aquella mirada que siempre lo hacía temblar.
No supo si fue por el frío de aquella noche o por la determinación de su menor, pero Hongjoong pudo jurar que los escalofríos lo estaban atacando cada segundo.
—Hongjoong... —Mingi acercó su rostro con el del mayor, recargando levemente su frente sobre la cabeza de Kim, y hablándole suavemente al oído, terminó su frase —¿no te gusto al menos un poco a estas alturas?
Pero en vez de una respuesta, Song solo pudo notar como el rostro del más bajito se coloreaba casi al tono de su cabello, sorprendiéndolo por semejante reacción.
Fue entonces que Hong se levantó rápidamente de su lugar, y una vez arriba se apresuró en negar torpemente lo dicho por el menor.
—¡Deja de inventarte cosas! ¡¿C-Cómo podrías tú gustarme?!
—¿Lo dices en serio? —Mingi sujetó el brazo del mayor, mirándolo con el ceño fruncido. Provocando que Hongjoong siguiese sonrojándose.
—Yo... esto... ¡Mañana hay que levantarse temprano, así que yo ya me voy a dormir!
El de gafas se apresuró en escapar de aquella situación en cuanto soltó su barata excusa, dejando atrás a Song, quien al reproducir una vez más la escena de su mayor sonrojándose peligrosamente sintió como una sonrisa se plantaba inevitablemente en su rostro, sintiéndose emocionado por aquella reacción.
Tal vez no estaba tan perdido como lo había pensado.
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—¡Háganse a un lado todo el mundo, que un Mingi sonrojado está entrando!
Yunho gritaba alegremente incoherencias como aquella en cuanto miró a Song entrar al cuarto con las mejillas rosadas mientras Jongho ahogaba las risas para no hacer enfadar al más alto.
Pero en vez de molestarse, Mingi sonrió levemente, asombrando aún más a sus dos amigos con quienes compartía habitación.
—¿Qué fue lo qué pasó? —pidió Choi mirando con las cejas alzadas al castaño, quien tomó asiento en su cama bajo la atenta mirada de dos pares de ojos.
—Parece que le estoy comenzando a gustar a Hongjoong... O al menos eso me pareció a mí —resumió Song jugando ansioso con sus dedos.
Entonces sintió como el peliazul se sentaba a su lado, con una sonrisa casi demoniaca y con una pequeña montaña de mangas en sus manos.
Era momento de la fase tres de su entrenamiento.
—Bien, Song Mingi, mi querido discípulo, es hora de que pases al siguiente nivel... ¡Tienes que leerte todo esto para el día de mañana! —mencionó Jeong extendiéndole todos los pequeños libros a su serio amigo.
—¿Más cómics?
Inhalando y exhalando, Yunho se contuvo de insultar al inculto del castaño, tratando de comprender amistosamente su poco conocimiento en el tema —Mangas, niño, se llaman mangas.
Jongho se sentó también a su lado, y con un semblante comprensivo, se dirigió al castaño, quien miraba sin expresión la pila de cómics que tenía por leer.
—Tienes todo mi apoyo moral, Mingi. ¡Fighting! —ánimo Choi golpeando amigablemente la espalda del más alto.
Esa sería una larga noche.
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Hi hi!
¿Cómo han estado?
¡Mañana es Año Nuevo, así que decidí darles la última actualización del 2020!
¿Cómo recibirán el 2021? 👀
Espero que la pasen re bien junto a todos sus seres queridos. Les deseo un excelente 2021 y recuerden, siempre hay que ser positivos y hacer todo lo que nos propongamos. ¡Hay que disfrutar el año que viene al máximo!
Gracias por leerme y espero contar con su apoyo hasta al final
¡Les deseo lo mejor y recuerden que lxs quiero mucho mucho!
