°CAPÍTULO 13°

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¿Nunca les ha pasado que saben que tienen que hablar con esa persona, pero cuando llega ese momento lo que más quieren es salir corriendo y esconderse?

A mí en este momento era lo que me estaba pasando, el ambiente se sentía más pesado de lo normal, de sobra sé que esto es algo que tenemos que hablar, pero también sé, que no tengo ni puta idea de cómo comenzar.

Ingrese a su cuarto lentamente, como si con eso hacía que los minutos pasaran menos rápidos o que se yo.

Tarada, ni que te fuera a morder.

Me mordí el labio, pensando que eso fue lo más estúpido que mi cabeza me pudo haber dicho en este momento.

Por favor estoy con un Vampiro, y no cualquiera, es mi alma gemela y además por si fuera poco es el puto rey de todos ellos.

Al entrar su perfume me llegó de repente, se notaba que este lugar le pertenecía, era grande, tenía una gran cama en el centro, el piso era de madera pero, de color negro, las paredes eran de un color azul eléctrico, un gran escritorio de madera oscura, dos mesitas a cada lado de la cama con una lampara, un ventanal que llevaba a un pequeño balcón, a simple vista se veía que era un cuarto simple pero no lo era, había una pequeña biblioteca con varios libros, algunos se notaban más antiguos que otros. Había dos puertas una supongo que es la del baño y la otra del armario.

Di un pequeño salto al escuchar la puerta cerrarse detrás de mí, me gire completamente y lo mire, Killian solo camino hacia una de las puertas ignorándome por completo.

Okey.

Suspiro profundamente, tratando en verdad calmar el comienzo de mi enojo, pero no creo lograrlo por mucho. Odio que me ignoren.

Camino lentamente y abro la ventana y pasó al pequeño balcón, no es la gran cosa, pero me encantó, es simple y está lleno de pequeñas plantas en sus macetas.

El cielo se ve que tampoco está de humor, se halla bastante oscuro y completamente lleno de nubes, posiblemente en poco tiempo lloverá.

Escuché la puerta de adentro ser cerrada y unas pisadas detrás de mí, luego veo a Killian ponerse junto a mí en el barandal del balcón. Suspiro cuando su perfume me llega gracias a la pequeña brisa.

— ¿De qué quieres hablar? — rompe el silencio. Ruedo los ojos. Por favor no pensé que fuera tan tonto para no saberlo. Lo miro, pero él solo mira al frente. Una punzada de decepción me ataca por un momento, pero es mejor dejar de lado eso, no estoy para esto, no otra vez.

— ¿Qué te pasa ahora Killian?

— No sé de qué hablas, está todo bien. — afirma seguro, pero su mirada sigue al frente. Bufo, ¿es enserio? Me cree estúpida, eso es lo que pasa.

— No te creo nada Killian, estabas perfectamente en la cocina, ahora ni siquiera me miras. — exclamo y  regreso mi mirada al frente, parece que hay algo más interesante ahí que mirarme a mí a la cara. — sabes que esto no puede suceder ¿no? esto de querer hacer como que no pasa nada, conmigo no funciona Killian, no puedes solo ignorarme. — murmuro mirando mis manos. Estoy bastante molesta, pero también un poco decepcionada.

NUESTRA MELODY ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora