¡CAPÍTULO 28!

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A veces cuando pienso en mi vida antes de este pueblo, no puedo dejar de pensar que cuanto ya ha pasado, parece hace tanto tiempo cuando solo han sido un par de meses. Mi vida antigua parece un espejismo tan irreal a comparación de ahora. La navidad se acerca a pasos agigantados, la Luna azul según me dijo Will es mañana y ni siquiera sé que podría llegar a pasar ese día. También está lo del diario, no puedo ni pensar en ello, no he tenido tiempo para nada. Ahora que todo lo referente a la dichosa feria terminó, puedo al fin ponerme a pensar en ello.

Quiero hacer tantas cosas a la vez aun sabiendo que eso es imposible. Quiero terminar de una vez con el asunto del diario, saber más cosas de mi padre, saber más de mi misma, sin embargo sé que eso solo me haría estresar aún más de lo que en sí ya me siento.

No quiero pensar en nada más que solo en el calor que me rodea en este momento. Me abriga y embriaga de formas indescriptibles.

Me abrazo más al cuerpo cálido de mi compañero. Will, él a mitad de la noche, después de mi escapada entró por mi ventana, no me sorprendió, ya que su aroma me llegó antes, mi ser y mi loba lo anhelaban, al igual que a él. Ninguno de los dos dijo nada, no lo sentimos necesario, ya que tanto él como yo estábamos bien así.

Dormí muy poco, el saber que Killian estaba despierto y bien, me hacían tener una ansiedad astronómica por tenerlo lo más cerca posible, pero después recuerdo a esa mujer en sus brazos y los celos aparecen. Mañana es mi primera luna llena y eso se junta con que será un día especial por la Luna Azul, no sé cómo me comportare.

Siento la necesidad de salir corriendo y hundir mi nariz en el cuello del maldito vampiro que se encuentra a unas puertas de distancia, pero mi cabeza me recuerda una y otra vez como un bucle sin fin lo que ví. Ahora que lo pienso en frío, me doy cuenta de que mi comportamiento fue de una total niñita, y yo no soy así. Supongo que estoy muy afectada por todo lo que ha pasado.

Excusas.

Tal vez lo sean, sin embargo es a lo que he llegado. Suspiro hondo y me escondo en el pecho de mi compañero.

Verlo dormir así, tan tranquilo me hacen ver cuán tierno se puede ver, es uno de los chicos más lindos, tan diferente a la belleza oscura de Killian, con sus rabietas y sus celos sin sentido, pero que a la vez lo hacen ver tan tierno en algunas ocasiones, lo hacen ver un niño inseguro ante lo que sucede. Killian por otra parte es todo lo opuesto a él, es tan tranquilo, la mayoría del tiempo manteniendo esa máscara de semblante frío ante el mundo, sin embargo cuando estaba conmigo caía a pedazos. No sabía qué hacer ahora con todo esto, me sentía en un callejón sin salida en el que yo misma me metí. Sabía, algo gritaba dentro de mí que tenía que hablar con él, pero también estaba esa otra parte en la que no quería, lo que ya había visto era suficiente para malinterpretar lo que quisiera.

Apartó lentamente el brazo de Will que me mantiene prisionera contra su cuerpo, no obstante el aprieta el agarre y se acurruca aún más contra mí, una sonrisa tira de mis comisuras al verlo en ese estado, con sus bonitos ojos cerrados y sus labios entreabierto; la luz de la luna hace que alguna de sus expresiones se vean oscuras. Hermoso. Vuelvo a intentarlo y esta vez lo logro, salgo de la cama tratando de no hacer ningún ruido que alerte al lobo dormido o al vampiro a unos cuantos metros de mi.

Homi ruega y rasguña en mi interior por salir, pero a la vez quiere quedarse. Confuso, pero es porque quiere sentir a sus dos compañeros.

Will y Killian.

Recordar sus cuerpos junto al mío hace que una electricidad me recorra completamente. Me muerdo el labio cuando abro la puerta y volteando la vista una vez más hacia el hermoso cuerpo que yace dormido en mi cama salgo al pasillo. El aroma de Killian lo siento fuerte en el pasillo y aún más en su cuarto, sin embargo también está el pestilente olor de la vampira, pero ella está en la habitación contigua. Aún así me carcome los celos por dentro como si tuviera una bola caliente en el pecho. Siento la necesidad de echarla de esta casa, correrla y cazarla, enterrar mis colmillos en su garganta y arrancarsela.

NUESTRA MELODY ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora