Diecisiete

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Te extrañé

DEDERICK

Sin duda fue como lo imaginé, incluso puedo decir que mucho mejor, no me importó que sus movimientos al principio fueran precavidos y lentos por dicha inexperiencia, lo estamos disfrutando, ahora estamos sincronizados. Mi cuerpo comienza a vibrar con intensidad ante el beso. Joder, por fin pude probarlos nuevamente y para ser sincero moría por ello. Nos separamos lentamente con suaves besos bajandole a la intensidad. Me sonríe dejando un último beso en mis labios para luego sembrar en su mirada la duda.

-Oye Melody, yo....

-¡Melody, tu hermano ya está aquí!, me lo encontré en la sa-la... ¿Dederick?-juliana se queda pasmada, con confusión. Nos separamos un poco, rozando mi brazo con su hombro.

-Hermana, Juls te bus..., ah, ya te encontró. Y, oigan, ¿por qué ustedes dos siempre que están solos sus rostros se vuelven como una fresa? A saber que se llevan haciendo a solas. Cuida esas manos Contreras-me dice, simulando con sus manos un «te estoy vigilando, no bajes la guardia».

La ojeo por el rabillo del ojo, está ruborizada hasta las orejas, sus manos acarician el borde de su camiseta tratando de bajar o relajar la adrenalina que incluso yo poseo todavía de ese delicioso beso. Sé que esta nerviosa, conozco cada uno de sus movimientos. Yo por el contrario sigo como en las nubes, su beso me ha llenado de calma y felicidad. Melody aclara su garganta, ya con sus hombros relajados. Sonríe negando.

-¿Alguien quiere alguna bebida? O quizás, ¿unos sandwiches?-sonríe con seguridad, cambiando el tema. Muy astuta, utiliza la comida ya que sabe que su hermano en un débil ante la palabra «comida».
Ambos asienten al mismo tiempo y se retiran.

-Luego hablamos, supongo que tienes hambre por lo del viaje-posa su mano en mi hombro con una brillante sonrisa.

-Ah, sí-sonrío rascando mi nuca, cualquiera diría que son piojos, pero no, es un tic nervioso -. Pues entonces supones muy bien-acaricio mi barriga haciéndola reír-. ¿Sabes?-meto mis manos en los bolsillos de mi pantalón-, traje a unas personitas, bueno, en realidad a uno ya lo conoces, pero al otro no, que quiere conocerte.

-¿En serio?-asiento-. Qué bien que decidieron hacerte compañía, por lo que dices, intuyo que uno es Erick-se lo confirmo. Tomo su mano y nos encaminamos dentro de su casa. Todos están hablando. Raúl nos mira finalmente con una sonrisa.

-Así que tu eres la famosa Melody. Es un gusto-se levanta del sofá para estrechar su mano-, soy Raúl.

-Es un gusto conocerte, Raúl-le da una sonrisa amable-. Me alegra ver por fin a los tres amigos juntos, que por cierto, son una bomba en todas las redes sociales-bromea.

Los tres reímos con algo de vergüenza. Durante su estancia en España le expliqué finalmente porqué me sentía como cualquier chico normal, no como un famoso. A ninguno de nosotros nos gusta mucho que seamos reconocidos por nuestros seguidores o likes, sino que por el tipo de persona que realmente somos. Muchos dirán, ¿si te avergüenza por qué sigues subiendo contenido? Porque es lo que me gusta hacer, no me avergüenza subir videos en los que salgo, sino que me traten como una celebridad inalcanzable, porque no es así. Nosotros creamos ese contenido para que llegue a todas esas personas que están tristes y rían, que se entretengan con nuestras locuras, eso al menos a mí, me hace feliz.

-Ooookay-dice un Samuel confundido. Sabe algunas cosas porque hablé con él antes de venir aquí-¿De dónde se conocen ustedes?-señala a mis amigos y a su hermana. Imagino que pregunta porque nunca los vio en casa, pero sí en la universidad.

Dederick © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora